Tiene 24 años y podrían darle prisión perpetua: la acusan de no haber evitado que su novio matara a su propia beba

Victoria Aguirre y quien era su novio están detenidos desde 2015, pero ella está acusada de un delito más grave. El gobierno pide que se juzgue como un "femicidio vinculado", es decir, que el novio mató a la niña a golpes para hacer sufrir a la madre

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Victoria Aguirre junto a su hija Selene. La niña fue asesinada en 2015, cuando tenía casi 2 años.
Victoria Aguirre junto a su hija Selene. La niña fue asesinada en 2015, cuando tenía casi 2 años.

Victoria Aguirre tenía 22 años y estaba cursando el último año de Magisterio. Rolando Lovera era el chofer del colectivo que ella tomaba todos los días, en el pueblo, para ir a estudiar. Cuando se conocieron, Victoria estaba criando sola a Selene, su única hija, que tenía casi dos años y una discapacidad severa. La relación entre ellos duró seis meses y terminó con la beba asesinada a golpes. Fue hace dos años y medio y, desde entonces, ambos están detenidos. Él está acusado de haber matado a la beba, ella de algo que tiene una pena mucho mayor: no haber evitado que su novio matara a su propia hija.

El juicio empezó hace 10 días en Oberá, Misiones, y se armó tal escándalo que se suspendió después de la tercera audiencia. Rolando Lovera, de 33 años, está acusado de homicidio simple, un delito que tiene una pena de entre 8 y 25 años de prisión. Victoria Aguirre, en cambio, está acusada de homicidio agravado por el vínculo y el encuadre jurídico es "omisión impropia", lo que prevé una pena de prisión perpetua.

"Esto quiere decir que ella tendría que haber hecho algo para evitar que él le matara a su hija. No se investigó el contexto de violencia de género que venía sufriendo y quieren juzgar lo que pasó como un hecho aislado", dice a Infobae el abogado que la representa, Roberto Bondar.

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Hubo varios episodios que hicieron que Bondar recusara al Tribunal, el martes pasado, por "parcialidad manifiesta": "Por un lado, no se permitió que el psiquiatra que la evaluó, que acá es considerado una eminencia, explicara a fondo por qué Victoria era víctima de violencia de género. Por otro, hubo varias ocasiones en las que la fiscal le dijo: 'yo en tu lugar me hubiera escapado', como dejando entrever, con cierta superioridad moral, que una buena madre debería haberse ido o haberse dejado matar". 

La convivencia duró sólo 28 días. Según la declaración de Victoria Aguirre, que consta en el expediente al que accedió Infobae, durante los 4 días anteriores al asesinato de la nena, Lovera las mantuvo en una suerte de cautiverio: las dejaba en la casa en la que convivían encerradas con llave para que no pudieran salir, ni siquiera para comprar la leche especial o los remedios que necesitaba Selene.

"La nena tenía Síndrome de Fahr producto de un virus intrahospitalario que Victoria se agarró al sexto mes de embarazo. Por eso, tenía problemas de motricidad y un retraso madurativo", cuenta Claudia Aguirre, la mayor de los cinco hermanos de Victoria. Por ese motivo, cobraba una pensión por discapacidad.

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No sólo las dejaba encerradas. Algunos días las obligaba a ir con él al arenero "Simón", donde había empezado a trabajar de sereno. Allí continuaba el cautiverio: "Uno de esos días, cuando me siento dentro del auto, adelante veo el arma de él y el cuchillo. Y él me dice textual: 'ésto es para que vos no estés haciendo griteríos y escándalos, cuando intentes salir del auto le hinco a la nena o le doy un tiro, lo primero que se me venga", contó ella en su declaración. Una vez adentro, le daba tereré o jugo: siempre que ella tomaba lo que él le daba le agarraba "mucho frío" y "un sueño que no podía ni estar sentada".

Victoria contó que dos días antes del homicidio, él agarró a la nena, le golpeó las manos fuerte "hasta hacerla sangrar" y que ella, llorando, se la sacó y la sentó en su falda. Él estiró a la beba de una pierna, la tiró en la cama y le dio una piña que "le dejó la boquita sangrando". Victoria le pidió por favor que la dejara llevarla al médico y él accedió bajo una condición: que dijera que a la beba la había atacado el gato.

Mientras la pediatra le decía a Victoria que Selene tenía que quedar internada en observación,"él aparece en la puerta de la guardia y levanta la remera mostrándome el cuchillo que tenía en la cintura". Por eso Victoria le pidió a la médica que le diera un antibiótico o una crema y la dejara irse.

El 29 de enero de 2015, Lovera las llevó al galpón. "Entre todas las cosas que bajó del auto tenía el arma envuelta en una frazada". Victoria se sentó, tomó jugo y, otra vez, se durmió instantáneamente. "Me desperté porque él me pateaba". En su declaración contó que cuando se despertó vio a su hija en el sillón "despeinada, fría, llorando y sin pañales, sin nada abajo", y dijo que la alzó rápido.

Como él no la dejaba ir al baño para evitar que las cámaras registraran que estaba con ellas en su lugar de trabajo, Victoria le pidió que la acompañara. Cuando salió del baño, Lovera ya no la esperaba en la puerta. La nena tampoco estaba acostada sobre la frazada.

Rolando Lovera era el novio de Victoria. Está acusado de haber matado a la niña a golpes.
Rolando Lovera era el novio de Victoria. Está acusado de haber matado a la niña a golpes.

"Las cámaras del lugar lo muestran entrando a un depósito con la nena a upa, erguida, despierta. Entra y no enciende la luz. Sale a los 4 minutos con la nena acostada en sus brazos y envuelta en la frazada", cuenta la hermana de la acusada. Victoria contó que él le dijo que se había quedado dormida y que no la molestara así no volvía a llorar. Después, le llamó un remís. 

"Por la mitad del camino más o menos yo encontré raro que la nena no se movía y me empezó a agarrar nervios (…) yo entré a la casa, le acuesto en la cama y noté que no respiraba", dijo ella. Producto de su enfermedad, Selene solía tener convulsiones y apneas (pequeños paros respiratorios), por eso Victoria le hizo masajes de resucitación, se largó a llorar y le dijo a Lovera, que llegó detrás de ellas, que creía que estaba muerta. 

Antes de llevarla al hospital, Lovera le preguntó qué iba a decir. "La verdad", contestó Victoria. Como él le dijo que entonces no la llevaba, ella accedió a decir que la beba había convulsionado y se había caído y que la netbook (de esas que entregaba el gobierno anterior) le había golpeado la cabeza. Victoria entró con Selene al hospital y quedó detenida. Él se fue y estuvo 8 horas prófugo.

La autopsia mostró que Selene Aylén Aguirre sufrió "múltiples lesiones traumáticas" y que la muerte se produjo "por un traumatismo de cráneo, fractura de cráneo, hemorragia interna y enclavamiento del tronco cerebral por paro cardiorrespiratorio". Tenía dos años y cinco meses. 

Los defensores de Victoria sostienen que su novio mató a la hija de ella para “darle a una madre donde más le duele”.
Los defensores de Victoria sostienen que su novio mató a la hija de ella para “darle a una madre donde más le duele”.

En agosto del año pasado, cuando Victoria llevaba 1 año y 6 meses detenida, el Consejo Nacional de la Mujer (que depende del Poder Ejecutivo Nacional) presentó un amicus curiae (una presentación que puede realizar un tercero ajeno a una disputa judicial). Lo que pidieron es que el caso se analice con perspectiva de género, es decir, que se tengan en cuenta las distintas formas de violencia de género que estaba sufriendo. Y que se lo considere un "femicidio vinculado": un asesinato que tiene como fin hacer sufrir a una pareja o ex, destruirla psicológicamente y "darle donde más le duele".

Lovera dice que él no la mató, que venía viendo a la nena golpeada y que Victoria siempre le decía que era porque se caía. Para la Fiscalía la golpearon conjuntamente o lo hizo uno con el asentimiento del otro. La defensa insiste con que, antes de conocer a Lovera, la nena era llevada seguido al médico por su enfermedad y que jamás había presentado una lesión.

Uno de los argumentos del informe del Consejo Nacional de la Mujer es que, en las situaciones más graves de violencia de género, las víctimas pierden su capacidad de decisión ("me quiero ir pero no puedo", "si me voy nos quedamos en la calle") y que, en ese contexto, no se les puede exigir "conductas heroicas o imposibles, que en la hipótesis de los jueces hubieran evitado el femicidio". El psiquiatra que evaluó a Victoria calificó el vínculo patológico entre los tres como "encerrona trágica". Bondar, agrega: "La quebró psicológicamente, la tenía bajo su pleno dominio, por eso no se fue".

Después de la feria judicial, entonces, se resolverá si el Tribunal seguirá o no juzgando el caso. De aceptarse la recusación, el juicio se considerará nulo y empezará otra vez. De no ser así, en tres audiencias más el Tribunal Penal N° 1 de Oberá deberá definir entre dos extremos: absolver a Victoria Aguirre o condenarla a la pena máxima.