Del activismo a la liberación: cómo fue el camino para el cierre del Zoológico

La reconversación del predio de Palermo constará de dos etapas y demorará, al menos, dos años. Las autoridades de la Ciudad prometieron que considerarán la situación de cada individuo a la hora de definir los detalles de su traslado. La incansable labor de proteccionistas y el rechazo de la ciudadanía fueron claves para esta nueva etapa. ¿Cómo se gestó?

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Tuvieron que pasar 140 años de encierro, de muertes y de sufrimiento para que las autoridades de la Ciudad decidieran que los animales del Zoológico de Palermo sean, por fin, liberados. Fue en la mañana del pasado jueves 23 que el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta, y el Ministro de Modernización, Andrés Freire, anunciaron la noticia: el predio comenzará la reconversión progresiva para convertirse en un "Ecoparque Interactivo" con la esperanza de que deje de ser la vidriera de exhibición que nada tenía de educativo.

El camino recorrido para llegar a ese punto bisagra es centenario, pero los reclamos de los últimos 4 años, sin dudas, nacidos de un hecho lamentable fueron los que lograron que esa decisión no se hiciera esperar. El 26 de diciembre de 2012 el único oso polar que quedaba en Palermo apareció muerto. El estrés por la contaminación sonora, los ruidos ensordecedores de la pirotecnia y el calor agobiante terminaron con su vida. De manera casi en forma automática, activistas por los derechos de todos los animales (animalistas) se concentraron en la puerta de la instalación para pedir su cierre con el consecuente traslado de cada individuo.

“Tras las rejas” es el
“Tras las rejas” es el libro del fotógrafo Roberto García que refleja las imágenes mas tristes del cautiverio. (Roberto García / Fauna Libre)

Volviendo unos pasos en esta historia, cabe recordar que Domingo Sarmiento fue el responsable del proyecto de ley que derivó en la creación del Parque Tres de Febrero sobre un predio que pertenecían a Juan Manuel de Rosas. El texto fue presentado en 1874 y el parque fue inaugurado el 11 de noviembre de 1875 con una sección zoológica, cerca de las instalaciones actuales. El espacio perteneció al Estado hasta que a findes de octubre de 1888 se transfirió a la municipalidad de Buenos Aires. Más tarde, el Intendente Antonio Crespo creó el Zoológico de Buenos Aires que fue separado del Parque. En aquel momento, Buenos Aires no era la bestial ciudad de cemento que desde hace décadas atormenta a los animales que allí viven en cautiverio. Las construcciones avanzaron, las calles se poblaron de edificios y gente, las calles de avenidas y autos, las tecnologías comenzaron a pisar fuerte y en medio de todo ese crecimiento un grupo de individuos cautivos continuaban padeciendo las egoístas ocurrencias de algunas personas. Tuvo que morir un oso polar en medio de una de las ciudades más cosmopolita del América para que algo comience a cambiar.

El antes y después de la muerte de Winner

En la madrugada del 25
En la madrugada del 25 de diciembre de 2012, el ultimo oso polar murió por un paro cardíaco debido al estrés que sufrió durante la celebración de la Nochebuena. De inmediato los activistas se concentraron en la puerta del Zoo para repudiar esa muerte.

El malestar social que generó la muerte del oso polar fue sorprendente e inusual, por eso un importante grupo de personas se autoconvocaron en cuestión de horas en la puerta del ya ex Jardín Zoológico para manifestar su descontento. Con el paso de las horas comenzaron a circular versiones sobre el desencadenante del fallecimiento: el encierro, el estrés, la falta de refrigeración necesaria hicieron que su corazón colapsara. Una vez más se puso en duda los cuidados que quienes mantenían la concesión del predio aseguraban darle.

Esa perdida marcó un quiebre en la tolerancia de los activistas que desde principios de 2012 habían puesto la mira en los malos tratos aunque el foco de atención por la finalidad del predio había surgido casi con el siglo pasado cuando las primeras manifestaciones pro bienestar animal se hicieron escuchar. "Todo empezó en 2012 cuando el legislador Adrían Camps denunció en la Legislatura que la concesión se había vencido hacía unos años y en ese contexto en que comenzaron a juntarse activistas se desarrolla un encuentro en el que se gesta el Proyecto de Jardín Ecológico", contó a Infobae Malala Fontán de la organización SinZoo, quizás una de las caras más visibles de este reclamo que como ella misma remarcaría al final de la entrevista "no es un logro de un particular ni de una organización, sino del animalismo entero".

Incomprensión. Winner murió a 16
Incomprensión. Winner murió a 16 años años y los últimos cuatro debió padecer el clima de la Ciudad de Buenos Aires y el encierro en pleno Palermo. Antes, vivió en el zoológico de Santiago de Chile. (Roberto García / Fauna Libre)

"El primer Abrazo fue en el invierno del 2012, luego de eso se realizó el remate en el Banco Ciudad por lo que convocó a una manifestación de la que participaron unas 500 personas para reclamar por el remate ilegal. A final de ese año fue la muerte de Winner y nos congregamos a protestar con activistas independientes y otras organizaciones", continuó Fontán —recordando el día en que las organizaciones y grupos animalistas se unieron para iniciar el camino— y agregó que en 2013 también intervinieron para el Zoo no fuera parte de La Noche de los Museos, pero los resultados no fueron los esperados: hubo chicos que decidieron encadenarse a las rejas del predio y fueron agredidos. Eso marcó otro punto en los activismos y al año siguiente —y frente al mismo evento—el resultado fue lo opuesto. "Hicimos una petición vía Change.org y 14 días después el secretario del Ministro de Cultura le comunica a una de las activistas que iban a sacar al Zoo de la lista porque estaban hartos de que les lleguen notificaciones para que lo levanten". Quizás ese haya sido el primer triunfo de los animales.

De la continuidad de las reuniones de personas de distintos lugares (animalistas, proteccionistas, etc.) surgió la idea de hacer un nuevo Abrazo y de escribir el Proyecto de reconversión. El 14 de diciembre de 2014, al menos 1.500 personas abrazaron a los animales. "En ese momento nos dimos cuenta de que nos teníamos que hacer cargo de lo que estaba pasando", recordó Fontán. Así nació #SinZoo, con hashtag incluido.

La nueva propuesta es que
La nueva propuesta es que los animales sean lentamente trasladados y considerando las necesidades individuales. (Damián Palopoli)

Después de ese segundo Abrazo se había anunciado un show de fuegos artificiales en La Rural y había que frenarlo por eso se volvió a armar una petición que "en dos días y medio días alcanzó 45 mil firmas y las autoridades de La Rural anunciaron que lo suspendían por los caballos del hipódromo y los animales del zoo".

"El 2015 lo arrancamos dando charlas informativas sobre la Zoocosis, un concepto relativamente nuevo, que describe lo que padece el animal por el cautiverio y el encierro prolongado", definió. La seguidilla de acciones es extensa, entre ellas, tras la muerte de lobos marinos en el Zoo denunciaron que funcionaba un acuario donde una lobita fue obligada a realizar hasta 15 shows en un día. En abril de ese año, Camps logra una banca en la Legislatura y con él ingresa el Proyecto al recinto. El destino de los animales comenzaba a discutirse porque el bloque radical había presentado uno propio (finalmente ambos fueron unificados para atender el nuevo proyecto de Ecoparque). El broche de oro de ese año que no se presentaba nada bien llegó el 13 de diciembre cuando se realizó el tercer Abrazo al Zoo del que participaron más de 3500 personas y lograron, por primera vez realizar el ansiado abrazo simbólico a los animales.

Proyecto "Jardín Ecológico"

El Gobierno de la Ciudad
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció el cierre del Zoo porteño y su reconversión en un “Ecoparque” (NA)

El legislador Adrian Camps fue el encargado de presentar la iniciativa ante la Legislatura porteña y al ser consultado sobre su opinión respecto del anuncio del Gobierno de la Ciudad sostuvo que "no es un cierre, en realidad. Ellos dicen que cerrarán hasta que empiecen las vacaciones de invierno, pero seguro harán limpieza y pondrán un poco de mejora en algo que está totalmente decaído", además cuestionó la prisa del anuncio: "Noto un apresuramiento informativo diciendo que en 20 días harán un Ecoparque… En nuestro proyecto tenemos el plazo de un año para evaluar a cada especie y en el segundo año comenzar con los traslados y ellos lo dan como si fuese algo inmediato y no es así. Las aves no tienen el hábito de ganarse su sustento en la vida silvestre y no se las puede trasladar así nomas. No se resuelve de un día para el otro, es un proyecto con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Tampoco es fácil colocar a los animales en santuarios porque algunos los del exterior no los reciben, en la Argentina hay pocos. Si es correcto el planteo de fondo: que no va más y hay que reconvertirlo… El rescate del tráfico de fauna estaba en nuestro proyecto, lo del centro educativo y el uso de las nuevas tecnologías (3D, imágenes holográficas, en 7D, etc.) para reemplazar a los animales por imágenes virtuales". En el mismo tono se quejó porque a las autoridades "les faltó comunicar sobre los proyecto de investigación desarrollado sobre las especies en peligro de extinción, pero creo que fue comunicacional porque ya existe y no creo que nadie quiera dar marcha atrás con eso". Tras señalar algunas objeciones, el legislador comentó que se sintetizaron los proyecto presentados y que "la próxima semana se comenzará a trazar la Comisión de Ambiente de la Legislatura, esperamos ser convocados, fundamentalmente, que convoquen a las ONG porque creo que corresponde".

Por su parte, el diputado Hernán Rossi señaló que "los anuncios del Ejecutivo porteño son alentadores. La actual concesión que vence recién el año que viene está denunciada por maltrato animal, algo que hemos podido constatar en nuestra visita al Zoológico. Hacer caducar la mima es una medida drástica tendiente a preservar la vida de los animales" y en relación al futuro del Zoo, remarcó que "todo lo que se ha dicho está escrito en nuestro proyecto, con tratamiento legislativo desde 2014, junto a otro del Diputado Camps. Ellos, concretamente, proponen un Parque sin exposición de animales que mediante la utilización de tecnología pueda seguir prestando fines pedagógicos, aprovechando para ello la riqueza arquitectónica y de flora con la que cuenta el predio de Palermo. Una especie de 'Disney', que desde lo virtual nos acerque a la riqueza faunística de todo el planeta… Los animales no merecen ser tratados como objetos que nos pertenecen sino que debemos tratarlos como lo que son, seres vivos que tienen derechos y merecen ser respetados", finalizó.

Más información: Fauna Libre

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