(HealthDay News) - Nueva Inglaterra, en Estados Unidos, está en alerta tras una muerte y un puñado de infecciones por el virus de la encefalitis equina oriental (EEE).
Un residente de New Hampshire murió después de contraer EEE, que se transmite por picaduras de mosquitos, según un comunicado emitido a fines de agosto por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de New Hampshire.
Se han reportado otros cuatro casos en Vermont, Massachusetts, Nueva Jersey y Wisconsin, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Es probable que esas cifras sean subestimadas porque la mayoría de las personas infectadas con EEE desarrollan síntomas leves como dolor de cabeza, fiebre y malestar general, y nunca buscan atención, dijo el Dr. Jonathan Abraham, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Brigham and Women’s.
”Alrededor de un 2 % de las personas desarrollan encefalitis, una forma de infección cerebral, que es la complicación más peligrosa de la enfermedad”, señaló Abraham en un comunicado de prensa de Harvard Health. “Hasta un tercio de las personas con encefalitis mueren a causa de ella”.
”Y muchos supervivientes desarrollan síntomas duraderos, como convulsiones y parálisis, y podrían requerir atención institucional a largo plazo”, añadió Abraham.
“Entonces, aunque es una complicación relativamente rara, las consecuencias pueden ser devastadoras”.Las personas menores de 15 años y mayores de 50 años tienden a desarrollar infecciones más graves, dijo Abraham. Actualmente no hay tratamientos disponibles para los casos graves de EEE, fuera de la atención de apoyo, apuntó.
La investigación de la vacuna para la EEE se ha visto obstaculizada por el hecho de que los brotes del virus son esporádicos, lo que dificulta probar cualquier pinchazo o incluso predecir quién se beneficiaría más de la vacunación, dijo Abraham.
Pero los laboratorios están explorando tratamientos que podrían alejar al virus de las células cerebrales humanas, previniendo el desarrollo de la encefalitis, dijo Abraham.”Pero hay un desafío igualmente grave que acompaña al desarrollo de tratamientos.
Es la capacidad de identificar rápidamente a las personas infectadas para que puedan recibir el tratamiento lo antes posible”, añadió.”Esto se debe a que algunas personas presentan fiebre y progresan rápidamente hasta el coma, pero para cuando hacemos la prueba, el virus generalmente ha desaparecido del cuerpo”, expresó.
“Necesitamos pruebas de diagnóstico rápido para identificar la infección viral activa de forma temprana y tratarla”. El último brote letal de EEE en humanos fue en 2019.
”El brote de 2019 ocurrió en varios estados e involucró 38 casos, lo que lo convierte en el brote más grande en 50 años”, dijo Abraham. “Luego el clima se enfrió, se fue volando y luego vino el COVID”. Abraham señaló que los altibajos de esta y otras enfermedades transmitidas por mosquitos pueden explicarse principalmente por el clima.”Por ejemplo, si llueve más, hay más mosquitos y, por lo tanto, más oportunidades de transmisión”, explicó Abraham.
Sin embargo, es probable que haya otros factores que podrían ser importantes, como la disminución de la inmunidad humana al virus entre brotes, dijo. Las personas en las áreas afectadas deben hacer todo lo posible para reducir sus probabilidades de una picadura de mosquito, recomendó Abraham. Esto podría incluir el uso de ropa protectora, seguir los toques de queda y usar repelente de insectos.
”Este último brote debería ser un recordatorio de que este no es nuestro primer episodio con el virus EEE y no será el último”, dijo Abraham. “Como aprendimos del COVID, los virus son impredecibles”.
* Más información: Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la encefalitis equina oriental. FUENTE: Universidad de Harvard, comunicado de prensa, 29 de agosto de 2024
* Dennis Thompson HealthDay Reporters ©The New York Times 2024
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