El ex presidente de la Nación, Mauricio Macri, cerrará su año político hoy en un acto del PRO que lo tendrá como protagonista. Encabezará la reunión del Consejo Nacional partidario, que preside desde abril, y disertará luego en el evento de fin de año de la Fundación Pensar, que lidera la diputada nacional María Eugenia Vidal. El encuentro servirá para hacer un balance del 2024 y proyectar la estrategia electoral hacia 2025. Consolidará la ruptura en el PRO con Patricia Bullrich y el distanciamiento con La Libertad Avanza. Una serie de desencuentros políticos tensionó la alianza político parlamentaria entre Macri y Javier Milei y deja a ambos espacios en una situación compleja para afianzar un acuerdo proselitista. Esos dilemas deambularán en la movida de esta mañana.
La primera actividad del día empezará a las 9 en el Hotel Abasto, en el barrio porteño de Balvanera, y será el cónclave del Consejo Nacional del partido. Se espera la presencia de Soledad Martínez, intendenta de Vicente López y vicepresidenta del partido nacional y bonaerense, la ex gobernadora Vidal, Cristian Ritondo, jefe de la bancada amarilla en Diputados, Diego Santilli, diputado, Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño. En tanto que están convocados los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Nacho Torres (Chubut), y el intendente Guillermo Montenegro (Mar del Plata), pero no podrán asistir por problemas de agenda. También estarán Facundo Pérez Carletti, secretario general del partido, y Fernando De Andreis, dirigente y armador político de máxima confianza del ex mandatario.
En tanto que a partir de las 10 está previsto que se realice en el mismo hotel el evento de fin de año de la Fundación Pensar. El gancho del encuentro, que será temático como los anteriores que hizo el think tank amarillo en 2024, será debatir sobre la Inteligencia Artificial. Participarán especialistas y profesionales del sector para discutir tendencias, desafíos y oportunidades de la IA en la política y la sociedad.
El cierre del encuentro tendrá como protagonistas Macri, el jefe de gobierno porteño y Vidal, como organizadora del evento. Se esperan discursos de balance de año para el PRO, en clave político electoral con guiños hacia 2025. El ex presidente pretende que su partido llegue al año próximo con candidatos propios en todos los distritos, Jorge Macri disputa la hegemonía amarilla en la Ciudad con los libertarios, y la ex gobernadora suena como posible candidata a senadora o diputada nacional.
La jornada de Pensar se hará bajo el lema “Diseñar políticas públicas en la era de la IA: Estrategias para el cambio”. Según pudo conocer este medio, contará con tres paneles de expertos, entre los que sobresalen Daniel Stillerman de Accenture; la ex Subsecretaria de Gestión Administrativa de la Secretaría de Modernización, María José Martelo; el Intendente de Luján de Cuyo, Esteban Allasino; y Pedro Alessandri, Subsecretario de Ciudad Inteligente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El panel será moderado por Andrés Ibarra, dirigente cercano a Macri y ex Ministro de Modernización y Telecomunicaciones.
Para Macri será la última actividad política de 2024. Se mantuvo con un perfil muy alto, tanto en la vida partidaria, que comenzó con tensiones con Bullrich para retomar el control del PRO, como en múltiples apariciones públicas, actos y actividades en las que apoyó, criticó y elogió al Gobierno. Pasó por todos esos estados de ánimo. Aunque el vínculo con Javier Milei estuvo signado, mayormente, por roces y diferencias sobre la gestión, la coordinación parlamentaria y la estrategia de poder.
A lo largo del año, Milei exhibió que no está dispuesto a ceder poder ante Macri. El ex presidente observa esa actitud como una encrucijada para la supervivencia de su partido. Por eso, piensa en una estrategia que le garantice mantener el control político de la Ciudad de Buenos Aires.
Por eso, estudia estrategias electorales para que el PRO resulte lo más competitivo posible en 2025. Asume que una alianza con La Libertad Avanza sería lo natural, pero baraja otros escenarios para encontrar salida en caso de que las condiciones de una convergencia con los libertarios sea desfavorable para su partido.
De cara a 2025, el jefe de Estado hará valer la lapicera que le da su cargo y no admitirá una negociación de igual a igual con el PRO en el cierre de listas. Incluso, sabe que al disputarse elecciones legislativas, eso le permitirá diseñar tácticas electorales diferentes en cada distrito.
Esas tensiones entre ambos espacios se profundizaron en las últimas semanas del año. Ayer hubo dos escenarios que evidenciaron las diferencias entre Macri y Milei. Por un lado, en el Congreso, durante la sesión que expulsó al senador Edgardo Kueider. El legislador fue removido tras haber sido detenido en la frontera con Paraguay con 200 mil dólares en efectivo y no declarados (que aún hoy no pudo justificar el origen).
El kirchnerismo impulsaba la expulsión. El PRO, en principio en sintonía con La Libertad Avanza, optó por la suspensión sin goce de sueldo hasta que se esclarezca la investigación contra Kueider. Pero un oficio de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado solicitó el desafuero del legislador y forzó (implícitamente) a que el Senado se pronuncie al respecto. En medio del jueves, el Gobierno viró de postura y, para evitar una derrota parlamentaria que insumiría costos políticos, se inclinó por votar a favor de la expulsión del entrerriano.
Cuando los libertarios comunicaron su cambio intempestivo de posición, el PRO circuló un comunicado en el que manifestaban que lo mejor era la suspensión y desafuero de Kueider. El argumento para esa idea era doble. Por un lado, para no votar junto con los senadores del kirchnerismo. Segundo, porque si al entrerriano lo expulsaban, su lugar lo ocuparía Stefania Cora, una dirigente de La Cámpora con ascendencia en Cristina Fernández de Kirchner. Es decir, el Gobierno pierde un aliado en el Senado (como Kueider) y suma a una legisladora camporista que fortalecerá el peso del peronismo duro en el recinto.
Pero la instrucción de Balcarce 50 fue la de votar por la expulsión. Macri llamó al senador amarillo Alfredo De Angelis para bajar la línea partidaria de rechazar esa resolución y mocionar por la suspensión. Pero la estrategia no fue del todo eficaz. El PRO terminó votando dividido, con senadores que se disociaron del exhorto partidario, como Luis Juez, y otros que mantuvieron una actitud orgánica.
Casi a la misma hora, otro desencuentro ocurrió en la Legislatura de la Ciudad. Los legisladores debatieron durante todo el día y parte de la madrugada una serie de proyectos clave, entre los que sobresalió el Presupuesto porteño, Ficha Limpia, una Ley Tarifaria y el nuevo Código Urbanístico de la Ciudad. Jorge Macri tiene un panorama complejo en el parlamento local, en minoría y con dificultades para reunir el quórum.
En ese esquema, el bloque de La Libertad Avanza que responde a Karina Milei, liderado por Pilar Ramírez, encabeza desde hace semanas una resistencia al macrismo. Lo hacen oponiéndose a iniciativas que impulsa Uspallata. Es un bloque de cinco legisladores que tienen peso suficiente como para hacerse sentir. La postura de ayer fue no apoyar el Presupuesto que presentó Jorge Macri.
Pero la situación se complicó aún más porque el PRO tuvo rispideces fuertes con legisladores aliados, como el tridente Ramiro Marra, Yamil Santoro y Jorge Reta. Ese grupo, que encarnan una coalición liberal diferente a la de los libertarios, hizo valer ayer su condición de veto players, exigiendo cambios en la Ley de Presupuesto.
Santoro y Marra amenazaron desde temprano con un posible rechazo al proyecto por las diferencias en materia de impuestos y gasto público. “Sin mi voto no llegan, abrazo”, había advertido el legislador en sus redes. Durante el día, se negoció un ajuste mayor al previsto por Jorge Macri. Los diputados liberales exigían recortar $500 millones para equiparar el 15% de ajuste fiscal que aplicó Milei a nivel nacional. La reducción de gastos pretendida era en torno a cajas del Ejecutivo en publicidad y políticas de género.
En el macrismo también tienen presente esta coyuntura. Son episodios que marcan un fin de año complejo, cargado de interrogantes. Por eso, Macri insiste por estas horas con la idea de que el PRO debe llegar a 2025 con candidatos propios en todos los distritos. Su partido renueva 22 diputados nacionales y deberá hacer arduos esfuerzos para lograr idéntica cantidad de bancas en las próximas elecciones.
La principal preocupación para el PRO es impedir que La Libertad Avanza les dipute la hegemonía en la Ciudad de Buenos Aires, la casa matriz desde donde el partido amarillo edificó su estructura de poder. Jorge Macri estudia con su mesa política la estrategia más prudente para las próximas legislativas. Observa que la Boleta Única que se implementará por primera vez a nivel nacional produce un desdoblamiento en sí de los comicios, porque separa en papeletas diferentes las candidaturas locales de las nacionales. En consecuencia, corta el famoso “arrastre” desde arriba hacia abajo.
Karina Milei sigue de cerca esos movimientos. Lidera el armado político libertario en la Ciudad y tensiona con el macrismo con una estrategia de diferenciación en la Legislatura, que ejecuta Pilar Ramírez, legisladora de íntima confianza de la secretaria General de la Presidencia.
Mientras tanto, la usina política libertaria reafirman los nombres de Manuel Adorni y Patricia Bullrich como contendientes en la Ciudad rumbo a 2025. En el caso del vocero presidencial, se trata de una figura reconocida en La Libertad Avanza. Pero la ministra de Seguridad tiene otro atributo: es una de las máximas referentes del PRO, en donde tensiona desde principios de año para construir una línea interna enfrentada al macrismo.
Macri buscará exhibir hoy al PRO como un espacio activo, que estimula la formación de nuevos cuadros. Es una idea en simultáneo al planteo de avanzar con candidatos propios en todo el país. Ambos puntos será parte de su exposición en el acto de la Fundación Pensar, donde también aprovechará para dar un discurso en el que se esperan críticas al Gobierno de Milei.