El vocero presidencial Manuel Adorni confirmó que el Gobierno convocará a sesiones extraordinarias del Congreso hasta fines de diciembre y que la eliminación de las PASO será el plato fuerte del temario. Sin embargo, en la Cámara de Diputados reina el escepticismo porque los bloques que suelen apoyar las iniciativas importantes del oficialismo no están de acuerdo con la reforma electoral.
Desde el oficialismo aseguran que es un error anticipar una futura votación tomando como base los bloques de forma monolítica. Apuestan a lograr fisuras en todas las bancadas para llegar al número mágico de 129 votos, ya que la Constitución prevé una mayoría agravada (la mitad más uno de los miembros) cuando se trata de reformas electorales.
En principio, los libertarios contaban con el guiño de la mayoría de los gobernadores, que se verían beneficiados al organizar las listas desde el Ejecutivo provincial y sin estar obligados a competir con sus rivales internos. Los mandatarios de Salta, Misiones y Río Negro podría sumar los ocho votos de Innovación Federal, mientras que los mandatarios de Entre Ríos y Chubut podrían aportar otro puñado.
Sin embargo, los mandatarios provinciales también exigen desde hace dos meses que el Gobierno sancione una ley de Presupuesto que les brinde previsibilidad en cuanto a los recursos que tendrán disponibles para llevar adelante sus gestiones.
El Gobierno suspendió el debate durante las últimas semanas de las sesiones ordinarias, no incluyó ningún proyecto de Presupuesto en las extraordinarias y dejó saber a través de funcionarios, como el propio ministro de Economía Luis Caputo, que no está en sus planes hacer concesiones a las provincias para destrabar la negociación.
Casi todos los bloques, incluso el PRO, ya dejaron trascender su malestar por la falta de inclusión en el temario del Presupuesto. Es más, espacios como Democracia para Siempre (12 miembros) y Encuentro Federal (16 miembros) amenazaron con no participar de las extraordinarias si el Gobierno no amplía el temario y abre el debate del Presupuesto.
Por otro lado, los dos bloques que mayor apoyo han prestado al Gobierno durante el último año -PRO y UCR- ya se manifestaron en contra de la eliminación de las PASO. Tampoco han dado ninguna señal reciente de haber cambiado de posición.
En principio, el PRO se aferra a un proyecto propio que mantiene las primarias pero elimina la obligatoriedad de ir a votar y de presentarse si hay lista única. Pero en las filas del partido de Mauricio Macri también pesan los cálculos electorales, que indican que las primarias serían el mejor mecanismo para avanzar con una integración electoral con LLA. Sin la posibilidad de internas, el PRO deberá llegar a una acuerdo con Karina Miley y Santiago Caputo, que negociarán desde una posición de fuerza.
Además, la votación de Ficha Limpia generó muchas tensiones internas. Dos diputados con buena sintonía con Patricia Bullrich se ausentaron durante la segunda votación y contribuyeron a dejar sin quórum la sesión. Luego hicieron suyos los argumentos del oficialismo para explicar por qué dejaron sin apoyo la inicitativa insignia del partido amarillo.
De esta forma, la eliminación de las PASO podría convertirse en una nueva oportunidad para que la ministra de Seguridad escenificar su ruptura con Macri. Si todos los diputados cercanos a Bullrich deciden seguir su línea, los libertarios sumarían ocho votos más del PRO.
En la misma vereda, la UCR también ha manifestado su rechazo a eliminar las PASO -herramienta que ha usado para articular su alianza con el PRO y la CC en Juntos por el Cambio- y a la reforma que reduce el financiamiento público de los partidos políticos.
Al igual que los gobernadores, desde el PRO y la UCR también señalaron como un error que el Gobierno priorice la reforma electoral por sobre el Presupuesto y se sumaron al reclamo por ampliar el temario.
Ante este panorama, la suerte de la reforma electoral de Milei parece estar atada a la decisión del peronismo, que hasta ahora no se ha manifestado sobre el asunto. Si bien desde la oposición denunciaron públicamente la existencia de un “pacto” entre peronistas y libertarios para sabotear el proyecto de Ficha Limpia y eliminar las PASO, el bloque que conduce Germán Martínez no ha llegado a un consenso.
“Ni siquiera se trató el tema formalmente en el bloque. A grandes rasgos las provincias que gobernados no quieren PASO, las que no gobernamos prefieran que las PASO sigan (por ejemplo, van a ser necesarias en Santa Fe) y la gran duda es la provincia de Buenos Aires”, explicó un diputado a Infobae.
Muchos consideran que sería difícil explicar a la sociedad la decisión de votar en sintonía con los libertarios en contra de una ley que el kirchnerismo impulsó durante el primer gobierno de Cristina Fernández, en 2009. El costo político de dejar de ser claramente opositores como hasta ahora podría ser demasiado alto. De hecho, el criterio de oposición dura se terminó imponiendo cuando la mayoría se negó a ratificar a Martín Menem como presidente de Diputados, en contra de lo que pretendían algunos referentes importantes de la bancada. El bloque finalmente dio quórum pero se abstuvo.
“No veo que haya unidad”, reflexionó la misma fuente. El juego todavía está abierto, pero desde Unión por la Patria adelantan que utilizarán la debilidad parlamentaria del oficialismo para presionar por la inclusión del Presupuesto. “Les vamos a vaciar las comisiones hasta que amplíen el temario”, concluyó el experimentado legislador