La historia detrás de los villancicos: canciones que pasaron de lo religioso a lo popular y ahora son emblema de la Navidad

La celebración de la Navidad en Perú destaca por la fusión de tradiciones religiosas, costumbres locales y expresiones musicales que han evolucionado a lo largo de los siglos, con los villancicos como uno de los elementos más emblemáticos en la construcción de la identidad navideña peruana

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La diversidad y adaptabilidad de
La diversidad y adaptabilidad de los villancicos los mantiene como expresión central de las fiestas navideñas en el Perú y el mundo hispanohablante. - crédito Shutterstock

La celebración de la Navidad en Perú destaca por la fusión de tradiciones religiosas, costumbres locales y expresiones musicales que han evolucionado a lo largo de los siglos. Entre los elementos más emblemáticos sobresalen los villancicos, canciones que, lejos de ser simples adornos, han desempeñado un papel central en la transmisión de valores y la construcción de la identidad navideña tanto en el país andino como en otros lugares del mundo hispanohablante.

Actualmente, la presencia de los villancicos en las celebraciones peruanas se manifiesta en la variedad de estilos y en la participación activa de coros y artistas que adaptan estas melodías a los ritmos propios del país.

En Perú, diciembre no es
En Perú, diciembre no es solo una temporada de fiestas, sino de música y compartir en familia - crédito Freepik

Agrupaciones como Los Toribianitos y el coro del colegio Manuel Pardo de Chiclayo han consolidado un repertorio habitual durante la temporada navideña. Asimismo, intérpretes de música criolla tales como Los Cimarrones o la Familia Ballumbrosio han incorporado villancicos a géneros autóctonos, contribuyendo a consolidar la imagen de una “Navidad criolla” en el imaginario colectivo.

Los Toribianitos contribuyeron a popularizar
Los Toribianitos contribuyeron a popularizar los villancicos en Perú con producciones que combinan melodías tradicionales y ritmos modernos. - Créditos: Difusión

Su origen se remonta a los siglos XII y XII

El origen de los villancicos se remonta a la Edad Media en España y Portugal, cuando surgieron como canciones populares de los “villanos”, es decir, habitantes humildes de las villas. Inicialmente, en los siglos XII y XIII, estas composiciones se alejaban de la Navidad, abordaban temas rurales, amorosos o satíricos y se interpretaban sin acompañamiento instrumental.

La etimología de la palabra villancico, que proviene del latín villanus, refuerza su carácter popular y su función como vehículo de expresión para las clases menos privilegiadas.

El origen de los villancicos
El origen de los villancicos se remonta a la Edad Media en España y Portugal, donde surgieron como canciones populares de los habitantes humildes de las villas. - crédito Freepik

La transformación de los villancicos en símbolo navideño ocurrió entre los siglos XV y XVI, cuando la Iglesia Católica reconoció el potencial de estas melodías para la evangelización.

Dado que las misas se celebraban en latín y resultaban inaccesibles para la mayoría, la Iglesia adaptó las letras de los villancicos, sustituyendo los temas profanos por mensajes religiosos centrados en el nacimiento de Jesús y la figura de la Virgen María. Así, los villancicos se integraron en la liturgia, especialmente durante el Adviento y la Navidad, y se convirtieron en herramientas eficaces para difundir el mensaje cristiano entre el pueblo.

Artistas actuales reinventan la música
Artistas actuales reinventan la música navideña, manteniendo viva su magia en un mundo moderno. (Andina)

La estructura musical de los villancicos, basada en la alternancia de estribillos y coplas, y en la repetición rimada, contribuye a su memorización y facilita su interpretación colectiva. El uso de instrumentos sencillos y populares ha permitido que estas canciones resulten accesibles para todas las edades y entornos sociales.

De acuerdo con Historia National Geographic, “la melodía del canto marca la pauta y el acompañamiento musical se realiza con instrumentos sencillos y populares, lo que consigue que estos cantos sean fáciles de interpretar y atractivos para todas las edades”.

La conquista española trajo los villancicos al Perú

En Perú, los villancicos llegaron en el siglo XVI con la conquista española, en el marco del proceso de cristianización de los pueblos indígenas. Estas canciones, con el tiempo, se fusionaron con la música andina y africana, generando una tradición musical única que refleja la diversidad cultural del país. La colocación de nacimientos, la Misa del Gallo y el consumo de panetón acompañan la interpretación de villancicos y refuerzan el sentido de comunidad en las fiestas.

La llegada de los villancicos
La llegada de los villancicos al Perú en la época virreinal impulsó la fusión con elementos musicales andinos y africanos, consolidando una tradición propia.

La popularidad de los villancicos también se explica por su capacidad para adaptarse y renovarse. Durante los siglos XVII y XVIII, estas composiciones adquirieron una gran sofisticación musical, sumando coros, solistas y representaciones escénicas que en ocasiones se convirtieron en pequeñas piezas teatrales. Sin embargo, ciertos sectores eclesiásticos criticaron esta teatralidad, advirtiendo que “distraían a los oyentes de la devoción”, como puntualizó el sacerdote y teórico Pietro Cerone citado por Historia National Geographic. Con el tiempo, los villancicos se fusionaron con otros géneros musicales, como la tonadilla y la zarzuela.

Noche de paz y otros
Noche de paz y otros villancicos se interpretan en escuelas, iglesias y hogares, fortaleciendo el sentido de pertenencia y rememorando la infancia. (Andina)

El repertorio de villancicos es amplio y diverso, con ejemplos que han trascendido fronteras y se han adaptado a diferentes culturas. En España y Latinoamérica, canciones como Campana sobre campana, Los peces en el río o La Marimorena forman parte de las celebraciones familiares. En otros países, existen denominaciones y estilos propios: Koliadki en Ucrania y Rusia, Koleda en Bulgaria y Polonia, Pastorali en Italia, Weihnachtslieder en Alemania, Christmas Carols en los países anglosajones, Aguinaldo en Venezuela y Posadas en México y Centroamérica.

El villancico más conocido en el mundo es Noche de paz (Stille Nacht, heilige Nacht), compuesto por un sacerdote austríaco en 1818. Por otro lado, el célebre Jingle Bells representa la versión estadounidense de esta tradición musical. En Perú, la interpretación de villancicos en escuelas, iglesias y reuniones familiares fortalece el sentido de unión y fraternidad, y evoca recuerdos de la infancia y de navidades anteriores. Para muchas personas, estas canciones suponen un componente nostálgico y emocional, capaz de suscitar alegría incluso en quienes experimentan melancolía durante estas fechas.

La vigencia de los villancicos en la cultura contemporánea se debe, en parte, a su adaptabilidad a nuevos estilos musicales y a su capacidad para reinventarse sin perder su esencia. Esta flexibilidad ha permitido que los villancicos sigan como elemento central de la Navidad, tanto en Perú como en el resto del mundo hispano, consolidándose como una de las tradiciones más arraigadas de las fiestas de diciembre.