Los stickers de la extorsión por TikTok: la nueva incursión delictiva de Los Pulpos de Trujillo para expandirse

El uso de calcomanías con la imagen de la marca Puma y Batman ha permitido que esta banda criminal consolide su presencia en comercios y viviendas, facilitando la intimidación y el cobro de cupos

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Policías cercan una escena del
Policías cercan una escena del crimen en una calle de La Libertad, donde asesinaron a balazos a una persona que se negó a ceder al cobro de cupos. (Yolanda Goicochea/La República)

El auge de una franquicia del delito basada en la venta de stickers de la extorsión por TikTok en Trujillo ha convertido símbolos como pumas, rottweilers y batmans en la nueva moneda de intimidación en las calles y comercios.

Según Contra Corriente, en Trujillo, ciudad ubicada al norte del Perú, estos emblemas no solo se han vuelto visibles en negocios, casas y vehículos, también han multiplicado su alcance por todo el país a través de servicios de delivery y la utilización de aplicaciones como TikTok y Yape.

De acuerdo un informe del dominical, la oferta de stickers extorsivos en redes sociales ha dado paso al fenómeno de la “franquicia de la extorsión”. Los delincuentes proponen la venta de calcomanías asociadas a bandas como Los Pulpos, permitiendo que cualquier interesado acceda a estos distintivos a precios reducidos.

Dos delincuentes interceptan a una
Dos delincuentes interceptan a una empresaria y le encañonan al interior de su vehículo para secuestrarla y, posteriormente, pedir un millonario rescate a sus familiares. (El Diario Ecuador)

“Tú no estás hablando con cualquier huevoncito, ¿me entiendes? Ni con un mocosito... Tú estás hablando acá directamente conmigo, con el dueño de la línea”, declaró uno de los vendedores identificado en la investigación, en diálogo recogido por Contra Corriente.

Las formas de pago, según explicó el medio, se realizan a través de Yape, con la promesa de entregas rápidas y un sistema de monitoreo posterior. El vendedor detalla que, tras colocar la calcomanía, el comerciante recibirá llamadas o visitas periódicas para verificar el pago de “cuotas”, replicando un esquema que simula el de una franquicia comercial, pero en el mundo del crimen organizado.

Expansión y sofisticación

Contra Corriente documenta que este método incorpora a delincuentes comunes al circuito de la extorsión profesional, facilitando el acceso y la “fama” de quienes deseen identificarse con bandas de alto perfil.

El catálogo incluye figuras como el puma (asociado a Los Malditos del Triunfo y La Jauría), lobos, zorros y nuevos diseños como la cruz blanca o el batman, lo que refleja la diversificación del mercado delictivo en la ciudad.

Stickers usados por la banda
Stickers usados por la banda ‘Los Pulpos’ para marcar a colectiveros extorsionados. Foto: Trujillo Visión

El proceso de venta incorpora la entrega fraccionada: “La unidad te dejo a cincuenta (soles): tres por cien y ocho por doscientos. Hasta te puedo dejar diez por doscientos”, afirma el vendedor en mensajes aportados a la investigación de Contra Corriente.

Además del sticker, existen productos adicionales como prendas, polos y hasta saludos personalizados de los cabecillas de la organización, lo que indica un avance hacia el merchandising criminal.

El control territorial

La aparente facilidad con la que se distribuyen estos stickers en Trujillo y otras ciudades peruanas ha vuelto cotidiano ver estos símbolos metálicos adheridos a puertas y vidrieras. Pero cada calcomanía representa una amenaza, una advertencia sobre quién controla esa zona y qué negocios han optado por someterse al “impuesto” fijado Los Pulpos u organizaciones similares.

De acuerdo con informes recogidos por Contra Corriente, “todo comerciante que es amenazado y lamentablemente ya está dispuesto o ya pagó su cuota, le colocan el sticker en su negocio y esto origina prácticamente un impuesto delincuencial de por vida”. La rutina se refuerza con llamadas, mensajes y hasta visitas, asegurando así el cobro constante bajo la marca de cada banda.

Foto actualizada de Jhonnson Cruz,
Foto actualizada de Jhonnson Cruz, de 26 años, presunto cabecilla de la nueva generación de Los Pulpos de Trujillo.

Frente a la extorsión

El intento por parte de la Policía Nacional del Perú (PNP) de contrarrestar esta dinámica a través de la colocación de stickers oficiales no ha logrado frenar el crecimiento y la visibilidad de estos grupos.

Contra Corriente relata que los extorsionadores reaccionan reforzando su presencia: pegan más stickers y amplían las zonas marcadas, ejerciendo presión y reforzando su “marca indeleble”.

“Ya son tan célebres estas organizaciones criminales… que se están convirtiendo en franquicias que venden su distintivo, sus stickers, su forma de trabajo a través de las redes sociales, usando Yape, como si fuera un negocio, como si estuvieras abriendo un restaurante”, describió uno de los participantes en la investigación de Contra Corriente.

Los Pulpos, una de las
Los Pulpos, una de las bandas más sanguinarias de Trujillo, ha llegado a extender sus tentáculos al exterior del país, causando muertes, pánico y terror.

Las plataformas digitales

La utilización de TikTok ha convertido la distribución de estos símbolos en una vitrina pública, donde los productos y servicios se muestran, se transan y se distribuyen con alcance nacional. Los criminales establecen comunicación directa con los compradores, ya sea a través de mensajes o llamadas, y acuerdan la entrega de los stickers y demás artículos por mecanismos de pago virtual.

Una llamada presentada por Contra Corriente ilustra parte del procedimiento habitual: el interesado selecciona los modelos, paga la mitad del importe mediante Yape y recibe indicaciones sobre el lugar de entrega, que suele concretarse en las inmediaciones de barrios bajo vigilancia de la organización.

La investigación revela que junto a las calcomanías, los grupos ofertan prendas, polos y saludos especiales de los cabecillas criminales como parte de su estrategia de auto-promoción.

Policía capturo a seis presuntos
Policía capturo a seis presuntos integrantes de Los Pulpos de Trujillo. (Fotocomposición Infobae Perú/ Foto: Facebook: Centinela Noticia Laredo )

Este fenómeno, acompañado de la constante aparición de nuevos diseños y la publicitación en redes sociales, potencia la imagen de los grupos criminales y alimenta la percepción de que forman parte habitual de la vida urbana en Trujillo y otras ciudades del país.

“Estamos normalizando el crimen organizado y eso es muy peligroso, porque vean ustedes con la naturaleza que ellos piden los pagos utilizando además plataformas del banco como Yape para que le hagas el pago y después ellos vía WhatsApp te mandan los stickers”, se advierte en Contra Corriente.

La dinámica descrita en la investigación recoge la sensación de impunidad y la urgencia ciudadana frente a una forma de extorsión que transforma cada sticker en un recordatorio visible del control territorial criminal en el Perú actual.