Reanudan visitas a Huayna Picchu tras cierre por deslizamiento: ruta ya es segura y vuelve a ofrecer su icónica vista de Machu Picchu

Durante las primeras semanas de marzo, el acceso a uno de los principales atractivos turísticos de Machu Picchu permaneció cerrado. El desprendimiento de un tramo de la vía obligó a las autoridades a suspender de forma inmediata el ingreso a la montaña Huayna picchu. El cierre generó preocupación entre los visitantes y operadores turísticos, quienes se vieron obligados a reorganizar itinerarios con poca antelación.

La medida se adoptó para evitar cualquier riesgo a los visitantes nacionales y extranjeros que recorren diariamente la ruta. Según el reporte oficial, el deslizamiento comprometió un tramo de 15 metros del camino, ubicado a aproximadamente 300 metros del puesto de control. La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Cusco tomó control de la situación con la intención de evaluar el terreno afectado y definir las acciones necesarias para su recuperación.

Pasadas varias semanas de intervención, las autoridades anunciaron el restablecimiento del acceso al público. El trabajo en la vía afectada permitió que Huayna Picchu reabriera sus puertas y volviera a formar parte de la experiencia turística de la llaqta de Machupicchu.

La reapertura se llevó a cabo tras la ejecución de una propuesta técnica elaborada por especialistas del Parque Arqueológico Nacional de Machupicchu. El jefe del parque, Nino del Solar, explicó que el equipo técnico “evaluó y materializó una propuesta que incluyó el corte de roca, la consolidación de un muro de contención y la implementación de pasamanos de cable acerado”.

Las labores se centraron en una zona crítica donde existía un muro prehispánico afectado por el deslizamiento. “También se realizaron trabajos de estabilización estructural de ese muro para garantizar su conservación”, señaló Del Solar, quien precisó que los trabajos buscaron recuperar la transitabilidad y asegurar la seguridad de los visitantes.

Además de las labores estructurales, se reforzó el monitoreo en la ruta con la presencia constante del personal de vigilancia. Según el jefe del parque, el equipo en campo brinda orientación durante todo el recorrido, lo que permite detectar cualquier situación irregular y actuar de inmediato.

Mientras se desarrollaban los trabajos, la DDC Cusco ofreció a los visitantes afectados dos opciones ante la suspensión del ingreso. Una de ellas fue la devolución del dinero por el boleto comprado, y la otra, el acceso a rutas alternas dentro del parque arqueológico, como la Ruta Diseñada (3B) o la Ruta Montaña Machu Picchu (1A).

Estas rutas permitieron que quienes ya se encontraban en la zona no vieran truncada por completo su visita. A pesar de las limitaciones, el número de ingresos diarios al parque se mantuvo dentro de los límites establecidos por las autoridades, sin afectar el flujo turístico general de la región.

La suspensión generó cierto malestar en agencias de turismo que ya habían vendido paquetes, incluyendo este sitio, una de las rutas más demandadas por la vista que ofrece desde la cima. Sin embargo, la DDC Cusco recalcó que “la prioridad es la seguridad de los visitantes y la conservación del patrimonio”.

La evaluación geológica fue realizada por un equipo técnico del parque, con apoyo de especialistas en ingeniería de caminos y conservación estructural. Los resultados permitieron tomar decisiones rápidas sobre la ejecución de obras, que se realizaron sin extenderse más allá de lo necesario para reabrir el acceso.

El seguimiento continuará en las próximas semanas para verificar la estabilidad de la vía rehabilitada. Personal técnico realiza inspecciones constantes y mantiene contacto con los vigías asignados a la zona. Las condiciones climáticas de marzo, marcadas por precipitaciones intensas, motivaron una vigilancia más estricta para prevenir nuevos incidentes.

Durante el tiempo de cierre, también se evaluaron otros puntos de la ruta para prevenir situaciones similares. Las autoridades del parque destacaron la necesidad de mantener mecanismos de respuesta rápida ante posibles emergencias, así como una comunicación directa con los operadores turísticos.

Con la reapertura, Waynapicchu volvió a integrarse al circuito turístico habitual de Machu Picchu, y los visitantes pudieron retomar una de las caminatas más emblemáticas del santuario histórico. Las medidas aplicadas buscan no solo garantizar la seguridad, sino también proteger los restos arqueológicos que forman parte del recorrido.