Expolicía encabezaría banda criminal que atentó contra Armonía 10: se disputaría el control criminal con ‘El Monstruo’

Un expolicía identificado como Yojairo Arancibia Sevillano estaría liderando una peligrosa facción criminal en Lima Norte vinculada al ataque perpetrado contra el grupo musical Armonía 10, hecho que culminó con la muerte del cantante Paul “El Ruso” Flores. La banda criminal “los injertos del cono Norte” extorsionaría a transportistas, colegios y artitas.

Según los reportes de Latina Noticias, la Policía Nacional del Perú (PNP) sostiene que la línea de investigación sólida vincula directamente a Arancibia Sevillano con el asesinato de Paul Flores. La evidencia balística reveló que el arma utilizada en el crimen fue una pistola Glock, dato que ha sido fundamental para conectar el ataque con una red de sicarios que estaría bajo el mando del exagente policial.

De acuerdo con el citado medio, la PNP maneja la hipótesis de que el atentado formó parte de una operación fallida de extorsión. El objetivo habría sido amedrentar al grupo musical para exigir el pago de “cupos”, una práctica común entre organizaciones criminales que operan en Lima Metropolitana. “La intención aparente no era matar, sino generar miedo”, indicó Latina Noticias, citando fuentes policiales, aunque el ataque rompió códigos internos del crimen organizado al realizarse fuera de la jurisdicción habitual de la banda.

El caso de Armonía 10 no sería un hecho aislado. Según Latina diversas orquestas de cumbia podrían estar siendo amenazadas por más de una organización criminal. La investigación apunta a que estas bandas han ampliado su accionar extorsivo hacia el sector musical, buscando rentas ilegales a través del miedo y la violencia.

El propio abogado de la orquesta de cumbia negó en su momento que el grupo estuviera siendo amenazado, pero la policía sospecha que la agrupación podría estar siendo presionada por varias bandas a la vez. Es decir, las múltiples organizaciones que operan en paralelo dificultan trazar responsabilidades directas.

Yojairo Arancibia Sevillano, alias JJ o simplemente Yojairo, integró anteriormente las filas de la Policía Nacional del Perú. Fue dado de baja por actividades delictivas, y desde entonces su historial ha estado marcado por la clandestinidad. Hoy, según la policía, pelea el control de “los injertos del cono Norte”, banda que tuvo entre sus líderes visibles a Eric Moreno, también conocido como “El Monstruo”.

En 2024, durante un operativo realizado en la vivienda de una de sus parejas, la policía descubrió que el lugar había sido acondicionado como búnker de la banda criminal. Contaba con un mini gimnasio, un bar, cámaras de videovigilancia y cinco accesos para facilitar la fuga en caso de ser descubiertos. Estos hallazgos confirmaron la tesis de que la vida del implicado estaba sostenida por actividades criminales. Además, los agentes encontraron artículos de lujo y armas de fuego. En el mismo operativo, fueron detenidos su hermano, el suboficial Miguel Ángel Arancibia Sevillano, su esposa Rosmery Honorio y una tercera mujer, identificada como María de los Ángeles de la Cruz.

Miguel Ángel trabajaba en la comisaría de San Isidro, a pesar de haber sido detenido anteriormente por asalto y extorsión en marzo de 2023. Fue sorprendentemente reinstalado en sus funciones tan solo 20 días después de su arresto. Para las autoridades, esta rápida reincorporación de Miguel Ángel solo confirmaría que ‘El Monstruo’ necesitaba un infiltrado dentro de la PNP para acceder a información privilegiada y continuar eludiendo la justicia.

Según información proporcionada por Latina Noticias, alias ‘Mariano’ se encontraba oculto en un inmueble situado en el cruce de la Avenida Naranjal y el Jirón Yunques, en la zona limítrofe entre los distritos de San Martín de Porres (SMP) y Los Olivos, al norte de Lima. El operativo se llevó a cabo tras varios días de minuciosas investigaciones y seguimientos realizados por la Policía.

Altamirano es el quinto miembro de ‘Los Injertos del Cono Norte’ detenido en relación con el asesinato de Paul Flores. Esta captura refuerza el trabajo de las autoridades en su intento por desarticular las estructuras de crimen organizado en la capital.