Ministerio de Cultura supervisó daños a las Líneas de Nazca por huaicos y lluvias

Las intensas lluvias y huaicos que afectaron diversas regiones del Perú también causaron daños en las Líneas de Nazca, ubicadas en el sur de Ica. Según informes desde la provincia de Nasca, el deslizamiento activado en la quebrada San Martín, en el distrito de El Ingenio, ocasionó la caída de lodo y piedras que perjudicaron tres geoglifos: La Mano, El Árbol y El Lagarto.

El barro llegó incluso hasta la Torre Mirador y la pista auxiliar de la carretera Panamericana Sur, a la altura de los kilómetros 422 y 423. El alcalde de El Ingenio, Martín Caipo Berrocal, indicó que este tipo de incidentes no es nuevo, ya que en 2009 algunas figuras también sufrieron daños, aunque fueron restauradas tras varios esfuerzos.

Las Líneas de Nazca, que abarcan más de 450 kilómetros cuadrados, fueron creadas entre los siglos V y VIII por la cultura Nazca. Entre las más emblemáticas destacan el Colibrí, el Mono y el Astronauta.

El titular del Ministerio de Cultura (Mincul), Fabricio Valencia, llegó a la zona para evaluar las posibles afectaciones. Señaló que, aunque no hubo daños considerables en otras áreas, es urgente realizar una limpieza del lugar, especialmente en el Mirador de Nazca, donde no se han hecho mantenimientos en años.

También reveló que su cartera se encuentra trabajando en un plan, el cual se enfocará en la restauración y el fortalecimiento de áreas estratégicas para impulsar el turismo cultural en la región.

“Vamos a pedir que la estructura que está al costado de la Torre Mirador sea transferida del Plan Copesco (Mincetur) al Ministerio de Cultura, para que se pueda utilizar todo este espacio de forma masiva”, destacó el titular del Mincul.

Pese a que los daños que recibieron los tres geoglifos son reversibles, el ministro destacó que las lluvias generan un riesgo constante para este patrimonio declarado por la UNESCO en 1994 como Patrimonio de la Humanidad.

Las intensas lluvias que azotaron Ica desde la tarde del pasado lunes 17 de febrero han causado estragos en varios distritos, incluyendo Parcona, Tinguiña, Subtanjalla y Salas Guadalupe.

Las precipitaciones, que duraron más de 45 minutos, desbordaron calles y colapsaron los sistemas de desagüe, dejando a miles de residentes atrapados en medio de las inundaciones.

Las inundaciones afectaron gravemente a los residentes, con aguas que superan los sistemas de alcantarillado e inundan viviendas. Esta situación no solo obstaculizó el tránsito, sino que también viene generando un riesgo para la salud pública debido a la mezcla de agua de lluvia con aguas residuales.

Además, la saturación del terreno por lluvias anteriores y el colapso de desagües han aumentado el riesgo de deslizamientos de tierra y huaicos.

Dada la gravedad de la situación, las autoridades declararon estado de emergencia en algunas de las zonas más afectadas. El Senamhi ha emitido una alerta roja debido a la posible activación de quebradas y la ocurrencia de huaicos en áreas como San José de Los Molinos, donde las quebradas Tortolitas y La Yesera representan una amenaza significativa.

En otros sectores, como Los Aquijes, la quebrada Pedregal pone en riesgo las viviendas precarias, muchas de las cuales están construidas con materiales vulnerables como esteras y techos de barro.