Casi 70% de peruanos considera que ser hombre es una ventaja económica, según estudio de desigualdad de género

Un asombroso 80% de los peruanos considera que la brecha entre ricos y pobres en el país es “grave” o “muy grave”, según reveló la II Encuesta Nacional de Percepción de Desigualdades (Enades-2024). El estudio, una colaboración entre Oxfam y el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), también expone que el 60% de los encuestados cree que esta desigualdad ha aumentado en los últimos dos años.

Alejandra Alayza, directora de Oxfam en Perú, explicó que “estos factores profundizan la desigualdad entre hombres y mujeres porque está muy arraigada la idea de que la autonomía económica debe ser asumida por los varones. Entonces hay que preguntarse qué está pasando con las mujeres para lograrla”. Según Alayza, las altas tasas de empleo informal, la violencia y la sobrecarga de trabajos de cuidados no remunerados agravan la situación de las mujeres peruanas.

En el análisis regional y sociodemográfico, se observa que la percepción de desigualdad es más pronunciada entre los habitantes de Lima Metropolitana, pertenecientes al nivel socioeconómico C y quienes se identifican como mestizos.

A pesar del reconocimiento del crecimiento económico de Perú en los últimos años, el estudio revela que el 43% de los encuestados siente que no todos los peruanos han tenido las mismas oportunidades para salir de la pobreza. La mayoría de las personas que comparten esta opinión residen en la región sur del país, tienen más de 25 años, cuentan con un grado de educación superior y se identifican como mestizos.

Asimismo, la encuesta de Enades-2024 muestra que el 42% de los encuestados están en desacuerdo con la idea de que las personas son pobres porque desaprovechan las oportunidades.

Además, un 59% cree que el lugar donde una persona vive durante la niñez es un factor crucial para tener mejores oportunidades en su vida adulta. Este último porcentaje es más alto entre los hombres encuestados, en contraste con un 13% que opina que dicho factor es poco importante.

Entre aquellos que sostienen que no todos tienen las mismas oportunidades para salir de la pobreza, es evidente que existe un patrón sociodemográfico.

La desigualdad de género también es vista como un problema grave en Perú. El 51% de los encuestados considera que la desigualdad entre hombres y mujeres es muy grave o algo grave. Esta cifra sube al 60% entre las mujeres, mientras que entre los hombres alcanza el 42%.

En especial, la percepción de gravedad de esta desigualdad es mayor entre quienes viven en Lima Metropolitana, en el sur del país y entre aquellos que pertenecen al nivel socioeconómico C.

De otro lado, un 67% de los encuestados cree que ser hombre se atribuye como una ventaja significativa para alcanzar una mejor posición económica. Tal percepción está vinculada a la alta tasa de empleo informal que enfrentan las mujeres, además de la violencia de género y la carga de trabajos domésticos no remunerados.

Según Alejandra Alayza, “muchas mujeres deben dejar de trabajar para cuidar a sus hijos menores, a un familiar con discapacidad o a un adulto mayor, o suspender sus estudios por falta de recursos”.

La percepción de injusticia no se limita a la economía y las oportunidades. La encuesta de Enades-2024 destaca que el 88% de los encuestados detectan desigualdad en el acceso a la justicia, mientras que el 76% lo percibe en la educación y el 83% en la salud.

A nivel nacional, el 31% considera que un Estado más justo es el factor más crucial para lograr un Perú más igualitario, y el 90% coincide en que el país está gobernado por unos pocos grupos de poder que solo buscan su beneficio.

Para Patricia Zárate, jefa de Estudios de Opinión del IEP, “La gente observa que hay quienes tienen mucho dinero y otros que no. Esa sensación está presente en la mayoría de las personas. Puedo complementar lo dicho con un dato del barómetro, en el que solo el 20% cree que los derechos básicos de las personas están protegidos por nuestro sistema político”.

A pesar de las preocupaciones sobre desigualdad y justicia, el 60% de los encuestados siente que su situación económica es mejor que la de sus padres a su edad. Además, el 81% cree que sus hijos tendrán una mejor situación económica que ellos mismos cuando lleguen a la adultez.