La peor cara de Perú con Juan Reynoso: penosa actuación ante Bolivia y último lugar en Eliminatorias 2026

Una débil y ruinosa ‘bicolor’ perdió 2-0 a manos de la ‘verde’ y se condenó en la última posición en la tabla de colocaciones del proceso mundialista. La gestión del ‘Ajedrecista’, en su hora más crítica.

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Joao Grimaldo apenas tuvo ciertos
Joao Grimaldo apenas tuvo ciertos destellos en La Paz. - Crédito: Getty Images.

Perú y Bolivia abrieron la quinta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas 2026 en un partido de suma importancia para zafarse del sótano de la tabla de colocaciones. Ambas selecciones llegaron como las peores en el proceso al no haber ganado en las primeras cuatro jornadas. Aunque, la ‘verde’ dio un paso adelante al imponerse por la cuota mínima con un golazo de Henry Vaca. De tal manera que los ‘altiplánicos’ por fin pudieron celebrar y cosechar tres unidades dejando a la ‘bicolor’ en el fondo sin un atisbo de mejora en todos los aspectos.

En la antesala de la contienda, el cuerpo técnico de Juan Reynoso descartó a ocho elementos, algunos de ellos sorpresivos: Oliver Sonne, Alexis Arias, Walter Tandazo, Andy Polo, Luis Abram, Matías Succar, Santiago Ormeño y Diego Romero. La ausencia, sobre todo del primero, denota que aún desean llevarlo por una etapa de adaptación con el plantel; aunque tampoco se descarta que el contexto no era el propicio para un futbolista que desconocía la altura.

Bolivia hunde a Perú, cuyo rendimiento en las Eliminatorias 2026 es crítico.

Más ruido hizo los recortes de Alexis Arias, Walter Tandazo y Andy Polo. Porque los dos primeros son habituales en un terreno similar al Hernando Siles de La Paz y el último siempre fue una póliza de vida para la labor de Reynoso Guzmán. Aun así, se prefirió a otros elementos que, a la postre, no marcaron la diferencia. Quedará en el espacio de la imaginación si es que ellos pudieron dar otro aire al mediocampo / ofensiva de la ‘blanquirroja’.

Probó el seleccionador de Perú a Piero Quispe, Franco Zanelatto y Joao Grimaldo en una conformación inédita en los últimos metros del campo. El experimento no resultó, no fue lo esperado. Aunque el ‘36′ de Universitario, quien en su debut oficial en las Eliminatorias 2026 usó el dorsal ‘8′, fue de lo mejor en una intrascendente selección. Jugador interesante, con claridad para cumplir con la responsabilidad de volante ofensivo y de mucho carácter.

Franco Zanelatto no trascendió en
Franco Zanelatto no trascendió en el partido contra Bolivia. - Crédito: EFE

En medio de esa agitación, de ese golpe a la mesa al recurrir a variantes que solían estar en boca de los peruanos de pie, la selección volvió a demostrar sus debilidades, su carencia en la elaboración y la poquedad en ataque. Ni siquiera la presencia de Gianluca Lapadula, quien por primera vez comandó la ofensiva de Perú sustituyendo al veterano Paolo Guerrero, modificó el esperpéntico andar. De lo poco positivo que se puede decir --si es que hay algo positivo-- es que por fin hubo un remate a portería después de 571 minutos.

El sufrimiento se asentó cuando Henry Vaca aprovechó un craso error en defensa de Carlos Zambrano, que se sucedió con una débil marca de Alexander Callens, y hundió a Pedro Gallese con un golazo que hizo delirar a una apagada afición. Perú se marchó al descanso con el score el contra, con los hinchas gritándole al entrenador --que se hizo tendencia por una captura de televisión donde se le ve escribiendo raudamente sobre una pizarra con forma de campo de fútbol-- y sin ideas para revertir la complicada coyuntura.

En la segunda parte, la selección mantuvo ese ritmo lastimero sin flujo de juego por ninguna parte del campo. Cerca a la hora reglamentaria, Reynoso echó mano de Bryan Reyna y Paolo Guerrero. Ellos intentaron cambiar la cara, pero no capitalizaron las ocasiones contadas. Todo quedó liquidado al 85′ cuando Ramiro Vaca dio el golpe de gracia con una espléndida definición que selló el 2-0 definitivo. Lo que vino después es lo ya conocido: abucheos contra Juan Reynoso desde la grada peruana toda vez que exigían su renuncia por la pésima gestión reflejada en un empate y cuatro caídas aunada a la ineficiencia de cara al arco. Una verdadera crisis se acentúa. Y el martes, ante Venezuela, puede ser la estocada final.