Kun Agüero: el rebelde sensato

Desde temprana edad, el jugador se destacó por su carisma y ante el retiro forzoso, supo reinventarse y convertirse en uno de los streamer más populares. En paralelo, su sensatez lo llevó a incursionar en otras áreas y mantener una fuerte posición sobre la realidad social y política

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Sergio "Kun" Agüero
Sergio "Kun" Agüero

Y, sí: Sergio Leonel Agüero, de 35 años y un metro 73, sigue dando batallas como el Cid. Pero vivo, desde luego, aunque retirado de la cofradía de los grandes jugadores de fútbol por una arritmia valvular que le ordenó dejarlo.

Encontramos en el retiro forzoso que donde quiera que haya ido, floreció. Una pista para su personalidad que armoniza con la sonrisa magnética y los ojos alegres: el Kun, el mote se pegó desde chico cuando veía un dibujo animado japonés muy simpático llamado así y que no se perdía capítulo.

Lo encontraban parecido al personaje. En cualquier país embriagado por la magia del fútbol, es decir en todo el mundo, es llamado Kun. Lo llaman Kun en España, en Manchester -donde fue el histórico goleador al que le encantaba su entrenador estratega, Guardiola, el catalán y catalanista más caro y de exigencia sin posibilidad de discusión o disenso-, en Barcelona, en el Madrid, en Italia, en Túnez y en Japón. Sergio es Kun donde quiera uno imaginar y donde quiera que haya estado, fue y es Kun.

Se trata de que al verse obligado a dejar de ser un jugador descomunal en arte y eficiencia, no se sumó a la tradición sentimental y cursi que aquí se cultiva desde siempre: podría jugar el juego y ver cómo se le pianta un lagrimón (alusión tanguera) intoxicado de autocompasión. La patria se lo pedía. Hemos visto miles de partidos donde jugadores que hayan ganado o perdido soltaron llanto y moco para satisfacción de la tribuna de donde puede partir aplausos y consolación o tirarle una botella para la cabeza de alguno. Es “una pasión”, la coartada redonda.

Kun Agüero durante un stream con Ibaia
Kun Agüero durante un stream con Ibaia

El Kun no entró: ni entrevistas doloridas, ni lamentos, ni explicaciones sobre qué pasa cuando un jugador deja de serlo y se produce un vacío existencial. Agüero es de otro palo, con seguridad que los días le depararon en muchos lugares a los que siempre se adoptó con toda tranquilidad siempre funcionó. Aprendió que hay realidades diversas, se dio cuenta sin problemas y las incorporó.

De todos modos, la patología que lo sacó del tablero tuvo una red de contención: a los 15 años debutó en Independiente, Atlético de Madrid, Manchester City y Barcelona. El inicio grande como adolescente –la edad, un récord- cuenta un valor alto, aunque las transferencias a Europa hablan de muchos millones de euros. Su patrimonio ronda los cien millones de dólares según la publicación Gossip, mientras Forbes baja la cifra aunque siempre importante.

El rebelde sensato, ahora es streamer, comentarista y crítico de la realidad argentina: en varias ocasiones, el inteligente Agüero paró el carro de la invención o la justicia injusta. Protestó con argumentos sólidos y claros cuando se aprobó el impuesto a la riqueza impulsada por los diputados Máximo -sí, Kirchner- y Heller. Se negó a pagar por algo que ganó con esfuerzo y talento a lo largo de años: “Siempre he pagado impuestos. Me parece injusto que haya que pagarlos por el patrimonio, aún cuando se diga que es por quienes menos tienen. ¿Qué hacen con los impuestos que ya pagué, que ya se han pagado? En España, en Gran Bretaña, en Florida, en Singapur, donde no se debe pagar por el patrimonio, se puede elegir donde vivir, qué hacer, cómo vivir mejor y más felices. No tienen que pagar impuestos dobles. Además, si esos patrimonios bajaron por malos resultados de cualquier tipo, tienen que pagar de todos modos lo mismo establecido. Yo he invertido en la Argentina, por otro lado. Si no tenés ganancias en el año, se obliga también a pagar. Siempre gané trabajando, desde la villa en la que viví. Nadie me regaló nada”. El rebelde sensato en acción. “Aquí, donde, insisto, invierto en el país aunque nunca se mejora como país. Ya de chiquito se sufría mucho”.

El Kun Aguero le respondió a Pablo Dugan

El Kun, rebelde sensato, sabe pensar con rapidez frente a los laberintos y retorcimientos folklóricos. No se calla.

Horas, apenas horas, el periodista Pablo Duggan lo fustigó por haber pensado en la posibilidad de una dolarización aunque el Kun, ubicado en su lugar no desplegó una posibilidad técnica: ¿Cómo subsistir en pesos cuando la vida diaria es carísima, en dólares? Nada más. un pensamiento en voz alta. Duggan se ocupó de él: Agüero es un tipo peligroso, es un hijo de puta. Agüero no digirió: “Cuando yo laburaba en el principio recibía 2.500 pesos. Vos seguramente vivías en un barrio cerrado. Y trabajas para un gobierno. Yo no. Me da lo mismo, no tengo una actividad política, ni paga ni por convicción. Pero me insultas, ¿te das cuenta? me llamás hijo de puta“.

Tal que, si tienen ganas pueden ir por ejemplo a google y verlo a los 18 años cantar con Los Leales una especie de cumbia. Larga relación con La Princesita, muy ventilado en su tiempo y la unión y separación de Gianina Maradona. Con ellos, Benjamín, el hijo que si es por asuntos de genes puede ser algo tremendo. Juega en las inferiores de Tigre.

Es un importante empresario de juegos electrónicos con una organización que tiene el ochenta por ciento, en un negocio que significan centenares de miles en todo el planeta. Sofía Calzetti, a su vez empresaria con un desarrollo comercial en marcha, es la pareja del Kun. El, en tanto, ya integra el mercado inmobiliario destinado a viviendas de mucha calidad. El rebelde sensato dice lo evidente sin que lo hagan callar.

Es el mensajero que repite un cuento repetido, clásico y necesario: el rey está desnudo.

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