IVE: de lo imposible a lo inevitable

Esta ley votada en la madrugada del 30 de diciembre, como todas aquellas que avanzan por los derechos humanos y las libertades individuales, nos dan el marco fundamental para construir una sociedad menos hipócrita, más justa, más inclusiva y más diversa

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Cientos de miles de personas festejan la despenalización del aborto después de que se aprobase en el Senado este miércoles en Buenos Aires, Argentina. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
Cientos de miles de personas festejan la despenalización del aborto después de que se aprobase en el Senado este miércoles en Buenos Aires, Argentina. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

El Senado convirtió en ley la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Aquellos que sugieren que la sociedad argentina está más dividida que antes, me atrevo a decir que especulan y buscan generar conflictos. La realidad es que la lucha por la ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo ha sido históricamente transversal a los partidos políticos, liderada por mujeres dentro de sus espacios. Efectivamente el FDT hoy es el espacio que mejor representa el movimiento feminista, no obstante, la ley no hubiese prosperado sin el debate del 2018 y sin los votos de Juntos por el Cambio.

Esta ley votada en la madrugada del 30 de diciembre, como todas aquellas que avanzan por los derechos humanos y las libertades individuales, nos dan el marco fundamental para construir una sociedad menos hipócrita, más justa, más inclusiva, más diversa.

No dividen, al contrario, permiten a les más vulnerables salir a la luz, para reclamar la contención necesaria por parte del estado y la sociedad. Todo eso a los poderosos les incomoda, les rompe el status quo donde instalan sus prejuicios y su poder.

Ellos dicen que el gobierno divide, que está lejos del pueblo, pero eso es muy absurdo. Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner han escuchado al pueblo, abrieron el marco normativo para que cada una pueda vivir la gestación y la maternidad como desea.

Hoy las mujeres, las invisibles, las innombrables, hemos hecho historia. Hemos conquistado nuestros derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos. El mundo nos mira, orgulloso de ese movimiento verde que recorre las calles con alegría y al mismo tiempo teje estructuras políticas de poder para crear derechos. Lo hicimos con la ley de matrimonio igualitario, de identidad de género, de paridad, ahora con la IVE y lo volveremos a hacer hasta que caiga el patriarcado y podamos vivir libres de una vez.

¿Molesta? ¿Van a patalear? Claro que sí. Nos dijeron que fuimos creadas de la costilla de Adán, a semejanza del hombre, para cumplir sus deseos. Es obvio que les molesta que podamos cuestionarnos cuándo, cómo, dónde y con quién tener hijes. Podrán patalear, pero sepan que está naciendo una Argentina mejor.

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