Cáncer de colon: estos son los factores que afectan a los adultos jóvenes en México

El cáncer de colon, históricamente considerado una enfermedad de adultos mayores, está creciendo de manera alarmante entre los adultos jóvenes en México.

Este tipo de cáncer se ha convertido en una de las principales causas de muerte por tumores malignos en el país, especialmente en la Ciudad de México, el Estado de México y regiones del norte, según datos de la Secretaría de Salud.

En los últimos años, la incidencia de este padecimiento ha aumentado un 30 por ciento, situándose como un problema crítico de salud pública. Solo en 2022, se registraron más de 16 mil nuevos casos y 8 mil 283 muertes, cifras significativamente mayores a las de 2020.

Especialistas como el Dr. José Antonio Castañeda, cirujano especializado en laparoscopia avanzada, vinculan el aumento de casos a cambios en los hábitos de vida y alimentación de la población mexicana. Entre los principales factores de riesgo destacan:

• Obesidad: México enfrenta una de las tasas más altas de obesidad en el mundo. Este exceso de peso no solo afecta el metabolismo, sino que también provoca inflamación crónica y desregulación hormonal, condiciones que favorecen el desarrollo de mutaciones cancerígenas en el colon.
• Mala alimentación: las dietas ricas en alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas y pobres en fibra están directamente asociadas a alteraciones en la microbiota intestinal, lo que aumenta el riesgo de cáncer.
• Sedentarismo: la falta de actividad física, especialmente desde edades tempranas, contribuye al aumento del peso corporal y al deterioro metabólico.

El panorama es particularmente preocupante porque el cáncer de colon en sus etapas iniciales suele ser asintomático, dificultando un diagnóstico temprano.

El incremento del cáncer colorrectal en adultos jóvenes no es exclusivo de México. Estudios internacionales, como uno publicado recientemente en The Lancet Oncology, muestran que la incidencia de esta enfermedad en menores de 50 años está creciendo más del 3 por ciento anual en varios países.

Sin embargo, en México, la combinación de obesidad y hábitos alimenticios nocivos ha acelerado el fenómeno.

El Dr. Castañeda enfatizó la importancia de la prevención a través de cambios estructurales en el estilo de vida:

• Promover la actividad física regular y limitar el consumo de alimentos ultraprocesados.
• Fortalecer la educación nutricional desde la infancia para fomentar hábitos saludables.
• Facilitar el acceso a pruebas de detección como la colonoscopia, que puede prevenir hasta el 90 por ciento de los casos al identificar pólipos precancerosos.

“Si no actuamos desde la raíz del problema, estamos condenando a las nuevas generaciones a enfrentar enfermedades graves a edades cada vez más tempranas”, advirtió Castañeda.

El cáncer de colon es un desafío creciente en México, pero con políticas públicas adecuadas y un cambio cultural hacia un estilo de vida más saludable, es posible revertir esta tendencia y mejorar la calidad de vida de la población.