El Banco de México participa en el proyecto internacional para tokenizar pagos transfonterizos de diversos países

Desde el año pasado un grupo con más de 40 instituciones financieras privadas internacionales se están poniendo de acuerdo para alcanzar un funcionamiento más eficaz, rápido, seguro y económico

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Esta imagen muestra a una mujer sosteniendo una tarjeta de crédito frente a su laptop, preparándose para realizar compras online. Ilustra la comodidad y facilidad de las transacciones electrónicas, desde la selección de cuotas hasta el aprovechamiento de promociones, especialmente durante eventos como el Black Friday. La fotografía destaca la importancia de las plataformas digitales en el comercio actual y cómo han cambiado nuestras interacciones con los bancos y las opciones de débito y crédito. (Imagen ilustrativa Infobae)

Desde inicios de 2024 el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) y el Banco de Pagos Internacionales (BIS), están coordinando un proyecto que busca orientar los esfuerzos de siete Bancos Centrales, donde destaca la participación del Banco de México como único Banco Central de América Latina, y un grupo con más de 40 instituciones financieras privadas, cuyo objetivo primordial es alcanzar un funcionamiento más eficaz, rápido, seguro y económico para realizar pagos transfonterizos, mediante un proceso de “tokenización”.

El proyecto referido se llama “Agorá” que significa “lugar de reunión” en griego, lo cual hace referencia a la idea de reunir las experiencias y conocimientos de las diferentes organizaciones financieras en aras de encontrar la mejor alternativa de operación en el proceso de transferencias monetarias transfronterizas. Los Bancos Centrales participantes convocados por el BIS son: Banco de México, Banco de Corea, Banco de Francia -que representa al Sistema Bancario Euro-, Banco de Inglaterra, Banco de Japón, Banco Nacional Suizo y la Reserva Federal de Nueva York. Paralelamente el BIS y el IIF convocaron a un grupo de instituciones financieras privadas (hasta el reporte de septiembre de 2024 había registradas 43 instituciones), entre las que destacan: Visa, Mastercard, Swift, J.P. Morgan Chase Bank, HSBC, Banorte, Deutsche Bank, Citi, Banco Santander, BBVA y BNP Paribas, entre otras.

La tokenización es un proceso que consiste en sustituir datos sensibles o títulos de activos físicos por cadenas de caracteres generados de manera aleatoria que funcionan como medios de identificación únicos, a los cuales se les llama tokens. El proceso de tokenización tiene la virtud de poder aplicarse a diferentes tipos de activos, ya sean acciones de empresas, títulos de bienes raíces o cualquier tipo de transacción financiera, entre otras aplicaciones.

Francisco Ortiz Arango, Universidad Panamericana
Francisco Ortiz Arango, Universidad Panamericana Foto: (Cortesía del autor)

La tokenización es un medio seguro para transmitir información, a través de este proceso se sustituyen los elementos de datos sensibles de un activo por un valor equivalente no sensible al que se denomina token, convirtiéndose así en un identificador, el cual no tiene un significado o valor explotable a menos que se cuente con el sistema de tokenización inverso, cuya función es “devolver los datos sensibles”. Para que un sistema de tokenización sea utilizado como medio confiable de transmisión de información sensible, este debe validarse mediante las mejores prácticas de seguridad aplicables a la protección de datos confidenciales, así como pruebas de almacenamiento seguro, ser auditable, contar con procesos de autenticación y autorización de transacciones seguros. Una vez validadas las pruebas de seguridad mencionadas, un sistema de tokenización además debe incluir aplicaciones de procesamiento de datos para la autoridad (usuario) autorizada, así como las interfaces para solicitar tokens y destokenizar datos sensibles.

La funcionalidad del proyecto Agorá se basa en el concepto de libro mayor unificado propuesto por el BIS, que constituye desde el punto de vista tecnológico la mejor alternativa disponible, pues se trata de un libro mayor de contabilidad distribuible (Distributed Ledger Technology o DTL).

La DTL está conformada por una infraestructura tecnológica y protocolos que permiten tener acceso simultáneo a registros de datos, su validación y su actualización, con la muy valiosa propiedad de que estos son inalterables, esta propiedad se logra a través de utilizar una red distribuida entre una gran cantidad de entidades con distintas ubicaciones.

De tal manera que se garantice que un libro mayor distribuido sea un sistema digital muy seguro y eficiente, al no depender de un almacén central de datos único, a diferencia de las bases de datos tradicionales. A esta tecnología se le conoce principalmente como tecnología de cadena de bloques (Blockchain), la cual opera a través de un protocolo que garantiza la seguridad del funcionamiento de la base de datos descentralizada.

El logotipo del Banco de
El logotipo del Banco de México se ve en su edificio en el centro de la Ciudad de México, México, el 26 de abril de 2024. REUTERS/Henry Romero

La gran ventaja de las redes distribuidas (lo cual no es del completo agrado de los bancos centrales), es que eliminan la necesidad de una autoridad central que vigile la operación y con esto la manipulación de datos; sin embargo esta cuestión debería de quedar saldada al tener presente que todas las transacciones que se ejecuten se registran simultáneamente en todas las ubicaciones de la red descentralizada, además todos los bloques de información operados son verificados por todos los participantes de la red antes de que puedan crearse nuevos bloques. El acceso a la DTL se da a través de firmas digitales criptográficas que autentican a los usuarios y garantizan la integridad de los datos. Cuando la información es almacenada, ésta se convierte en una base de datos inalterable, lo cual garantiza que esta información no puede borrarse, y si hay alguna actualización queda registrada permanentemente.

El uso de libro mayor descentralizado garantiza resistir los ataques de la ciberdelincuencia, pues para afectarlo todas las copias almacenadas en la red tendrían que ser atacadas simultáneamente. Además, si algún agente intenta alterar la información almacenada en la cadena de bloques, la clave se revoca inmediatamente, pues es sencillo rastrearlo a través de la firma digital que usó para acceder a la cadena de bloques.

Dicho lo anterior, podemos retomar lo referente al proyecto Agorá, cuyo objetivo es identificar la manera en que “los depósitos bancarios comerciales tokenizados pueden integrarse sin problemas con el dinero tokenizado del banco central mayorista en una plataforma financiera central programable público-privada. Esto podría mejorar el funcionamiento del sistema monetario y proporcionar nuevas soluciones utilizando contratos inteligentes y programabilidad, manteniendo al mismo tiempo su estructura de dos niveles”, tomado de https://www.bis.org/press/p240403.htm

También, gracias a la tokenización es posible elaborar contratos inteligentes, los cuales permiten operar nuevas formas de liquidación y diferentes tipos de transacciones que actualmente no son viables por seguridad o por costo. De esta forma el sistema financiero podrá ofrecer a sus clientes nuevas oportunidades que los beneficien en tiempo de ejecución, costo y seguridad. El mayor beneficio vislumbrado por ahora impacta en las operaciones transfronterizas, para las cuales se deben desarrollar procesos que permitan cumplir requisitos legales, regulatorios y técnicos, tales como controles de integridad financiera enfocados en la verificación de clientes y evitar el lavado de dinero, entre otros; estos procesos normalmente se repiten para la misma transacción, debido al número de intermediarios involucrados, Además se subsana la problemática de horarios de operación laboral en las diferentes zonas horarias.

El pasado mes de mayo,
El pasado mes de mayo, el banco central estadounidense ya escribió a Deutsche Bank asegurando que sus esfuerzos para mejorar los controles contra el blanqueo de dinero no estaban siendo suficientes. EFE/Wallace Woon/Archivo

Sin duda alguna el hecho de que el Banco de México participe en este magno proyecto de vanguardia tecnológica, muestra su compromiso con todos los usuarios del sector financiero de México y el mundo, al buscar disminuir los costos y tiempo de las operaciones financieras transfronterizas e incrementando la seguridad de éstas. Sin duda alguna cuando este proyecto entre en operación, todos los usuarios del sector financiero (privados y públicos, empresas o individuos), sobre todo aquellos que realicen transferencias de dinero transfronterizo, por ejemplo, pensemos en las remesas cuya transferencia se reflejará en pocos minutos, con mayor seguridad y a un costo menor.

¡Felicidades al Banco de México por su participación en tan innovador proyecto!

Semblanza curricular

Francisco Ortiz Arango, Universidad Panamericana

Francisco Ortiz Arango. Profesor investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana. Lic. en Física y Matemáticas, y Maestría en Ciencias por el IPN. Maestría en Investigación de Operaciones por la UNAM. Doctor en Ciencias Financieras por el ITESM. Posdoctorado en Economía Financiera por el IPN.

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Director Fundador del Centro de Regulación Energética y Economía del Desarrollo, Director Académico de los programas de Maestría y Doctorado en Economía y Regulación Energéticas, Director de Ingeniería Industrial, Director Fundador de Ingeniería en Innovación y Diseño, Director del Centro Panamericano de Investigación e Innovación del Sistema UP-IPADE, Secretario de Investigación, Profesor-Investigador titular.

Autor de más de 40 artículos de investigación publicados en revistas nacionales y extranjeras, más de 20 capítulos de libros arbitrados, editor de 6 libros de investigación. Director de más de 40 tesis de Licenciatura, Maestría y Doctorado. Conferencista y ponente en diversos Congresos nacionales e internacionales.

Temas de expertise: Modelación matemática en Economía y Finanzas, Economía de la Energía, Valuación de activos y Administración de Riesgos.

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