Quiénes fueron los conservadores mexicanos que visitaron a Maximiliano de Habsburgo para pedirle que fuera emperador de México

Durante su conferencia de prensa mañanera de este martes, el presidente López Obrador recordó cuando un grupo de conservadores mexicanos fueron al Palacio de Miramár, en Trieste, para ofrecerle a Maximiliano la corona de México

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Maximiliano de Habsburgo aceptó ser emperador en 1864 (Fuente: Wikipedia)
Maximiliano de Habsburgo aceptó ser emperador en 1864 (Fuente: Wikipedia)

Esta mañana, durante su conferencia de prensa mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) recordó cuando un grupo de conservadores mexicanos viajaron hasta el Palacio de Miramar, en Trieste, Italia, para ofrecer a Maximiliano de Habsburgo la corona mexicana.

El mandatario dejó “de tarea” a los periodistas presentes, el investigar quiénes fueron los conservadores mexicanos que realizaron esa acción, e incluso, mostró una pintura en la que se ve a los mexicanos frente a Maximiliano de Habsburgo, a quien convencieron de venir al país a gobernar de 1864 a 1867, sin embargo, murió fusilado en el Cerro de las Campanas, en Querétaro.

Los mexicanos que viajaron hasta Italia para ofrecer la corona del país a Maximiliano, según la página especializada en política e historia de México Memoria política de México, fueron José María Gutiérrez de Estrada, Joaquín Velásquez de León, José M. de Landa, Ignacio Aguilar, Adrián Woll, Antonio Escandón, Ángel Iglesias y José Hidalgo.

Según esa página especializada, fue el 10 de abril de 1864 cuando los mexicanos llegaron con Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota.

AMLO recuerda constantemente ese capítulo en la historia del país. 
|Crédito: Cuartoscuro
AMLO recuerda constantemente ese capítulo en la historia del país. |Crédito: Cuartoscuro

Un día antes, a las 8 de la mañana, el emperador Francisco José, hermano de Maximiliano, llegó a los andenes de la estación de ferrocarril Miramar, donde Maximiliano lo recibió y luego se encerraron en la biblioteca del palacio, donde después de una intensa discusión, ambos firmaron lo que tenían casi un año tratando: el Pacto de Familia por el que Maximiliano renunciaba a los derechos del trono europeo. Luego, Francisco José regresó a Viena.

Ese día, en carrosas de lujo, los comisionados mexicanos fueron llevados al palacio y ratificaron el ofrecimiento a Maximiliano, quien inmediatamente forma gabinete entre los presentes, contrata y distribuye empréstitos y dispone el reclutamiento de tropas belgas que posteriormente fueron trasladadas a México.

También firmó los Tratados de Miramar, que consisten en 18 artículos secretos y tres adicionales, agregados en el palacio de la Tullerías al día siguiente, que refieren a las condiciones de permanencia de las tropas francesas en México: las tropas francesas de invasión en México se irán reduciendo hasta que queden solamente 25 mil elementos, incluyendo la llamada Legión Extranjera, mismas que serán evacuadas a medida que el emperador pueda organizar sus tropas necesarias para reemplazarlas.

La Legión Extranjera permanecería en México por un mínimo de seis años después de la salida de los invasores franceses, y tal legión estaría constituida fijamente por 8 mil soldados; los gastos de la expedición francesa a México, fijados en doscientos setenta millones de francos y serían pagados por México -el Imperio de Maximiliano- con un tres por ciento de interés anual; el nuevo imperio entregará a Francia bonos por 66 millones de francos por gastos y para indemnizaciones a damnificados franceses.

Sin embargo, las cosas no salieron como las planeó Maximiliano, y los liberales lograron tomar de nuevo el control del país, siendo capturado por los juaristas y ejecutado junto con sus generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía.

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