La línea de Wallace es una barrera imaginaria que sirve para identificar un límite biogeográfico entre Asia y Oceanía. Fue propuesta por Alfred Russel Wallace, naturalista inglés famoso por proponer la teoría de la evolución por selección natural al mismo tiempo que Charles Darwin.
Tanto la fauna como la flora en cada lado de dicha línea imaginaria es diferente a pesar de la proximidad geográfica entre las especies, lo que es un indicativo de que tuvieron una historia evolutiva diferente.
Esta región es considerada por especialistas de la Royal Geographical Society of South Australia (RGSSA) como una de las zonas geológicamente más complejas conocidas en la actualidad.
La línea imaginaria que separa a la vida
Al igual que Darwin, Wallace dedicó su vida a viajar, recolectar y estudiar especies en distintos puntos del planeta. Durante uno de sus recorridos a través del sudeste asiático notó que existían algunos animales que cambiaban demasiado al cruzar cierto punto.
De acuerdo con reportes de la revista Live Science, el naturalista descubrió que en el lado asiático de la frontera imaginaria, los animales presentaban características propias de las variantes de Asia, sin embargo, en la zona australiana, la fauna mostraba particularidades que eran una mezcla de ascendencia asiática y australiana.
Uno de los misterios más grandes que rodean a la línea de Wallace es el fenómeno que permite que la fauna proveniente de Asia pueda moverse hacia una dirección, pero le impide a las que vienen de Australia trasladarse hacia un lado opuesto.
Un estudio publicado en julio de 2023 en la revista científica Science teorizó una de las posibles razones por las cuales algunos animales son incapaces de cruzar la línea de Wallace.
Alex Skeels, científico de la Australian National University (ANU) y autor principal del estudio, declaró en un comunicado que en Borneo no hay mamíferos marsupiales, pero sí en la isla vecina de Sulawesi. Sin embargo, en Australia no hay “mamíferos típicos de Asia” como tigres, osos o rinocerontes.
Skeels explica que hace “unos 35 millones de años”, el país continente estaba ubicado más al sur y se conectaba con la Antártida y que “en algún momento de la historia de la tierra” ambos se separaron, resultando en la deriva de Australia hacia el norte, donde chocó contra Asia y dio origen a las islas volcánicas conocidas como Indonesia hoy en día.
“Cuando Australia se alejó de la Antártida, se abrió esta zona de océano profundo que rodea la Antártida y que ahora es donde se encuentra la Corriente Circumpolar Antártica. Esto cambió drásticamente el clima de la Tierra en su conjunto”, detalló el investigador.
Por qué los animales no se atreven a cruzar
El clima de las islas indonesias fue aprovechado por las especies, quienes lo utilizaron como “una puerta de entrada” para “saltar” a Australia, zona que se mantuvo a una temperatura cálida, húmeda y tropical, es decir, un clima al que la fauna asiática ya estaba acostumbrada, por lo que no les fue difícil adaptarse y establecerse en la zona.
“No fue así en el caso de las especies australianas, que habían evolucionado en un clima cada vez más frío y seco y, por lo tanto, tuvieron menos éxito en establecerse en las islas tropicales en comparación con las criaturas que migraron desde Asia”, detalló Skeels.
En aquel entonces el investigador teorizó que los hallazgos conducidos por su equipo podrían servir a investigaciones futuras para realizar “predicciones sobre la migración animal en el futuro” y así comprender qué especies se adaptan mejor a nuevos entornos " a medida que los cambios en el clima de la Tierra continúan impactando los patrones de biodiversidad global”.