Adelanto exclusivo: así cuenta Eduardo Sacheri la Revolución de 1810 y sus contratiempos inesperados

El escritor se pregunta qué buscaban los hombres de mayo y explica su contexto, sus obstáculos y sus diferencias. Aquí, un fragmento para empezar a leer su nuevo libro.

Compartir
Compartir articulo
En la plaza. Una imagen que recrea los días de la Revolución de Mayo.
En la plaza. Una imagen que recrea los días de la Revolución de Mayo.

Más allá de los crecientes cimbronazos que debe enfrentar, es llamativa la solidez que el Imperio Español sigue demostrando en plena tempestad napoleónica. Ha tolerado la incomunicación casi total entre la metrópoli y las colonias desde 1805, después de la batalla de Trafalgar. También ha resistido la invasión francesa del territorio peninsular en 1808. Salvo algunos movimientos aislados, las colonias han aceptado transferir su obediencia desde el rey cautivo a la Junta Central de Sevilla, a la que han jurado fidelidad. El Imperio perdura, mientras España pelea como puede su Guerra de Independencia contra las fuerzas napoleónicas.

Pero todo tiene un límite. A principios de 1810 los ejércitos franceses avanzan sobre Andalucía, barren con la resistencia de los españoles y la Junta Central de Sevilla se ve obligada a disolverse. Esa España desesperada sólo puede levantar un último símbolo de soberanía en Cádiz, donde establece un minúsculo Consejo de Regencia. España es, desde este momento, una metrópoli sin territorio y sin gobierno. El centro del Imperio acaba de desintegrarse. El impacto que tendrán estas noticias tenebrosas, cuando lleguen a América, será profundísimo. Profundísimo, pero no terminal, porque el Imperio todavía tiene un margen de resistencia. El Virreinato del Perú mantendrá inconmovible su fidelidad a España, aunque se la deba a esa minúscula autoridad que es el Consejo de Regencia. En el Virreinato de México habrá un conato revolucionario que será rápidamente aplastado. Las posesiones españolas del Caribe no se subirán en ningún momento a la ola revolucionaria. Sólo en las zonas periféricas de América del Sur: los más nuevos Virreinatos de Nueva Granada y el Río de la Plata, y las Capitanías de Chile y Venezuela, estallarán movimientos rebeldes duraderos y consistentes. Y, como veremos enseguida, aun en esos territorios en los que la Revolución se abre paso rápidamente, las fuerzas que se oponen a ella también serán fuertes, y le opondrán una gran resistencia.

“El proceso revolucionario que se abre en 1810 no tiene un consenso generalizado. Hay regiones enteras que se oponen a él”

En otras palabras: el proceso revolucionario que se abre en 1810 no tiene un consenso generalizado. Hay regiones enteras que se oponen a él. Y en las regiones que sí se pliegan a los movimientos rebeldes, podrá suceder que buena parte de la población se mantenga hostil a esos movimientos. Ni siquiera encontramos un consenso sólido dentro de las regiones y los grupos sociales que se pliegan a la Revolución. Entre los revolucionarios también surgen innumerables diferencias, en cuanto a objetivos, métodos, conductas, intereses y motivaciones. Es, en suma, un proceso marcado por una extrema diversidad.

Esto que decimos de las revoluciones hispanoamericanas en general lo decimos, también, de la Revolución de Mayo en Buenos Aires en particular. ¿Qué buscan esos hombres que, en mayo de 1810, al divulgarse en la ciudad la noticia de la caída de la Junta Central de Sevilla, arrebatan el poder al virrey Cisneros y forman un gobierno local? No disponemos de una sola respuesta a esa pregunta.

No todos buscan lo mismo. Y además, una vez pasados a la acción, provocarán un sinnúmero de consecuencias que se les van de las manos. Por empezar, el proceso revolucionario termina extendiéndose durante muchísimo más tiempo que el que ellos hubiesen querido. Y, transcurridos los años, el punto de llegada de esa aventura, lejos de satisfacerlos, los habrá conducido a otro muy lejano de aquel al que pretendían arribar.

“El poder virreinal no se puede heredar: estalla. Ese poder estallado se multiplica, y su onda expansiva sacude y se vuelve contra esos que primero lo hicieron estallar”

Más aún: los hombres que en 1810 sacuden el árbol ahora frágil del Imperio Español en el Virreinato del Río de la Plata suponen que la autoridad caerá mansamente en sus manos. Estos hombres de la elite de Buenos Aires se imaginan heredando el poder virreinal y ejerciéndolo pacíficamente sobre el enorme territorio del antiguo Virreinato. Completando su fantasía, descuentan que las regiones que componen ese virreinato se limitarán a obedecerlos. Y una vez desembarazados de la molesta supervisión de España, y del absurdo corsé de su monopolio comercial, podrán dedicarse a la feliz tarea de aumentar su prosperidad económica y social.

Para cuando comprendan la profundidad de su equivocación, habrán desatado fuerzas que escapan por completo a su control. Porque el poder virreinal no se puede heredar: estalla. Ese poder estallado se multiplica, y su onda expansiva sacude y se vuelve contra esos que primero lo hicieron estallar.

infobae

Ese conflicto que los revolucionarios de Mayo imaginaban acotado, mínimo, casi quirúrgico, se multiplica en enfrentamientos cada vez más numerosos, simultáneos y múltiples. Las colonias contra la metrópoli, las ciudades del interior contra la capital, los americanos contra los peninsulares, las ciudades secundarias contra las principales, los unitarios contra los federales, los federales contra los federales. Y eso sin aludir a una pesadilla todavía más profunda: que la Revolución despierte las reivindicaciones sociales de la plebe, los indios y los esclavos.

¿Pecan de ingenuos quienes en mayo de 1810 inician un movimiento para obligar al virrey Cisneros a renunciar a su cargo? ¿Están haciendo simplemente “lo que pide la jugada”, imitando lo que ya han hecho otros súbditos de Fernando VII, en la Península, formando Juntas hasta que el rey pueda regresar, sin el menor ánimo de que esa retroversión de la soberanía sea algo definitivo?

SEGUIR LEYENDO

Últimas Noticias

Bienal de Venecia: participación récord argentina en la gran vidriera mundial del arte

La 60° edición cuenta con la presencia de 20 artistas nacionales: de Luciana Lamothe a “La Chola” Poblete y las tejedoras del grupo Silät, junto a históricos como Juan Del Prete, Elda Cerrato y Clorindo Testa, entre otros
Bienal de Venecia: participación récord argentina en la gran vidriera mundial del arte

El adiós de Sumo y la historia de Don Cornelio, estrellas de la sección musical de BAFICI

Los documentales “Fuck You! El último show”, de José Luis García, y “Cenizas y diamantes”, de Ricky Piterbarg, remarcan el impacto de dos bandas clave para entender qué fue el rock argentino de los años 80
El adiós de Sumo y la historia de Don Cornelio, estrellas de la sección musical de BAFICI

Bibliotecarios y profesores bajo amenaza: EE.UU. endurece leyes contra libros considerados “nocivos”

Toni Morrison y Margaret Atwood en la mira: proyectos de ley impulsados por grupos conservadores postulan severas penas para quienes faciliten a los estudiantes literatura de temática sexual o de género
Bibliotecarios y profesores bajo amenaza: EE.UU. endurece leyes contra libros considerados “nocivos”

Adelanto de “El Joven Príncipe señala el camino”, de Alejandro Roemmers

Infobae Cultura presenta “El cosmos en un aula”, primer capítulo de la novela que continúa a “El regreso del Joven Príncipe”. Aquí, el verdadero significado de la amistad es el eje central de la narración
Adelanto de “El Joven Príncipe señala el camino”, de Alejandro Roemmers

Sebastiao Salgado: “La fotografía es el espejo de la sociedad”

El fotógrafo brasileño subraya la importancia de proteger la naturaleza y alerta sobre la pérdida de biodiversidad. “Tenemos que hacer algo ya, porque si no va a ser complicado”, advierte en esta entrevista
Sebastiao Salgado: “La fotografía es el espejo de la sociedad”
MÁS NOTICIAS