
En la Antigua Grecia, la masturbación no era un tema menor, pero tampoco contaba con prestigio social. Lejos de ser vista como un gesto de libertad, era señalada con desprecio por las élites masculinas, que la asociaban con lo vulgar y lo impropio. Para los ciudadanos libres y educados, este acto quedaba fuera del comportamiento “respetable” y se relegaba a quienes ocupaban los escalones más bajos de la pirámide social: esclavos, extranjeros e incluso mujeres.
Las creencias de aquel tiempo asociaban el control sexual con el desarrollo moral, mientras la pérdida del dominio personal se entendía como señal de debilidad.
Según un artículo reciente en el Journal of the History of Sexuality, publicado por la historiadora Kelly L. Wrenhaven de la Universidad de Cleveland, los griegos carecían de un gran número de tabúes sexuales, pero no veían la masturbación como un acto digno de los hombres libres.
De acuerdo con el análisis de Wrenhaven, la sociedad griega consideraba que solo quienes no tenían acceso pleno a la ciudadanía podían practicar el autoplacer sin deshonra. Ellos asociaban esta conducta con la incapacidad para ejercer la templanza, una virtud central en la vida pública.
De acuerdo con la investigación publicada y difundida por Historia National Geographic, la masturbación carecía de connotación de placer saludable y, en cambio, recibía una valoración negativa en la literatura y la filosofía griega.

Los relatos y tratados describen a quienes se entregaban al autoplacer como individuos incapaces de contener sus impulsos y sometidos a los deseos del cuerpo, una postura que contrasta con la idealización de la contención y el control propio.
Diógenes el Cínico, filósofo del siglo IV a.C., protagonizó uno de los episodios que resumen el clima cultural de su tiempo. Según historiadores, decidió masturbarse en público en el mercado de Atenas para desafiar las normas dominantes y señalar la hipocresía de la sociedad respecto a los deseos corporales.
El gesto del pensador buscaba evidenciar las tensiones entre libertad individual y convención social, aunque la mayoría de sus contemporáneos desaprobó la conducta.
La historiadora Kelly L. Wrenhaven sostiene que la masturbación simbolizaba una falta de dominio sobre uno mismo, conocida como enkráteia en el pensamiento griego.

La virtud de la época radicaba en el control y la moderación —la sophrosýne—, que distinguía a los ciudadanos libres de otros miembros de la sociedad. La ausencia de esta cualidad situaba a quienes se masturbaban en una posición moralmente inferior y reforzaba las fronteras entre clases sociales.
Según los textos médicos y filosóficos antiguos, la eliminación de semen no solo implicaba placer, sino pérdida de una sustancia vital para el hombre.
Muchos pensadores y médicos creían que el esperma poseía un valor esencial, de tal forma que su desperdicio, sobre todo fuera del propósito reproductivo, debilitaba física y moralmente a quien lo perdía. Esta visión reforzaba la percepción de que la masturbación restaba vigor al individuo.
De acuerdo con Wrenhaven, la práctica funcionaba además como metáfora social. En discursos y escritos, los griegos representaban a los esclavos y extranjeros como incapaces de acceder al placer legítimo que poseía el ciudadano libre, y ponían a las mujeres en una posición aún más pasiva y marginal.
Así, la masturbación se utilizaba como imagen para marcar la falta de virtud y disciplina de estos grupos, en comparación con la figura del hombre dueño de sí, que debía demostrar dominio corporal como testimonio de su moralidad y ciudadanía.

El análisis de fuentes antiguas evidencia que la masturbación tenía un lugar marginal en la construcción de la masculinidad y el orden social griego. El cuerpo funcionaba como reflejo del alma y del carácter, y el control sexual ocupaba un papel clave en la definición del estatus y la pertenencia.
En contraste con las ideas antiguas, los avances de la medicina contemporánea y la sexología cambiaron la visión sobre la masturbación. La ciencia actual señala que esta práctica es común y no implica pérdida de vitalidad ni afecta la salud física o mental. Al contrario, los especialistas actuales la consideran parte del bienestar sexual y emocional, sin vinculación con debilidad o inferioridad.
Sin embargo, el estudio de los valores y creencias griegas permite comprender la importancia que la sociedad clásica atribuía al autocontrol y la disciplina. Todo acto corporal se evaluaba en función de su impacto en la virtud y la posición social.
La investigación de Wrenhaven revela cómo una conducta actualmente normalizada podía servir como mecanismo de diferenciación y estigmatización.
De acuerdo con la información publicada en National Geographic, el examen de la sexualidad antigua ayuda a entender la forma en que cada época configura sus límites y normas, adaptando conceptos como control, virtud y pertenencia social según sus propios valores y necesidades.
Hoy, la mirada histórica ofrece una oportunidad para analizar cómo las sociedades construyen sus creencias sobre el cuerpo y el deseo, y de qué modo esos discursos influyen a largo plazo en la experiencia personal y colectiva.
Últimas Noticias
De la doble paternidad a los embarazos simultáneos: cuáles son los casos más llamativos de la genética reproductiva
Estudios confirman que dos bebés nacidos en un mismo parto pueden tener padres biológicos distintos, un fenómeno que demuestra cómo la naturaleza puede desafiar todo lo que se creía sobre las familias y la paternidad. Por qué resulta científicamente posible y es cada vez más detectado con tecnología avanzada

De la adopción artesanal al caos navideño: cómo una muñeca personalizada desató avalanchas y transformó la industria del juguete
El deseo por la exclusividad, la escasez y la experiencia convirtieron a un simple muñeco en objeto de disputas, peleas, filas interminables en los ’80

El caso Steven Miles: cómo un adolescente de 16 años cometió un crimen inspirado en la serie Dexter
El hecho estremeció a una comunidad inglesa y abrió un debate sobre la influencia de la ficción en jóvenes con antecedentes psicológicos. La investigación reveló señales previas que habían pasado inadvertidas y expuso fallas en los sistemas de contención

Álex de la Iglesia cumple 60: sus anécdotas insólitas con Messi y Maradona y el Snoopy que vació su cuenta bancaria
Entre la filosofía, el humor negro y la defensa de la improductividad, el director repasa su vida y sus miedos, y recuerda la subasta absurda que lo dejó casi sin ahorros. También revive su visita a Maradona en Dubái para invitarlo a un documental sobre Messi y sus peculiares encuentros con Leo en el Barça

El niño que murió decapitado en el tobogán de agua más alto del mundo: una caída libre desde 51 metros de altura
Caleb Schwab tenía 10 años cuando se subió a la atracción llamada Verrückt, que significa “loco” en alemán. Los detalles de lo que sucedió tras el accidente con el parque acuático ubicado en Kansas, Estados Unidos



