Tras un reciente acto delictivo que dejó a las autoridades en un estado de desconcierto, un hombre de 44 años, fue arrestado tras ser relacionado con el robo de una venerable estatua de Buda, valorada en USD 1.5 millones, de la galería Barakat en West Hollywood el pasado 23 de septiembre.
El detenido lleva por nombre Justin Livick, y aunque fue arrestado, la Policía de Los Ángeles confirmó que Livick, no es el individuo que ejecutó el robo en sí mismo, que ocurrió en las primeras horas del lunes 18 de septiembre, según reportó CBS.
La policía confirmó al informativo que si bien él no es la persona que robó la estatua, sí es señalado de ser una persona de interés que recibió la reliquia robada.
El robo
La evidencia captada por cámaras de vigilancia sugiere que un solo sospechoso, conduciendo lo que parecía ser un camión de mudanzas, llegó a la galería durante la noche y rompió una reja para obtener acceso al recinto.
A partir de ahí, procedió a cargar la estatua en su vehículo usando una carretilla de mano, antes de huir de la escena.
Según el reporte de las fuerzas del orden a Smithsonian Magazine, la estatua que fue objeto de este robo, una representación de Buda de 250 libras y 1.20 metros de altura, nunca se exhibió dentro de la galería o en su página web, llevando a los oficiales a creer que el ladrón, o alguien asociado a él, debe haber visitado el lugar previamente para identificar su objetivo.
La icónica estatua de bronce en sí es una reliquia del Período Edo de Japón, extendido desde 1603 hasta 1868. Según el sitio web de la galería, se atribuye su creación al artista Tadazou Iinuma.
Según historiadores consultados por Los Angeles Times, este impresionante monumento probablemente ocupó alguna vez un lugar de honor en el interior de un templo, tal vez en el de Yudo-no-San, basado en lo consignado en su inscripción.
Por su parte, el propietario de la galería, Fayez Barakat, quien adquirió el Buda hace más de 55 años, expresó en entrevista con el canal de televisión KTLA5, que posee una estrecha conexión personal con la pieza robada.
“Lo valoro mucho”, dijo desde Londres Barakat al medio. Aseguró que le preocupaba que quien se lo robó no reconozca lo raro e importante que es: “Espero que quien lo haya robado no lo haya hecho por el peso del bronce, porque es un objeto histórico”..
Entre tanto, el personal de la galería continúa sin por comprender las verdaderas intenciones del ladrón, al tomar un artefacto antiguo tan específico, ya que se descarta que la venta de la pieza sea una opción viable debido a su estatus de antigüedad.
A pesar del valor monetario de la estatua, su verdadero valor es incalculable dado su papel histórico en una época de paz interna y prosperidad económica en Japón, y la inigualable influencia de la figura de Buda durante esta era.
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