Uno de los pueblos más bonitos de España está en Teruel: en el corazón de un parque natural y con un castillo en lo alto de la montaña

Esta villa ingresó recientemente en la lista de la Asociación de Los Pueblos más Bonitos de España y sorprende gracias a su arquitectura y enclave único

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Linares de Mora, en Teruel
Linares de Mora, en Teruel (Adobe Stock).

En el corazón de la Sierra de Gúdar, a más de 1300 metros de altitud, el pueblo de Linares de Mora se alza como uno de los rincones más mágicos de Teruel. Esta localidad cautiva con sus calles empedradas, casas de arquitectura tradicional y un entorno natural privilegiado, convirtiéndose en un destino ideal para quienes buscan historia, tranquilidad y paisajes impresionantes. Además, su cercanía con la estación de esquí de Valdelinares atrae a infinidad de amantes de la nieve.

Así, gracias a su pintoresco caso histórico y rico patrimonio, Linares de Mora ha sido incluido recientemente en la lista de ‘Los pueblos más bonitos de España’. Junto a Llerena y Jerez de los Caballeros (Badajoz), La Fresneda (Teruel), Berlanga de Duero (Soria), Poza de la Sal (Burgos) y Letur (Albacete), la localidad forma parte de la prestigiosa organización gracias a sus encantos patrimoniales y naturales.

Un castillo árabe y una rica herencia

Linares de Mora, en Teruel
Linares de Mora, en Teruel (Adobe Stock).

Linares de Mora tiene un pasado ligado a la historia de la Reconquista y la repoblación cristiana de la península ibérica, aunque su origen se remonta a la época musulmana, cuando existía una fortificación defensiva en la zona. En el siglo XII, con la expansión del Reino de Aragón, la localidad fue conquistada por Alfonso II y pasó a formar parte de la frontera cristiana. Así, adquirió el título de villa y su defensa y organización cayó en manos de los templarios. Estos fueron quienes levantaron el castillo, hoy en ruinas, en lo alto de la colina para proteger la localidad de posibles invasiones. La villa también albergaba un recinto amurallado que rodeaba a toda la población.

De este modo, Linares de Mora se consolidó durante la Edad Media como una villa estratégica gracias a estas construcciones. Además, en el siglo XIII, el rey Jaime I otorgó diversos privilegios a la localidad para fomentar su desarrollo y la repoblación de la zona. Esta herencia histórica es visible a día de hoy en sus calles y monumentos, donde el viajero puede contemplar una arquitectura única y un trazado que invita a perderse. Sus casas encaladas contrastan con el color rojizo de la teja árabe, todo favorecido por su peculiar ubicación en las faldas de una montaña, lo que hace de la villa uno de los conjuntos medievales más bonitos de Teruel.

Un paseo por Linares de Mora

Linares de Mora, en Teruel
Linares de Mora, en Teruel (Adobe Stock).

No es de extrañar que Linares de Mora esté declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural gracias a monumentos como la iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción. Se trata de la construcción más emblemática de la localidad y fue levantada entre 1785 y 1795, destacando en espacial su fachada, pues el campanario se encuentra separado de la nave principal. Igualmente, en el interior se puede contemplar un Altar Mayor que estaba cubierto por un baldaquino de mármol que fue destruido durante la guerra civil, al igual que el órgano. A esto se le suma la Cruz Profesional que data del siglo XV.

Igualmente, las ruinas del castillo es otro de sus principales atractivos, así como los lienzos de su antigua muralla, además de tres portales; el Portal Alto, el Bajo o de la fuente y el Portalico. A esto se le suman otras edificaciones como la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción, la ermita de Santa Ana, la ermita de Nuestra Señora de Loreto, así como el Ayuntamiento y el antiguo hospital. Pero más allá de su patrimonio histórico, la localidad es también un destino ideal para los amantes del turismo activo y la naturaleza.

Rodeado por montañas y bosques de pinos, el municipio forma parte del Parque Natural de la Sierra de Gúdar, un enclave ideal para el senderismo y la observación de la fauna local. Entre las rutas más populares destaca la que conduce a la Fuente de la Pegunta, un manantial de aguas cristalinas rodeado de un denso bosque. Otra opción recomendada es el ascenso al pico Peñarroya, el punto más alto de la provincia de Teruel con 2.028 metros de altitud, desde donde se pueden contemplar unas vistas espectaculares del paisaje montañoso.

Cómo llegar

Desde Teruel el viaje es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por las carreteras A-23 y A-1701. Por su parte, desde Castellón de la Plana el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 40 minutos por las vías CV-190 y CV-1751.

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