El Gobierno aprueba mañana la ley de alcohol y menores que limitará la venta y publicidad

Guardar

Madrid, 10 mar (EFE).- El Consejo de Ministros aprobará mañana el proyecto de ley de alcohol y menores, que pretende reducir el consumo en esta población limitando los espacios en los que se podrá beber, así como la publicidad, el patrocinio, la venta y dispensación de esta sustancia, han informado a EFE fuentes del Gobierno.

Tras superar su segunda vuelta por el Consejo de Ministros, el proyecto del Ministerio de Sanidad que ahora debe iniciar su andadura parlamentaria aúna un sinnúmero de normativas dispersas y homogeneiza las que ya aplican las comunidades y otras ordenanzas municipales para frenar el consumo de alcohol entre los más jóvenes, o al menos a retrasar la edad de inicio.

Así, la futura ley prohibirá el consumo a todas las personas, adultos incluidos, en centros docentes -salvo universidades-, de protección de menores y residencias de estudiantes que admitan menores, y en espacios deportivos, de ocio o dedicados a espectáculos públicos cuando haya sesiones que se hayan concebido expresamente para ellos.

En esos lugares en los que no se podrá beber no se podrá emplazar publicidad, tampoco en sus cercanías ni en las de otros lugares frecuentados por menores, como centros sanitarios, de servicios sociales y sociosanitarios, parques y lugares de ocio infantil.

Lo cual incluye el mobiliario de hostelería, sean sillas, mesas, toldos, sombrillas, servilleteros o cualquier elemento que haga alusión a una marca de bebida alcohólica.

Además, la normativa extiende el veto de cualquier forma directa, indirecta o encubierta de publicidad a los productos que simulen ser una bebida alcohólica y prohíbe el uso de voces o imágenes de personas de menos de 21 años, de adultos caracterizados de menores, embarazadas o personajes reales o ficticios de relevancia para la población menor de edad.

También obliga a instalar en las máquinas expendedoras mecanismos que comprueben la mayoría de edad, similar al que ya usan algunas máquinas de tabaco.

La futura ley habilita a las fuerzas de seguridad poder hacer pruebas de alcoholemia en lugares y en circunstancias en las que el consumo de alcohol esté prohibido y contempla la posibilidad de sustituir las sanciones derivadas de infracciones leves por la participación en programas de sensibilización.

Tres de cada cuatro adolescentes de 14 a 18 años han bebido el pasado año y algo más de la mitad el último mes, según la última encuesta Estudes de 2023. La inmensa mayoría, además, encuentra fácil o muy fácil conseguir alcohol.

Por ello, el proyecto propone instaurar programas para concienciar a las familias sobre los riesgos del alcohol y dotarlas de herramientas para prevenirlo, con especial atención a aquellas en riesgo de exclusión social o con menores afectados por el consumo de alcohol.

En el ámbito educativo, apuesta por introducir nuevos contenidos sobre prevención, y en el sociosanitario, por desarrollar protocolos para detectar el consumo en menores, incluir registros en la historia clínica y considerar el contexto familiar con problemas de adicciones, entre otras medidas.

EFE

ada-BB/jlp