Laura, una de las vecinas de la Casa de Alba que debe dejar su piso tras 20 años: “Son 80 viviendas que ahora puedes meter en el mercado para especular”

Los inquilinos de varios edificios situados en la calle Manuel y Duque de Liria de la capital, propiedad del ducado, han recibido una carta en la que se les insta a marcharse. Una de las afectadas ha hablado con Infobae España

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Imagen de archivo de la
Imagen de archivo de la calle Duque de Liria de Madrid.

Una carta. Eso es lo que ha puesto en jaque a decenas de familias que llevan años viviendo en el entorno más próximo al Palacio de Liria, la residencia oficial de la Casa de Alba en el centro de Madrid. Los propietarios han comunicado a sus inquilinos que no renovarán sus contratos de alquiler en los cinco bloques situados en las calles Manuel y Duque de Liria —los portales 3, 5 y 7 en la primera y el 4 y 6 en la segunda—, muy próximos al palacio.

La información fue publicada este martes por El País, que cifra en 75 las familias afectadas y lo ha confirmado una vecina, Laura, —nombre ficticio— que ha pedido que no se publiquen sus datos porque aún está “en negociaciones” para no perder su vivienda.

Los edificios, construidos en 1929, siempre han sido propiedad de la Casa de Alba. Durante muchos años, según relata esta vecina, eran las caballerizas del palacio y estuvieron habitados por trabajadores de este, siendo una de las corralas —un conjunto de viviendas conectada por un patio interior— más antiguas de Madrid. Desde hace cerca de dos décadas vive allí con su marido; en otra de las viviendas del mismo conjunto residen también sus padres.

Laura llevaba tiempo viéndose venir la situación. “Desde hace ya unos añitos llevan dando señales de que van a hacer esto y ya nos ha llegado la carta de que quieren vaciar”, explica por teléfono a Infobae sobre la notificación recibida a comienzos de mes. La gestora que ha enviado la notificación es Bala Investment, una plataforma de inversión inmobiliaria creada en mayo de 2025 y presidida por Enrique Dancausa, que tal y como ha detallado El País es hermano de Concepción Dancausa, que fue Consejera de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid entre 2021 y 2023, con Isabel Díaz Ayuso en el Gobierno.

La rehabilitación del inmueble es “una excusa”

En el texto firmado por Javier Zarrabeitia, CEO de la empresa, aluden a “razones técnicas y de rehabilitación del inmueble”, como ha podido saber este medio, algo que la vecina ve como una excusa. “Nuestra casa está actualizada de hace cinco o seis años. Actualizaron la corrala, cambiaron los suelos, todos los exteriores de las ventanas, limpiaron toda la fachada, pasaron la ITE (Inspección Técnica de Edificaciones)... Los pisos por dentro están reformados. Es una excusa más para echarte”, apunta.

Sin embargo, según narra, el portal en el que vive tiene limitado el uso turístico. “La corrala no la puedes cambiar a uso turístico, está restringido. Solo puede ser uso residencial”, señala. En los años 80, el gobierno municipal de Enrique Tierno Galván declaró las corralas edificios protegidos, y muchas comenzaron a rehabilitarse gracias a la recién creada Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMV). “Lo que quieren es reformar todas las casas y alquilarlas a través de una agencia, sobre todo a estudiantes, rentabilizando más las habitaciones que las viviendas completas”, señala, y añade que “quieren actualizar las rentas, cambiar a todos los inquilinos y rentabilizarlo”. Un proceso que, añade, pasa por “echar a todos y empezar de cero”.

Palacio de Liria, Madrid (Wikimedia).
Palacio de Liria, Madrid (Wikimedia).

Más allá de su situación personal, Laura vincula lo que está ocurriendo con el modelo urbano y la normativa vigente que tiene la ciudad de Madrid. “El alcalde [José Luis Martínez-Almeida] con la nueva ley lo que ha conseguido es que todas esas casas valgan más de turista que de nada”, afirma. Con esto, la vecina se refiere al Plan Reside, la última normativa destinada a regular la oferta de viviendas de uso turístico en el centro histórico, aprobado este verano. Según este plan, las licencias solo se entregarán a los propietarios de edificios completos o a un conjunto de propietarios que se pongan de acuerdo en explotar un mismo bloque. De hecho, el vínculo entre Almeida y la Casa de Alba es estrecha. La mujer de Fernando Fitz James, Sofía Palazuelo, es prima de Teresa Urquijo, la mujer del alcalde. “Son ochenta viviendas que ahora puedes meterlas al mercado y especular”, añade Laura.

Sin embargo, la vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, ha asegurado que la Casa de Alba ha pedido autorización para acometer reformas en varios edificios de su propiedad, pero “no un cambio del uso residencial”. Por otro lado, la portavocía del ducado ha confirmado a Lecturas que “la decisión se enmarca en un firme compromiso con la actualización y preservación de estos edificios históricos” y aseguran que "no se ha tomado ninguna decisión sobre el futuro uso“.

El próximo 4 de octubre, Cayetano Martínez de Irujo contraerá matrimonio con Bárbara Mirján en una ceremonia que se llevara a cabo en Sevilla.

Pero el miedo no es para menos. En 2024, la Casa de Alba inició la transformación de otro edificio de su propiedad, también junto al palacio, que pasó de albergar oficinas a convertirse en pisos turísticos, tras un cambio específico en el planeamiento urbanístico aprobado por el Ayuntamiento de la capital. Lo mismo ve Laura que puede ocurrir ahora con su bloque. Pese a que asegura que por ahora no pueden convertirlo en edificio turístico por cómo está clasificado, “una vez lo vacíen, lo reformen y pidan la licencia, se la darán de manera inmediata”.

Quieren empezar las obras en junio, pero será más tarde

Sobre las negociaciones, Laura explica que “no aceptan nada. Solo quieren que te vayas. La única negociación que tienes es si te vas en enero, en febrero o en marzo”. Sus padres se quedan hasta octubre. “Están diciendo a los vecinos que quieren empezar la obra en junio, pero no van a empezar porque hay muchos vecinos que no se van hasta más tarde”. Tampoco les han dado ningún tipo de alternativa: “Es su derecho porque son sus propiedades y ellos pueden gestionarlas como quieran. Echarnos siempre estuvo en la lista”.

La situación afecta a un perfil de vecinos muy diverso. En los edificios viven familias con niños pequeños, personas mayores y vecinos que llevan décadas residiendo en la corrala. “Hay gente muy mayor. También hay gente que no tiene dinero”, explica Laura, que insiste en que muchas de las familias afectadas llevan allí “toda la vida”.