Ricardo Gil, hostelero: “El empresario que presume de que antes se trabajaba más, presume de explotación”

El empresario desafía la visión tradicional del sector hostelero y reclama condiciones de trabajo dignas, rechazando la idealización de las largas jornadas laborales

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Ricardo Gil, hostelero: “El empresario
Ricardo Gil, hostelero: “El empresario que presume de que antes se trabajaba más, presume de explotación”. (Montaje Infobae España con imágenes de Canva y TikTok)

Las largas jornadas partidas, los salarios bajos y las condiciones precarias han sido durante décadas señas de identidad en el sector de la hostelería en España. Camareros, cocineros y personal de sala sufren con frecuencia turnos que pueden superar las 12 horas diarias y contratos temporales con una escasa protección laboral. Esta realidad se mantiene presente pese a la cada vez mayor defensa de los derechos laborales y a la entrada en vigor de normativas orientadas a limitar los abusos en el sector.

Uno de los empresarios hosteleros que defiende unas condiciones dignas de trabajo en el sector es Ricardo Gil, quien ha subido un video a su perfil de la red social TikTok en el que rechaza rotundamente la normalización de las exigencias laborales desmesuraras. “El empresario que presume de que antes se trabajaba más, presume de explotación”, ha advertido.

Así, hace referencia a una visión extendida en el sector sobre el mérito de aguantar jornadas interminables y a quienes cuestionan la disposición de los jóvenes empleados a realizar esfuerzos similares. “Eso era lo que se decía antes, cuando se trabajaban 16 horas, y no pasaba nada. Pero, joder, de eso hace 40 o 50 años, ahora no es así”, ha expresado Gil.

“Estás siendo una víctima de un sistema antiguo, y has admitido serlo”

A pesar de los avances legislativos y sociales, el modelo de trabajo estándar, según la legislación vigente en España, fija el máximo legal por jornada ordinaria en ocho horas. Sin embargo, muchos empleados en bares y restaurantes todavía afrontan la presión de alargar su presencia en el local muy por encima de ese umbral.

Gil ha dirigido su mensaje tanto a los empleadores como a quienes consideran el sacrificio excesivo como parte inherente de la profesión: “Dicen que es que ahora se trabaja 12 horas y se quejan, pero en el modelo de trabajo son 8 horas. Y por trabajar… pues bueno, no te estás comparando con un héroe por trabajar 12 horas, estás siendo una víctima de un sistema antiguo, una víctima que has admitido ser ese tipo de víctima”.

El empresario sostiene que perpetuar ese sistema responde a una aceptación pasiva de condiciones laborales arcaicas, que priva a los empleados de derechos laborales fundamentales. “Otros no lo admitieron, con lo cual no podemos alardear de que ahora no se trabaja nada y que antes trabajábamos 16 horas, porque no es el caso”, ha insistido, enfatizando en el desfase entre la realidad laboral de décadas pasadas y los derechos reconocidos en la actualidad.

Un modelo enfocado en el respeto a la jornada legal y el bienestar del trabajador

El contexto económico y social de 2025, según explica Gil, obliga a revisar los esquemas heredados y transformar la gestión de los equipos en hostelería. “Estamos en el 2025, y así, estando en el 2025, pues es que con 12 horas ya se cansan, pero son 8. ¿Entonces tú vas a trabajar 12? Que no”, ha planteado. El hostelero destaca que la responsabilidad de los empresarios no consiste en reproducir un modelo basado en el sacrificio personal, sino en garantizar el cumplimiento de las normas y dignificar las condiciones de quienes integran las plantillas.

A este respecto, Gil describe cuál es la realidad en sus establecimientos: “Yo soy empresario y mi gente no trabaja ni 9 ni 10 horas, trabajan 8 horas, ¿vale?”. Con esta afirmación, reivindica una gestión basada en el cumplimiento estricto del horario legal y cuestiona la legitimidad de exigir esfuerzos desmedidos en nombre de una supuesta “época dorada” del sector hostelero.

Respecto al liderazgo empresarial, Gil es tajante contra el discurso de la nostalgia y el valor que algunos otorgan al sacrificio excesivo: “Así que exigir el sacrificio que tú viviste en tu tiempo de trabajar 16 horas al día y de no quejarte, eso no es liderar. Yo creo que eso es egoísmo, ¿de acuerdo?”.