
Una clienta ha denunciado públicamente en redes sociales el cobro de un euro adicional a cada bocadillo en concepto de take away. El recargo, aplicado simplemente por el hecho de pedir la comida para llevar, ha generado multitud de críticas en la red social X (antes Twitter), donde el caso se ha vuelto viral.
Según la información compartida en la publicación, en el pedido, la mujer solicitó varios bocadillos para llevar y, al revisar el ticket, comprobó que se le había añadido un suplemento de un euro por cada uno, bajo el concepto de take away. La clienta asegura que no fue informada previamente de ese coste a mayores, lo que ha generado un intenso debate entre usuarios.
La publicación ha acumulado miles de visualizaciones y comentarios. Muchos usuarios han interactuado mostrando su sorpresa por este tipo de cobro, que consideran excesivo o poco transparente.
Un ticket que supera los 68 euros
La imagen del ticket fue difundida por la cuenta @soycamarero, un perfil conocido por compartir anécdotas, situaciones polémicas y denuncias relacionadas con el sector de la hostelería. En la imagen se detalla una cuenta compuesta por tres bocadillos de lomo a 14 euros cada uno, uno de rabas de calamar a 16 euros, dos latas de refresco a 3,35 euros cada una, y un recargo de 4 euros correspondientes al servicio para llevar. El total asciende a 68,50 euros.
El dato que más ha llamado la atención es el cobro individual de un euro por cada bocadillo, simplemente por ser pedido para llevar. Esta línea aparece reflejada de forma separada en el ticket, indicando que se trata de una cantidad adicional al precio habitual del producto. Aunque no se trata de una práctica fuera de lo legal ni existe ninguna normativa que lo prohíba, muchos usuarios cuestionan que este tipo de suplementos no se comuniquen con claridad al cliente antes de realizar el pedido, al igual que el servicio de terraza en otros casos.

Debate sobre la transparencia en los precios
El caso ha causado una discusión sobre las prácticas de los negocios de hostelería y restauración de algunos establecimientos, en concreto en lo que se refiere a recargos poco visibles o no informados. Desde el punto de vista legal, los suplementos como el cobro por envoltorio pueden aplicarse, siempre y cuando estén correctamente indicados en la carta o mediante avisos visibles en el local.
Hasta el momento, el establecimiento protagonista de esta historia no ha emitido ninguna declaración pública. Tampoco se ha confirmado si el cobro de esta tasa está anunciado de forma clara. En redes sociales, algunos usuarios han compartido experiencias parecidas en otros locales, mientras que otros defienden la decisión, señalando el aumento de costes en materiales y logística.
Más allá del importe en sí, este caso ha generado descontento por la falta de información clara en el momento de la compra. Para muchos, el problema no es pagar un euro más, sino enterarse solo al recibir la cuenta.
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