España fue el segundo país europeo con más peticiones de asilo en 2024, pero apenas concedió el 18%

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) reclama al Gobierno que la nueva Ley de Asilo sea un “dique de contención ante las oleadas antimigratorias en Europa”

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Una persona refugiada en Mora
Una persona refugiada en Mora de Rubielos, Teruel. (Javier Escriche / Europa Press)

La intensificación de conflictos, la inestabilidad política y las violaciones de derechos humanos han provocado cifras récord de desplazamiento forzado en todo el mundo, de forma que en 2024 más de 122 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares. Entre los principales focos de crisis de desplazamiento forzado figuran Siria, Venezuela, Afganistán, Ucrania, Sudán, la región del Sahel y Palestina, enclave este último donde la ofensiva israelí ha dejado más de 50.000 muertos, 1,9 millones de personas desplazadas y una respuesta internacional aún insuficiente, tal y como ha indicado este lunes la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en la presentación de su Informe Anual sobre las personas refugiadas en España y Europa.

Ese mismo documento revela que España fue el segundo país de la Unión Europea (UE) en recibir peticiones de asilo en 2024, con 167.366 solicitudes, lo que supone un incremento del 2,5%. Sin embargo, se sitúa nuevamente a la cola en cuanto a la tasa de reconocimiento, con solo un 18,5% de las resueltas favorablemente, casi 30 puntos menos que la media europea (46,6%), por lo que CEAR considera que “aún hay mucho margen de mejora”.

El informe también indica que las principales nacionalidades de los solicitantes de asilo en España procedieron de Venezuela, Colombia y Mali, siendo este último país africano el que más creció debido al agravamiento del conflicto, las violaciones de derechos humanos y el deterioro de la situación humanitaria. Según denuncia CEAR, conseguir una cita para formalizar la solicitud de asilo se está convirtiendo en misión imposible, además de los largos tiempos de espera, problemas que “siguen dejando en un limbo jurídico a miles de personas”.

En cuanto a la distribución territorial de las solicitudes, la Comunidad de Madrid (47.439), Andalucía (25.538) y Cataluña (17.488) se situaron a la cabeza, mientras que las presentadas en Canarias descendieron ligeramente. A lo largo de 2024 también aumentaron levemente las solicitudes en Aragón (8.153), País Vasco (7.729) y Melilla, y las registradas en Ceuta casi se duplicaron.

Nueva Ley de Asilo

Desde finales del año pasado, España participa en la elaboración de una nueva Ley de Asilo para adaptar su marco normativo al Pacto Europeo de Migración y Asilo, que entró en vigor en junio de 2024 y establece un enfoque centrado en la contención, el control y la externalización de fronteras, por lo que ha recibido numerosas críticas por parte de organizaciones humanitarias que alertan sobre el riesgo de que esas medidas debiliten la protección de los derechos de las personas migrantes y solicitantes de asilo. Se trata de la tercera Ley de Asilo, pues las dos anteriores se aprobaron en 1984 y 2009.

“El Gobierno español está ante una oportunidad histórica de abanderar una Unión Europea centrada en las personas, pues ahora más que nunca son necesarias políticas que sirvan de dique de contención ante las oleadas antimigratorias y la amenaza que supone el Pacto Europeo de Migración y Asilo, si no se implementa de forma garantista con los derechos, en un mundo en el que cada vez más personas tienen que huir de sus países”, ha defendido la organización. “Nos encontramos en una encrucijada histórica. Confiamos en que el Gobierno español tome el camino adecuado y descarte cualquier vía alternativa que suponga vulnerar derechos y abrazar las políticas inhumanas que se promulgan en otros países”, añaden.

Migrantes de Siria caminan hacia
Migrantes de Siria caminan hacia un campo de refugiados en Kokkinotrimithia, en las afueras de Nicosia, Chipre. (AP Foto/Petros Karadjias, Archivo)

CEAR considera que la Ley de Asilo debe poner el foco en el mantenimiento de las garantías ya existentes como la asistencia jurídica gratuita a lo largo de todo el procedimiento y la posibilidad de solicitar asilo en embajadas y consulados de España en el exterior, entre otros. Además, añaden, la norma “debe asegurar que los nuevos procedimientos como el de triaje cuentan con todas las garantías y se respeta el principio de devolución, con la participación de organizaciones especializadas y no suponen un riesgo de extensión de las situaciones de detención, que deben ser siempre el último recurso”.

La ruta canaria vuelve a ser la más mortífera: 4.808 personas migrantes han muerto en los cinco primeros meses del año.

Menores migrantes no acompañados

En este contexto, añade el informe de CEAR, se produjo un aumento en las llegadas por vía marítima, principalmente a Canarias, pero también a Baleares, donde se identificó una nueva ruta migratoria procedente de Somalia. “Aunque el volumen de llegadas no supone un reto inasumible, la falta de planificación ha obligado a mantener una respuesta de emergencia prolongada”, aclara la organización, que recuerda que en el caso de Canarias, una de cada siete personas llegadas eran niñas, niños o adolescentes, la mayoría sin referentes familiares.

De hecho, la protección de los menores migrantes no acompañados se ha convertido en “uno de los principales desafíos migratorios”, dado que el sistema se encuentra desbordado y las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular se oponen al decreto que modifica los criterios de distribución. Fue el pasado mes de marzo cuando PSOE y Junts per Catalunya llegaron a un acuerdo para modificar el artículo 35 de la Ley de Extranjería, una reforma que establece el reparto de menores migrantes teniendo en cuenta factores como la renta y el desempleo de cada región, así como las inversiones previas para acoger a estos niños, niñas y adolescentes.

CEAR también recuerda que el nuevo Reglamento de Extranjería, que entró en vigor el pasado 20 de mayo, si bien flexibiliza requisitos como el arraigo para algunas personas en situación irregular, por otro lado “excluye del cómputo a quienes han visto sus solicitudes de asilo rechazadas, obligándoles a permanecer dos años en situación irregular". De ahí la importancia, destaca la organización, de que el Congreso apruebe a la brevedad la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para la regularización de medio millón de personas migrantes, pues serviría para “dar respuesta a esas situaciones de irregularidad que quedan fuera del nuevo reglamento”.