Una doctora señala los 25 síntomas comunes de la menopausia: “Una maravilla. No son pocos, queridas”

Aunque los sofocos y la sequedad vaginal son algunos de los más conocidos, la menopausia puede notarse en muchos otros aspectos

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Una doctora explica cuáles son
Una doctora explica cuáles son los síntomas más frecuentes de la menopausia (Montaje Infobae con imágenes de Vocesqroo y @doctoramarimerperez/TikTok)

La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres. Esta marca el fin de la menstruación y, por tanto, también de su capacidad reproductiva. Ocurre porque los ovarios dejan de producir estrógenos y progesterona, que son las principales hormonas sexuales femeninas.

Este momento vital llega generalmente entre los 45 y 55 años y se considera que una mujer entra en esta etapa cuando lleva 12 meses seguidos sin tener la regla sin que haya otra causa médica que lo explique. Si ocurre antes de los 40 años, se denomina menopausia precoz.

La disminución de las hormonas no solo afecta a la fertilidad, sino que provoca una serie de cambios físicos y emocionales: la bajada de estrógenos y progesterona influye en el cerebro, el sueño, la piel, el corazón, los huesos... Los más conocidos y sobre los que más se suele hablar son los sofocos y la sequedad vaginal, pero “la menopausia es mucho más que eso”, explica la doctora Marimer Pérez en un vídeo publicado en sus redes sociales (@doctoramarimerperez).

La experta señala, además, que no todas las mujeres experimentarán las mismas consecuencias: “Algunas podrán transitar la menopausia sin apenas ningún síntoma que les moleste (o muy pocos)”. Sin embargo, la lista de los posibles, que aparecerán de una forma más o menos acusada en cada persona, es bastante larga: “Una maravilla. No son pocos, queridas”.

Cambios de humor, fatiga, caída de pelo...

La doctora Marimer Pérez enumera los veinticinco síntomas de la menopausia más comunes, aunque no siempre aparecerán todos a la vez o con la misma intensidad:

  • Sofocos: las mujeres que entran en esta etapa pueden sentir un calor intenso y repentino en zonas como el rostro, cuello o el pecho que dura entre unos segundos y unos minutos. Este síntoma es el más común, pues afecta a más del 70 % de las mujeres.
  • Sudoraciones nocturnas: esto altera en gran medida el descanso y el ánimo.
  • Sequedad vaginal: al disminuir la lubricación natural, es frecuente que esto vaya acompañados de picor, ardor o molestias.
  • Disminución de la libido o deseo sexual: relacionado con el descenso hormonal y, a veces, con los cambios emocionales o físicos.
Una mujer con sofocos por
Una mujer con sofocos por la menopausia (Adobe Stock)
  • Periodos irregulares: esto sobre todo ocurre durante la perimenopausia (la etapa previa).
  • Cambios de humor: estos serán más bruscos y la sensibilidad puede verse aumentada.
  • Fatiga.
  • Caída de pelo: este se vuelve más débil.
  • Bajada de humor.
  • Incontinencia: se pueden producir más ganas de orinar, así como escapes leves o infecciones urinarias frecuentes.
  • Hinchazón.
  • Dolor de pecho.
  • Dolor articular: algunas mujeres notan rigidez en la mañana o molestias nuevas en las articulaciones que hasta el momento no habían sentido.
  • Insomnio o sueño entrecortado: hay una mayor dificultad para conciliar el sueño, así como despertares frecuentes o sueño no reparador. Muchas veces suele deberse a la combinación de cambios hormonales y de sudores nocturnos.
  • Dificultad de concentración: se siente como una especie de niebla mental.
  • Pérdida de memoria.
  • Mareos.
  • Uñas débiles.
  • Cambios en el olor corporal.
  • Depresión
  • Ansiedad.
  • Irritabilidad.
  • Dolor de cabeza
  • Sequedad de la piel: esta se volverá más fina y menos elástica, por lo que se potenciará la aparición de arrugas.
  • Boca seca.
Episodio: Menopausia. El comienzo de una nueva etapa.

¿Se pueden paliar estos síntomas?

Aunque la menopausia no tiene cura porque es una etapa vital y normal en la vida de toda mujer, algunos comportamientos ayudan, como cambios en el estilo de vida: una dieta más equilibrada (rica especialmente en calcio, magnesio, omega 3...), una actividad física regular, técnicas de relajación como el yoga para potenciar el correcto descanso y controlar el estrés...

Algunas mujeres también recurren a lubricantes para aliviar la sequedad vaginal, suplementos naturales o fisioterapia y una terapia hormonal sustitutiva (THS). Esta última, sin embargo, solo puede realizarse bajo control médico.