Los españoles comen peor que hace 10 años, cocinan menos y compran más ultraprocesados, según la OCU: “Nos vamos alejando de la dieta mediterránea”

La Organización de Consumidores y Usuarios ha mostrado su preocupación por la “excesiva ingesta” de platos preparados ricos en sal, azúcar o grasas saturadas, superando su consumo un 90 por ciento de lo aconsejable

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(Especial)
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Los españoles comemos peor que lo hacíamos hace una década. Cocinamos menos en casa y compramos más alimentos precocinados. Cocinamos menos verduras y comemos menos fruta fresca, mientras que aumentamos el consumo de refrescos y bebidas alcohólicas. En definitiva, “nos vamos alejando de la dieta mediterránea, de la que antaño presumíamos".

Así lo advierten las conclusiones del análisis de hábitos alimentarios realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a partir de la evolución del Panel de consumo de alimentos publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Analizando la dieta de los españoles desde enero de 2014 hasta diciembre de 2023, la Organización ha encontrado tendencias preocupantes que, según se concluye del estudio, podrían estar alejándonos paulatinamente de lo que conocemos como ‘dieta mediterránea’.

La OCU ha mostrado su preocupación por el aumento progresivo en los hogares de platos preparados ultraprocesados (como pizzas, empanadillas, croquetas…) ricos en sal, azúcar, grasas saturadas y aditivos. Incluir estos alimentos en el menú semanal es cada día más habitual y su ingesta resulta actualmente un 90% superior a la frecuencia de consumo aconsejable.

Avisan, además, de que “el encarecimiento del aceite de oliva se ha traducido en la última década en un aumento del consumo de mantequilla y margarina, que son grasas menos saludables”. Actualmente, la ingesta de estas grasas untables se sitúa en un 140% superior al aconsejable, mientras que grasas como el aceite de oliva son consumidas un 43 % menos de lo recomendado.

Demasiados refrescos y no suficientes legumbres

Aunque se ha reducido su ingesta desde los datos obtenidos en 2014, el consumo sigue siendo superior al recomendado (en un 240 %) en el caso de los refrescos, zumos y otras bebidas envasadas como la cerveza sin alcohol, similar porcentaje al que supone el excesivo consumo de carne roja que, a pesar de haberse reducido en los últimos diez años, sigue siendo superior al recomendado por los expertos.

Otros grupos que son consumidos “en exceso” son las carnes preparadas, como los embutidos o las salchichas, que se ha visto incrementado en un 149%, las bebidas alcohólicas (un 51 por ciento más de lo recomendado), los dulces (un 71 % más) y la sal (un 75% más).

Entre los alimentos que consumimos en menor cantidad de la recomendada se encuentran, además del aceite de oliva, las leches fermentadas (72 % menos de lo recomendado), los panes integrales (94 %), los quesos (47 por ciento menos), los frutos secos (67 por ciento menos), las hortalizas frescas (55% menos), los huevos (62 % menos), las legumbres (87% menos), la pasta (62 % menos), el arroz (66 % menos), o el pescado (64% menos).

Comer bien para tener mejor salud

Las consecuencias de estas tendencias van más allá de lo gastronómico, alcanzando de lleno al problema de la salud. En los últimos 10 años, en la población española ha aumentado el número de personas con enfermedades cardiovasculares y con diabetes tipo 2, situaciones relacionadas directamente con la calidad de los hábitos alimentarios. Además, la población con ‘exceso de peso’ ha aumentado un 6% en la última década, algo que afecta ya al 56% de la población española.

Para luchar contra esta situación, la OCU ha emitido una serie de recomendaciones en favor de una dieta completa y saludable. Nuestro menú debería incluir de manera diaria verduras y hortalizas frescas, fruta fresca de temporada, frutos secos, lácteos no azucarados, pan integral (en vez de pan común) y aceite de oliva (en este caso en lugar de la mantequilla o la margarina). Aconsejan, además, recuperar el consumo periódico, varias veces a la semana, de legumbres, arroz, pasta, huevos, pollo y pescado (frente a la carne roja). Otra de las grandes directrices de los expertos de la OCU es limitar el consumo de bebidas ricas en azúcares o edulcorantes, como los refrescos, los zumos o la cerveza sin alcohol.

Como recomendación final, la Organización ha querido poner el foco en la cocina casera como medio para alcanzar una dieta que proteja y mejore nuestra salud y nuestra calidad de vida. Así, recomienda “tratar de encontrar tiempo para cocinar en casa, evitando en la medida de lo posible los platos preparados ultraprocesados ricos en sal, azúcar, grasas saturadas y aditivos”.