En 30 segundos sin tostadora ni horno: un panadero descubre la forma más rápida de descongelar el pan y quede como recién hecho

El estadounidense Peter Reinhart defiende esta técnica en uno de sus últimos libros

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Barras de pan (Pixabay)
Barras de pan (Pixabay)

El pan es un alimento que acompaña a los españoles cada día e incluso en cada comida. En tostadas, sándwiches o bocadillos, picatostes o simplemente como forma de empujar la comida y rebañar bien el plato, se trata de un elemento crucial en la gastronomía nacional. Pero es difícil que una barra de pan aguante en buen estado más de 24 horas. A veces ni eso. Por ello, durante los siglos han ido apareciendo recetas que aprovechaban el pan duro, como las migas o las torrijas.

Ahora que es más sencillo tener acceso a los congeladores, muchos prefieren reservar su barra de pan en uno de los cajones más fríos para descongelarla poco a poco y disfrutarla como pan ‘fresco’ durante más tiempo. Es una medida que incluso puede volver el pan más saludable. La doctora Karen Alarcón, gastroenteróloga endoscopista en Ecuador, asegura que el proceso de congelación y descongelación ayuda a que el carbohidrato del pan se convierta en fibra prebiótica. Este procedimiento, además, genera un cambio en la estructura del almidón presente en el pan, convirtiéndolo en almidón resistente, un tipo de fibra dietética que no se digiere en el intestino delgado, sino que llega al colon para ser fermentada por la microbiota intestinal, afirmó Alarcón.

La experta añade además que “el almidón por efecto del calor se digiere mejor, así que seguramente tendrás menos molestias de distensión abdominal y gases”. Investigaciones recientes respaldan asimismo la relación entre el almidón resistente y la pérdida de peso. Un estudio publicado en febrero de 2024 en la revista Nature Metabolism concluyó que la ingesta de almidón resistente puede facilitar la pérdida de peso al remodelar la microbiota intestinal.

La mejor forma de descongelar el pan

Imagen de archivo de una
Imagen de archivo de una barra de pan. (Shutterstock)

Sabiendo todas estas ventajas que puede tener reservar así el pan, es normal preguntarse por cuál es la mejor manera de descongelarlo y que quede como nuevo. Si se conserva ya cortado en rebanadas, es mucho más fácil y sencillo: basta con meterlo en la tostadora. Pero cuando se guarda una barra de pan en tera, una hogaza o una chapata, el sistema puede complicarse.

La opción principal para muchos es utilizar el horno. El panadero estadounidense Peter Reinhart defiende esta técnica en su libro El aprendiz del panadero, donde explica que, si envuelves el pan con un paño humedecido en agua caliente y lo horneas a 200 °C durante 10 o 30 minutos, dependiendo del tamaño; tendrás el mejor resultado. De esta forma, el trapo absorbe la humedad del pan congelado y evita que quede correoso o blando, dando un resultado óptimo. La freidora de aire o airfryer puede ser una alternativa en caso de no tener horno.

Para los que no quieran esperar tanto, el microondas puede ser la solución. En este caso, habría que seguir la misma técnica: humedece un paño con agua caliente y envuelve tu barra de pan en él. Mete el pan con el paño en el microondas y enciéndelo a 750-800 W de potencia. Prográmalo para que funcione durante 30 segundos y, una vez terminado el tiempo, espera unos instantes antes de retirarlo del microondas.