Durante estos días, los establecimientos están repletos de comidas y cenas de empresa, ocasiones en las que los compañeros de trabajo aprovechan para estar juntos lejos de sus puestos y en un ambiente más relajado. Como estas fechas son tan complicadas, las reservas se suelen hacer con antelación para evitar quedarse sin lugar en el que reunirse. Como son unas jornadas en las que el volumen de trabajo es tan alto, muchos restaurantes solicitan una fianza con la reserva, tal y como hizo el local Donde Siempre.
Como hemos podido ver en las capturas de pantalla compartidas en X por el creador de contenido Jesús Soriano, @soycamarero, unos clientes contactaron vía WhatsApp con el negocio mencionado para modificar el número de asistentes y para preguntarles si les podían poner fuera. A lo que el restaurante sólo contestó: “La mesa será dentro por el frío”. Al día siguiente volvieron a escribir para cambiar la reserva de nuevo, esta vez comentando que iban a acudir 11 más, haciendo un total de 38.
En la siguiente fotografía, vemos cómo los comensales le comunican al establecimiento que, finalmente, no se presentarán porque les habían dicho que “no había hueco dentro para 40 personas” y que tampoco podía ser fuera, por ello le solicitan la fianza. A lo que el local contesta enfadado: “La señal es justo para estas cosas. ¿Nosotros qué hacemos ahora con un comedor de 30 personas vacío? Hemos rechazado un montón de reservas por ustedes”.
“Qué bien os quedarán esas 40 reseñas negativas”
El restaurante mandó estas capturas de pantalla a Soriano para denunciar las amenazas que había recibido por parte de estos comensales. Los clientes amagaban con ponerle comentarios negativos en Google. “Qué bien os quedarán esas 40 reseñas negativas, disfrutadlas”, le avisaban. El negocio, por su parte, optaba por devolverles el dinero y desearles unas felices fiestas.
Podríamos pensar que es una historia que acaba aquí, pero no. Donde Siempre les escribió para mandarles el tweet de @soycamarero y mostrarles que había muchos usuarios que apoyan al local, algo que no les sentó demasiado bien. “Que sepas que es denunciable poner conversaciones de WhatsApp sin consentimiento, pero ya te digo que no me afecta”. “Ahora sí, 190 trabajadores de la fábrica irán a las reseñas”, intimidaba.
“No deis nunca una señal”
Y como el que avisa no es traidor, dicho y hecho. Unos instantes después, unos cuantos consumidores dejaban constancia de su mala experiencia. “Secomerá bien, pero la gente que trabaja allí poca profesionalidad y no deis nunca una señala que se quedarán con tu dinero” o “Muy disgustada, hicimos una reserva de cena de empresa, pero finalmente éramos más y no cabíamos todos juntos. Dimos 30 euros de reserva y no la querían devolver todo esto con dos semanas de antelación”, eran las primeras en llegar.
Indignación entre los seguidores de Jesús Soriano
“Estaría bien saber la fábrica y hacer un contraataque”, “Pasa el restaurante, nosotros dejaremos buenas reseñas” o “A todas estas personas que viven por y para las reseñas se les debería de prohibir entrar en cualquier sitio público y privado”, son algunos de los comentarios que han dejado los seguidores de Jesús Soriano.