El pasado sábado 7 de diciembre, la catedral de Notre-Dame de París, que había permanecido cerrada durante más de cinco años a consecuencia del incendio ocurrido en 2019, reabrió sus puertas al público. La ceremonia contó con la presencia de varios líderes mundiales, como Donald Trump, presidente de los Estados Unidos; Volodímir Zelenski, de Ucrania, o el propio Emmanuel Macron, que pronunció un discurso en el que agradeció la labor de los restauradores durante estos años. Sin embargo, también hubo ausencias muy sonadas, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras: ni los reyes de España ni el Gobierno acudieron a la cita, por lo que la reapertura del monumento histórico no contó con representación española.
“La ausencia de España en la reapertura de la catedral de Notre-Dame es una vergüenza para nuestro país. Una vez más, el Gobierno no está a la altura de la sociedad a la que debe servir”, denunciaba el sábado Alberto Núñez Feijoó, dirigente del Partido Popular (PP), poniendo el foco en la no asistencia por parte del presidente español, Pedro Sánchez, o de cualquier otro ministro del Gobierno. También Elías Bendodo, del mismo partido político, ha expresado su disconformidad con la ausencia: “Es preocupante que grandes líderes mundiales asistieran a la reapertura de Notre-Dame y que el único gobierno importante que faltara fuera el de España”.
Los medios extranjeros se han hecho eco de esta “incomprensión” por parte de la oposición, como demuestran los titulares de medios franceses como La Montagne, que señala que el rey Felipe VI, la reina Letizia y el ministro de Cultura Ernest Urtasun habían sido invitados a la ceremonia, pero ninguno de ellos acudió a la cita. Desde el lunes 10 de diciembre, el Ejecutivo ha intentado explicar a los medios los motivos de estas ausencias: Pedro Sánchez, ante las críticas vertidas por la oposición, aseguraba que estas invitaciones iban dirigidas exclusivamente a los reyes y al ministro de Cultura, que no se encontraba disponible. Esta convocatoria era “intransferible”, por lo que el presidente del Gobierno no habría podido acudir.
Por su parte, Urtasun se ha negado a dar declaraciones sobre el asunto durante su participación en una rueda de prensa, pero diversos medios españoles como ABC o El Español han señalado que el ministro de Cultura pasó el finde semana en Madrid, donde acudió a un espectáculo de circo con su familia, algo que ha sido duramente criticado. En cuanto a la Casa Real, según informa AFP, no explicó el motivo de la ausencia de los reyes, sino que se limitó a destacar que la ceremonia de apertura de la catedral de Notre-Dame no se encontraba en la “agenda” de Felipe VI y Letizia.
Cinco años del incendio de Notre-Dame
El pasado 15 de abril se cumplieron cinco años del incendio de la catedral de Notre-Dame de Paris, ocurrido en 2019. El fuego comenzó en el techo de la catedral, específicamente en el área del arenero del muro del canalón del coro, en la esquina sureste del cruce del crucero. Las llamas se propagaron rápidamente, destruyendo la aguja, el tejado, el reloj y parte de la bóveda, lo que llevó a la apertura de una investigación preliminar y posteriormente a una investigación judicial formal para determinar las causas del siniestro. Pese a que los hechos continúan siendo investigados, las autoridades se inclinan hacia la hipótesis de que se trató de un accidente mientras se llevaban a cabo labores de restauración de la estructura.
Durante estos años se han revisado numerosas pruebas, incluyendo los trabajos de restauración, así como el sistema eléctrico y de seguridad de la catedral, descubriéndose que los trabajadores a cargo de la restauración que se estaba desarrollando cuando se produjo el incendio incumplieron prohibiciones como la de no fumar en el lugar.
Con la reapertura de la catedral de Notre-Dame, que tiene más de 850 años de historia, Francia recupera uno de sus símbolos arquitectónico y culturales más importantes del país y del mundo. Es por esta razón por la que la ceremonia ha congregado a tantos líderes políticos y ha suscitado las críticas hacia los que no han acudido.