Una diseñadora gráfica con síntomas persistentes tras contraer el Covid-19 acaba de lograr que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León le reconozca la incapacidad permanente absoluta, por lo que cobrará una pensión equivalente al 100% de su base reguladora, de 1.889,92 euros.
Según los jueces, el empleo de la mujer “exige concentración, trabajo intelectual y utilización de pantallas de visualización de datos”, algo que le resulta imposible por culpa de su enfermedad, que le provoca “cefaleas continuas y diarias que hacen ilusorio un desempeño ordinario y habitual, con rendimiento adecuado y sin sacrificios extraordinarios, de cualquier profesión”. Por ello, el tribunal concluyó que la afectada no puede realizar ningún empleo de manera normal y debe recibir la incapacidad permanente absoluta.
Como ella, entre 1 y 2 millones de personas sufren de Covid persistente, ‘Long Covid’ o síndrome postcovid en España. La variedad de nombres y la vaguedad de la cifra demuestran que se trata de una enfermedad aún muy poco estudiada y contabilizada, pero los médicos coinciden en que las consecuencias sobre la salud son graves y pueden no tener cura.
“Alrededor de un 10% de las personas que han pasado la fase aguda de Covid-19 pueden padecer síntomas persistentes después de las 12 semanas tras la infección, que se mantienen durante al menos dos meses y no se explican por ninguna otra patología. Este síndrome es lo que se conoce como Covid persistente”, señala la Red Española de Investigación en COVID persistente (REiCOP).
Síntomas del Covid persistente
Los síntomas más comunes que indican la existencia de Covid persistente, de acuerdo con esta asociación, son los siguientes: “El más frecuente es la fatiga, pero también hay otros síntomas habituales como la dificultad para respirar, falta de memoria o dificultad para concentrarse, dificultad para dormir, la tos persistente, el dolor en el pecho, el dolor de cabeza, el dolor muscular y articular, o fiebre. Los y las pacientes también pueden experimentar pérdida del gusto y el olfato, erupciones en la piel, pérdida de cabello, taquicardia, sudores nocturnos, alteraciones en la temperatura corporal, estreñimiento o diarrea”.
De todos los síntomas, los más graves y que pueden incapacitar a los afectados a la hora de realizar cualquier empleo son la fatiga extrema y la cefalea crónica diaria, un dolor de cabeza constante, debilitante y difícil de manejar.
La Asociación Madrileña de Covid Persistente (Amacop) señala que se han detectado más de 200 síntomas distintos en pacientes con Covid Persistente, y que incluyen tanto síntomas generales como neurológicos, cardiovasculares, respiratorios, musculoesqueléticos, digestivos, psicológicos, dermatológicos u oftálmológicos, entre otros. Son los siguientes:
Síntomas generales
Fatiga.
Astenia.
Malestar general.
Alteraciones de la temperatura.
Escalofríos.
Fiebre y febrícula recurrentes.
Pérdida de peso.
Anorexia.
Sudoración.
Síntomas neurológicos.
Niebla mental.
Dolores de cabeza/Cefaleas.
Trastornos del sueño.
Problemas con la atención.
Fallos de memoria.
Mareos.
Parestesias/Hormigueos.
Dolores neuropáticos.
Temblores externos e internos.
Vértigos.
Afasia.
Síntomas musculoesqueléticos
Dolor muscular.
Dolor articular.
Dolor de espalda y cervical.
Contracturas.
Dolor intercostal o en la unión de las costillas al esternón.
Calambres.
Síntomas respiratorios
Disnea.
Presión en el pecho.
Tos.
Dolor torácico.
Ardor retroesternal.
Desaturaciones bruscas de oxígeno.
Capacidad pulmonar reducida.
Fibrosis pulmonar.
Síntomas cardiológicos
Palpitaciones.
Taquicardias.
Hipotensión ortoestática.
Hipotensión.
Hipertensión.
Alteración en la tensión arterial.
Bradicardias.
Aumento de la frecuencia cardiaca en reposo.
Síncopes.
Arritmias.
Síntomas vasculares
Ictus.
Trombos.
Microtrombos.
Hematomas sin trauma.
Microtrombos en los dedos.
Vasculitis.
Síntomas digestivos
Diarrea.
Ardor digestivo.
Gases.
Dispepsia.
Epigastralgia.
Naúseas.
Dolor abdominal.
Disbiosis intestinal.
Pirosis (ardores intensos).
Vómitos.
Síntomas renales
Infecciones de orina.
Aumento del nº de micciones.
Cólico nefrítico.
Insuficiencia renal.
Síntomas otorrinolaringológicos
Boca seca.
Dolor de garganta.
Odinofagia.
Anosmia (pérdida olfato).
Hiposmia (disminución olfato).
Cacosmia (olores desagradables).
Ageusia (pérdida gusto).
Disgeusia (sabores desagradables).
Disfagia (problemas para tragar).
Afonía.
Aftas.
Acúfenos (tinitus).
Otalgia (dolor oídos).
Pérdida auditiva.
Síntomas oftálmológicos
Picor de ojos.
Ojo seco.
Fotofobia.
Dolor ocular.
Visión borrosa.
Diplopia (visión doble).
Pérdida temporal de visión.
Síntomas dermatológicos
Caída del pelo.
Prurito.
Petequias.
Urticaria.
Máculas/Pápulas.
Úlceras en la piel.
Pérdida de uñas.
Síntomas ginecológicos
Periodos irregulares.
Cambios en la cantidad de sangrado.
Aumento de coagulación.
Empeoramiento de síntomas generales con el periodo.
Síntomas de salud mental
Depresión.
Ansiedad.
Alteraciones del estado de ánimo.
Paranoias.