Más de la mitad de los peregrinos que recorren cada año el Camino de Santiago son mujeres, pero ni siquiera en un ambiente que debería centrarse en la expiación religiosa se sienten seguras. El diario británico The Guardian ha recogido el testimonio de nueve mujeres que, en los útlimos cinco años, han denunciado incidentes de acoso sexual en su recorrido hasta Santiago de Compostela, unos episodios que “no son sorprendentes”.
Así lo afirma Lorena Gaibor, fundadora del foro en línea Camigas, que asegura que “el acoso sexual es endémico en el Camino. Parece muy común. Cada maldito año recibimos reportes de mujeres experimentando las mismas cosas”. Según datos del Gobierno nacional, 230.000 mujeres realizaron la conocida ruta en el 2023 y muchas de ellas lo hicieron solas, algo que aprovechan los agresores para abordarlas, asegura el medio británico.
En el último lustro, siete mujeres afirmaron haber visto a hombres masturbándose o tocándose indebidamente en zonas de España y Portugal. En al menos uno de esos casos, un hombre persiguió a una peregrina por el campo. La octava entrevistadas por The Guardian dijo haber rechazado tocamientos no deseados y comentarios lascivos de varios hombres, mientras que la novena dijo ue un hombre se detuvo en una furgoneta mientras ella caminaba y le instó a subir. Todos estos episodios sucedieron generalmente mientras las mujeres caminaban solas por tramos remotos.
Marie Albert, periodista y peregrina, vivió en sus carnes uno de estos episodios: en 2019, un hombre intentó besarla y otro se masturbó frente a ella, situaciones que generaron miedo de volver a enfrentarlos. “Se dice que estas rutas son seguras para las mujeres y hay un tabú en decir algo diferente”, ha asegurado al diario británico. En este caso, los acosadores de Albert eran otros peregrinos que recorrían el camino con ella.
Falta de persecución policial
Estos incidentes, sin embargo, apenas son perseguidos por la justicia. De las nueve mujeres con las que habló The Guardian, solo en un caso el perpetrador fue localizado y juzgado. La situación es preocupante, dado que se han registrado incidentes graves, como en 2018, cuando una mujer venezolana fue supuestamente secuestrada y violada.
Un ejemplo reciente del problema fue relatado por Rosie, una joven de 25 años que caminaba por Portugal. Al ver a un hombre sin pantalones masturbándose mientras la miraba, intentó contactar a la policía local, pero no obtuvo respuesta. “Fue aterrador,” indicó a The Guardian. “Me sentí completamente sola en ese momento,” reflejando el miedo y la vulnerabilidad percibidos por las peregrinas solitarias en rutas remotas.
A pesar de estos acontecimientos, la delegación del gobierno español en Galicia señaló que no tiene conocimiento de casos de agresión sexual en los últimos cinco años. Sin embargo, la policía portuguesa ha recibido cinco denuncias por exhibicionismo desde 2023, aunque no se ha logrado identificar a ningún sospechoso ni se han producido arrestos.
Para mejorar la seguridad, se ha aconsejado a los peregrinos descargar AlertCops, una aplicación que permite contactar directamente a la policía en caso de emergencia.
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