El sindicato de veterinarios denuncia la “postura negacionista” de Castilla y León sobre el impacto de la tuberculosis bovina

La organización sostiene que los controles de esta enfermedad infecciosa solo se pueden flexibilizar si existe un estudio epidemiológico y un consenso con las autoridades competentes nacionales y europeas

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Protesta de ganaderos salmantinos contra los protocolos de los saneamientos de la tuberculosis bovina.  (EFE/J.M.GARCÍA)
Protesta de ganaderos salmantinos contra los protocolos de los saneamientos de la tuberculosis bovina. (EFE/J.M.GARCÍA)

El Sindicato de Veterinarios de Castilla y León (SIVECAL-USCAL) quiere dejar claro que flexibilizar las medidas frente a la tuberculosis bovina sólo es posible si existe un estudio epidemiológico y “si se consensúan con las autoridades competentes nacionales y europeas”. La organización critica la “postura negacionista” que, a su juicio, mantiene la Consejería de Agricultura, liderada por Vox, al considerar que no es un problema de salud pública.

“Se pueden flexibilizar ciertas medidas desde el punto de vista técnico, pero si se llega a un consenso y si las autoridades competentes nacionales y comunitarias lo autorizan, no porque un grupo de ganaderos decida que esas normas de juego no les valen”, señala a Infobae España Inés Sanz, veterinaria de SIVECAL, en referencia a los profesionales del sector que piden rebajar el control de la tuberculosis saltándose las normas y tras los incidentes que algunos de ellos protagonizaron el lunes al tratar de asaltar la delegación de la Junta en Salamanca.

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El sindicato, que estudia presentar una denuncia por ese intento de asalto, también arremete contra la consejería: “No se puede decir que esta enfermedad no tiene efectos para la salud pública, es una postura negacionista, igual que la que mantiene [Vox)] respecto al calentamiento global”, añade Sanz. La organización ha pedido la dimisión del consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, y del “resto de responsables políticos” implicados en la resolución del pasado 10 de mayo que flexibilizaba el movimiento del ganado en contra de la normativa nacional y europea.

Los veterinarios estiman además que las pérdidas para los ganaderos, en solo 10 días, asciende a 3,8 millones de euros.

Cuestión económica

La ley estatal obliga al sacrificio de las vacas que den positivo en tuberculosis, de forma que queda restringido el movimiento del resto del ganado, y los ganaderos no pueden exportar sus productos. “Si tienen una ganadería saneada, con carta verde, ellos venden sus terneros donde quieran, pero si hay positivos, su producto se deprecia. De ahí la flexibilización de las medidas, porque implica que habría menos rebaños positivos o sospechosos. En vez de una prevalencia del 5%, tendríamos unas prevalencias inferiores, maquilladas, y el proceso infeccioso a medio plazo incrementaría su extensión entre los bovinos”, indica Sanz.

Protesta de ganaderos salmantinos contra el saneamiento de la tuberculosis bovina (EFE/J.M.GARCÍA)
Protesta de ganaderos salmantinos contra el saneamiento de la tuberculosis bovina (EFE/J.M.GARCÍA)

La tuberculosis bovina es una enfermedad de origen animal producida por una bacteria y no siempre da la cara, pues en muchas ocasiones permanece latente en las explotaciones durante años. Se transmite, principalmente, por vía aérea en contacto con el animal infectado vivo, pero también existe transmisión por la leche y por la carne, aunque en ese aspecto los veterinarios lanzan un mensaje de tranquilidad a la población: “Los sistemas de control son muy avanzados tanto a nivel de explotación ganadera en detección de animales positivos o sospechosos como en los mataderos”, asegura Sanz. “Consumir carne y leche es totalmente seguro”, insiste.

Posibles medidas

Respecto a la flexibilización de los controles de tuberculosis bovina, el sindicato propone medidas como “mejorar las indemnizaciones a los ganaderos que estén sujetos a esta problemática, fomentar sistemas de aislamiento -con ayudas destinadas al vallado de fincas- o intentar separar animales sanos de sospechosos o enfermos”, además un control de la fauna silvestre, “porque hay animales sobre los que no se ejerce ningún control” y eso también puede generar problemas, concluye Sanz.

Cabe recordar que este mismo jueves el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha dejado sin efecto la orden ministerial del 29 de mayo por la que se limitaba el movimiento de ganado bovino en Castilla y León, después de que Tribunal Superior de Justicia de la región suspendiera cautelarmente la resolución de la consejería del 10 de mayo. De esta forma, Castilla y León vuelve a tener las mismas medidas de control que el resto de regiones para erradicar la enfermedad y las reses pueden salir de la región.

El consejero de Agricultura, por su parte, considera legal dicha resolución aunque “existan discrepancias técnicas” con el reglamento europeo, indicó el miércoles en una rueda de prensa. Dueñas, además, no renuncia a relajar los controles de tuberculosis bovina y confía en que un posible “cambio de Gobierno” tras las elecciones generales del 23 de julio “pueda favorecer otro modelo de movilidad nacional”.

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