Monet tendrá su primera gran exposición en Madrid en CentroCentro

El gran pintor de la corriente del Impresionismo será objeto de una amplia retrospectiva en la que se reunirán 50 de sus grandes obras, muchas de las que conservó el mismo pintor hasta su fallecimiento en su casa de Giverny y que se encuentran expuestas en el Musée Marmottan Monet en París.

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Tendrá lugar a partir del próximo 21 de septiembre y en esta ambiciosa muestra se intentará explicar la trayectoria creativa del artista a partir de los lienzos que eran más preciados para él, lo que añade sin duda un potente componente emocional y personal. Entre esas obras tan queridas se encuentran sus emblemáticos Nenúfares, que se alguna forma se convertirían en símbolo de su estilo.

Además, se podrá ver el Retrato de Michel Monet con gorro de pompón (1880); El tren de la nieve. La locomotora (1875) o Londres. El Parlamento. Reflejos del Támesis (1905), junto a cuadros de mayores dimensiones como Nenúfares (1917-1920) y sus Glicinas (1919-1920).

La responsable de la exposición es Sylvie Carlier, comisaria general y conservadora del Musée Marmottan Monet, acompañada de la historiadora del arte Marianne Mathieu y Aurélie Gavoille, que se encargarán juntas de realizar el discurso expositivo de esta selección de obras.

En estos momentos se pueden ver en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza algunas piezas de Monet como La cabaña en Trouville, marea baja (1881), Marea baja en Varengeville (1882) y La casa entre las rosas (1925), todas ellas que pertenecientes a la colección de Carmen Thyssen.

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En 2011 el Museo del Prado acogió una exposición sobre el Hermitage en la que también se pudieron contemplar algunas obras del artista, entre ellas El estanque de Montgeron y en 2018 también el Thyssen desplegó una muestra de obras inéditas de Monet que se ponían en relación con las de Eugène Boudin, considerado como precursor de los impresionistas y un gran paisajista francés, que precisamente sería el que animara a su discípulo a pintar al aire libre.

A partir de ese momento, Claude Monet retrató de forma personal la naturaleza, mostrando sus constantes cambios a través de su técnica, componiendo uno de los estilos más reconocibles de principios de siglo junto a Pierre-Auguste Renoir o Edgar Devas, inscritos en la misma corriente, capaces de plasmar en sus cuadros sensaciones y movimientos, dominados por la luz y los colores.

Monet alcanzó también la popularidad gracias al concepto de las series, bajo las que agrupaba un conjunto de cuadros con un tema común en los que introduciría diferentes variaciones. Entre estas series destacan la dedicada a la costa de Normandía, ‘Los Almiares’, en la que se marcarían los cambios en las estaciones, ‘La catedral de Ruan’, las vistas de Londres, Venecia y, por supuesto, los Nenúfares.

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