
El cineasta estadounidense Sean Baker se convirtió por primera vez en ganador de la Palma de Oro en el Festival de Cannes por su película Anora. Su trayectoria data desde el año 2000, pero su carrera despegó apenas hace casi 10 años con Tangerine (2015), considerada su película más indie: fue filmada con tres teléfonos iPhone 5S, con un escaso presupuesto de USD 100 mil dólares y estuvo protagonizada por mujeres transgénero en Los Ángeles.
En su momento, Baker renovó la cinematografía independiente al rodar su quinto film íntegramente con cámaras de los iPhones más modernos de la época en un intento de desafiar las limitaciones presupuestarias. Respaldado por los hermanos Duplass, Mark y Jay, se vio obligado a explorar soluciones creativas debido a la escasez de recursos.

“Pensé, si estamos en este terreno, hagamos que esta película parezca totalmente original y hagamos algo diferente que nadie haya hecho”, explicó en una entrevista con Interview Magazine. Existía un miedo inminente de trabajar con tan poco dinero, aunque más era el temor de estar retrocediendo en una etapa madura de su vida profesional. Ya llevaba más de una década haciendo cine y no podía obtener si quiera lo necesario para costear unas cámaras: “No iba a pedir más favores”.
Por tal motivo, utilizó ese poco dinero para adquirir tres iPhone 5S, dos para filmar y uno de respaldo. Adicionalmente, necesitó dispositivos con accesorios asequibles, como un soporte Steadicam Smoothee, una lente anamórfica Moondog Lab y la aplicación Filmic Pro. ¿Se podía hacer cine con tan poco? Sean Baker comprobó que sí y, de hecho, gozó de una gran libertad para plasmar su largometraje. Capturó escenas de manera casi clandestina en vecindarios, lo que le brindó el dote de realismo... que incluso le valió problemas.
Hay una escena en específico de Tangerine que logró conquistar a la crítica, justamente porque fue rodada por Sean Baker mientras montana en una bicicleta. Sin embargo, incluso esta sola escena también le dio algunos dolores de cabeza, porque la pelea entre los personajes fue confundida por un enfrentamiento real y provocó una llamada a la policía. Antes de que llegaran, el equipo de producción y los actores huyeron corriendo por las oscuras calles de la ciudad.

La película “se mueve mucho, pero si estás haciendo una película con esta cosa en un trípode todo el tiempo, podrías quitar eso y lograr el mismo aspecto en términos de color y alcance”, sostuvo a The Guardian. Entonces, decidió que, si iban a usar un “estilo hiperrealista” para las vidas tan coloridas de estas mujeres, lo ideal sería potenciar el color e ir en la dirección contraria de lo que se hacía en la pantalla grande por esos años.
“Me alegro de haberlo hecho, porque el mandarina se convirtió en el color dominante de la película. Hay tanto naranja”, señaló a Interview Magazine y agregó que resultaba increíble cómo elementos de ese color, ya sea un auto o un refresco, se colaban de forma casual en sus planos.

La historia real que encontró entre trabajadoras sexuales
“Si hay actores trans, ¿por qué no darles papeles?”, cuestionó Baker para The Guardian en 2015, un año en el que aún Hollywood mantenía resistencia a ofrecer personajes a estrellas transgénero. Por ese entonces, también se estrenó La chica danesa con Eddie Redmayne haciendo de una mujer trans. Básicamente, el histórico de proyectos como Tangerine promovió que, años más tarde, la actriz Scarlett Johansson fuera centro de debate por aceptar el rol de un hombre trans (Dante Tex Gill), y finalmente ella dio un paso al costado ante la ola de críticas hacia su persona y el film.
La tasa de empleo de la comunidad trans en Estados Unidos, como en otras partes del mundo, se ve reducida por discriminación. Reportes como el Broken Bargain for Transgender Workers en 2013, advertían que trabajadores trans aseguran “estar desempleados el doble que el conjunto de la población (14% frente al 7% en el momento en que se encuestó a los trabajadores)” y que, a su vez, “tienen casi cuatro veces más probabilidades que el conjunto de la población de tener unos ingresos familiares inferiores a USD 10 mil dólares”.

“Sólo a ese nivel, el de ser un ser humano decente, ¿por qué no contratan a personas que quizá no puedan conseguir otra cosa? En segundo lugar, en términos de dónde estamos en la historia, ¿no es hora de que la representación y la diversidad en general se tomen más en serio?”, insistió Sean Baker. Y así fue como salió a las calles a buscar a las actrices que convertirían su film en parte del cine de culto.
Llegó al centro LGBTQ de McCadden y allí estaba Mya Taylor. Junto a su co-guionista Chris Bergoch, se acercaron a ella y la joven automáticamente se interesó por sumarse a esta aventura. Después de unas reuniones compartiendo su historia, les presentó a Kitana Kiki Rodriguez, una amiga cercana con la que formaría el dúo protagonista. Ambas tenían personalidades opuestas, pero la fórmula era perfecta para llevar a la pantalla.

La premisa de Tangerine no había sido establecida hasta ese momento. Sean les dijo: “Tengo esta idea de dos personas que se reúnen un día en Donut Time y alrededor de esta área. Y eso es todo lo que tengo. Realmente no es nada, está en pañales. Es esta idea de tal vez una historia de amor, tal vez es una historia de venganza, no lo sabemos todavía, pero se trata de dos personas que se unen”. Sim embargo, Kiki tenía algo en mente y que tomó de las mismas calles.
“Me contó lo que se convirtió en el argumento de la película: una mujer despechada y un enfrentamiento. Inmediatamente, yo estaba como: ‘Eso es drama’ [risas] Eso pone a nuestros personajes en un viaje”, relató el cineasta. “Pero al principio me contó que a algunas mujeres les tiraban vasos de orina los transeúntes, y supe que eso tendría que incluirse en la película porque no podía dejar de pensar en ello por la noche. Casi me quitaba el sueño”.

Las actrices debutantes Mya Taylor y Kitana Kiki Rodríguez dieron vida a dos amigas transgénero trabajadoras sexuales, y demostraron ser talentos naturales. Baker aprovechó su familiaridad con los smartphones para facilitar su actuación frente a las cámaras, ya que estaban acostumbradas a tomar selfies en teléfonos inteligentes, por lo que no se sintieron intimidadas.
Tangerine marcó un cambio significativo respecto a las dos últimas películas de Baker, Prince of Broadway y Starlet. A pesar de su presupuesto inferior a USD 500 mil dólares, se convirtió en una producción ambiciosa que cautivó a críticos y audiencias en el Festival de Sundance 2015, siendo posteriormente adquirida por Magnolia Pictures para su estreno en cines de EE. UU. en julio de ese año.

Su relevancia, como parte del cine LGBTQ+, demuestra que Baker es un director imparable, dispuesto a hacer un cine “que humanice y permita empatizar” lejos de los entornos tradicionales. “A veces, el arte tiende a representar esas realidades siendo condescendiente con estas personas y olvida que todos tenemos fallos, que en la vida de todo el mundo hay cosas buenas y cosas malas”, dijo a EFE.
Sin buscarlo demasiado, encontró esas historias “universales” en vidas que tienen poco de “habituales”, y construyó su filmografía en torno a esa necesidad de realismo con los pies en la tierra.
Últimas Noticias
Entre familia, glamour y rumores de boda: así fue la animada aparición de Rihanna y A$AP Rocky en los Gotham Awards
Códigos de vestuario, gestos de complicidad y declaraciones sutiles protagonizaron una velada donde la pareja renovó su imagen de unión y respondió, con naturalidad, a las expectativas del público internacional
Jane Fonda advierte que la venta de Warner Bros. “pone en riesgo a Hollywood y a la democracia”
Horas antes de confirmarse el trato de Netflix y Warner Bros Discovery, la célebre actriz y activista había publicado una columna con preocupación por el futuro del cine

El revival de “Malcolm In The Middle” lanza su primer teaser: de qué tratará la nueva serie
La miniserie de cuatro episodios trae de vuelta a la caótica familia Wilkerson

Michael Landon: de tener una “infancia miserable” a crear el hogar perfecto en “La familia Ingalls”
Tras crecer entre el miedo y la humillación, el actor detrás de Charles Ingalls canalizó su pasado en relatos familiares que defendían la empatía, la fe y el valor de una comunidad unida

De la solemnidad de Andrea Bocelli al desenfado de Village People: los artistas que actuaron en el sorteo del Mundial 2026
El tenor italiano abrió la velada y el hit retro “YMCA” convirtió el Kennedy Center en una gran pista de baile. También participaron Robbie Williams junto a Nicole Scherzinger y Lauryn Hill con dos de sus hijos. Los mejores momentos




