Green Investing: invertir pensando en el medio ambiente

Por José Ignacio Bano, Gerente de Asesores Financieros de InvertirOnline.com

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La industria financiera no queda fuera de la nueva tendencia en favor de la sustentabilidad.
La industria financiera no queda fuera de la nueva tendencia en favor de la sustentabilidad.

En el último tiempo, la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente comenzaron a tomar mayor protagonismo en la agenda de los medios hasta instalarse por completo en la opinión pública. La industria financiera no se queda fuera de la ecuación, en la actualidad se están desarrollando cada vez más lasinversiones responsables, dentro de las cuales podemos encontrar las Green Investing o inversiones verdes.

Cuando hablamos de eco-inversión nos referimos a inversiones en empresas o proyectos que, de alguna u otra manera, están relacionadas al cuidado del ambiente, ya sea a través de la generación de energías renovables, la conservación de la naturaleza, el cuidado del aire y del agua o cualquier otra actividad que ayude a preservar los recursos naturales.

El sector de Green Investing creció de manera exponencial en los últimos años. Los bonos emitidos por sector público o privado dedicados exclusivamente a financiar una inversión de alguna actividad considerada ecológica pasaron de USD 42.000 millones en 2015 a USD 165.000 millones en 2018. Para tener noción de lo que significan esos números, USD 165.000 millones equivale a más de un tercio del PBI argentino.

Los bonos emitidos para financiar proyectos considerados ecológicos pasaron de USD 42.000 millones en 2015 a USD 165.000 millones en 2018

De igual forma, el espectro de alternativas es amplio según cuan riguroso sea uno respecto a lo que podría ser considerado amigable con el ambiente. Por ejemplo, en un extremo podríamos mencionar empresas como SolarCity (de Tesla) que se dedica exclusivamente a la producción y almacenamiento de energía solar.

Más debatible es la situación de empresas que no tienen como principal actividad ayudar con la conservación del medio ambiente pero, lo que hacen, lo hacen del modo más sustentable posible. Un ejemplo es Apple, que si bien no es una empresa dedicada a productos ecológicos, tiene en cuenta estos factores y abrió locales cuyo consumo de energía es 100% basado en energías sustentables.

Globalmente existen muchas alternativas de inversión en este sentido. Operando en Estados Unidos hay Exchange Traded Funds (ETF) que son como fondos de inversión con cotización en la bolsa, de los cuales algunos se concentran en sectores específicos. Algunos ejemplos que se pueden mencionar –entre muchos– son el First Trust Global Wind Energy ETF (FAN), que invierte específicamente en empresas del sector de la energía eólica.

Similar a ese está el Invesco Solar ETF (TAN), que invierte en empresas del sector de la energía solar. También el iShares Global Clean Energy ETF (ICLN) invierte en 30 empresas que generan energía renovable, ya sea solar, eólica, hidráulica o biomasa.

Cada vez son más los que se preocupan por tener una inversión socialmente responsable

En nuestro país hay un plan muy fuerte sobre Energías Renovables cuyo próximo objetivo para 2020 es que 12% de toda la matriz de producción de energía sea renovable. En ese sentido hubo recientes emisiones de ‘Bonos Verdes’. En 2017 la provincia de La Rioja emitió un bono por USD 200 millones a ocho años cuyos fondos estaban destinados completamente a la creación de un parque eólico en esa provincia.

Además, para alentar el sector, la Comisión Nacional de Valores emitió una guía para que las empresas que quieran emitir este tipo de bonos sepan cómo hacerlo.

Respecto a la actividad privada, en Argentina no hay empresas que cotizan en bolsa que se dediquen enteramente a actividades de conservación del planeta, pero sí muchas han mostrado tener interés y preocupación en el tema.

Algunos casos destacables son YPF, que emitió una obligación negociable para financiar la construcción de un parque eólico en Chubut, y Ledesma, que la mitad de la energía que utiliza la generan ellos mismos a través de fuentes renovables.

No quedan dudas que la conciencia ecológica empieza a ganar terreno en todos lados, inclusive en el mundo de las finanzas. Cada vez son más los que se preocupan por tener una inversión socialmente responsable y los bonos ecológicos se convierten en un pilar fundamental para el financiamiento de proyectos que protegen el ambiente.