Argentina resignó ingresos por USD 1.300 millones en dos meses en medio de la baja del precio de la soja

Son estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). El valor internacional cayó más del 13% desde mediados de abril. La baja interanual de las exportaciones del complejo sojero alcanzan los USD 8.000 millones

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El poroto de soja pasó de cotizar USD 559 la tonelada a USD 486 en el mercado de Chicago, mientras que el aceite y la harina siguieron un camino similar (REUTERS/Dane Rhys/Archivo)
El poroto de soja pasó de cotizar USD 559 la tonelada a USD 486 en el mercado de Chicago, mientras que el aceite y la harina siguieron un camino similar (REUTERS/Dane Rhys/Archivo)

A la merma productiva generada por la histórica sequía, se le sumó la caída de los precios internacionales de los commodities agrícolas, en especial el de la soja y subproductos, para darle forma a un combo que golpea a la economía Argentina. Así, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que por la tendencia descendente de los valores, Argentina resignó ingresos en exportaciones por USD 1.300 millones en solo dos meses.

Lo cierto es que desde mediados de abril el precio de la oleaginosa y sus subproductos emprendieron un camino hacia la baja, que llevó al poroto de cotizar USD 559 la tonelada a USD 486 en el mercado de Chicago, mientras que el aceite y la harina siguieron un camino similar. Esto quiere decir que en poco más de un mes, el precio cayó 13%, equivalente a unos USD 73 por tonelada.

“Esta caída no podría registrarse en un peor momento para nuestro país, que producto de la feroz sequía, heladas a destiempo y olas de calor sofocantes en la primavera-verano ha visto la productividad de la soja caer a su peor marca desde 1996, con una previsión de cosecha de apenas 21,5 millones de toneladas para el ciclo 2022/23. Esta cifra equivale al volumen de producción más bajo en 20 años”, sostuvo la entidad bursátil.

“Esta caída no podría registrarse en un peor momento para nuestro país, que producto de la feroz sequía, heladas a destiempo y olas de calor sofocantes en la primavera-verano ha visto la productividad de la soja caer a su peor marca desde 1996″

Entre marzo y la actualidad, la valuación del volumen proyectado de exportaciones del complejo soja para la campaña en curso, que es 2,5 millones de toneladas de poroto, 19 millones de harina y 3,4 millones de aceite, ha perdido USD 1.300 millones adicionales. De esta manera, teniendo en cuenta los precios actuales, la liquidación de divisas del principal complejo exportador de la economía argentina será de USD 13.430 millones y evidenciaría una pérdida interanual de US$ 8.000 millones el año en el ciclo 2022/23, respecto de la anterior campaña 2021/2022, cuando se despacharon USD 21.506 millones.

Así, la exportación de poroto sin procesar será de USD 1.297 millones, lo que implica una merma de USD 1.999 millones respecto a la campaña pasada, mientras que la de harina y pellets de soja se ubicarán en USD 9.046 millones, perdiendo USD 2.593 millones en comparación con el ciclo pasado. Por su parte, los despachos de aceite serán de USD 3.087 millones, resultando en una caída interanual de USD 3.484 millones.

“Si bien era sabido que el excelente desempeño brasilero no daba demasiado espacio para que mejores niveles de precios compensen las pérdidas productivas a nivel global, el derrumbe de las cotizaciones de las últimas semanas se convierte en una dura estocada para un país como el nuestro, altamente dependiente de las exportaciones del agro en general y del complejo soja en particular”, destacó el trabajo de la entidad empresaria.

Razones y perspectivas

Los fundamentos que sustentan este movimiento de precios son “múltiples y variados”, sostuvieron los realizadores del trabajo, Guido D’Angelo y Emilce Terré, entre los que sobresale una recomposición del nivel de inventarios en Estados Unidos a su nivel más alto en cuatro años y “la salida masiva de fondos de inversión posicionados en soja en el mercado de Chicago que, a la fecha, registran un posicionamiento neto en línea con los más bajos de los últimos tres años, y que continúa cayendo”.

La exportación de poroto sin procesar será de USD 1.297 millones, lo que implica una merma de USD 1.999 millones respecto a la campaña pasada

“En otras palabras, los grandes fondos de inversión ven cada vez menos probable una suba de precios de la soja y se encuentran al borde de quedar netamente vendidos por primera vez desde que explotó la pandemia por COVID”, explicaron los especialistas. A esto se suma que si bien las tensiones geopolíticas en la región del Mar Negro están lejos de darse por zanjadas, “la renovación del acuerdo por el corredor seguro para la exportación de granos da aire a las tensiones registradas hasta hace pocas semanas atrás”, lo cual también se convierte en un factor deprimente para los precios.

En cuanto a la posibilidad de que los valores internacionales emprendan una recuperación en las próximas jornadas, D’Angelo y Terré indicaron que “son pocos los factores que pueden potencialmente revertir la tendencia decreciente”, ya que del lado de la producción estadounidense, uno de los principales contribuyentes a la caída de la soja en Chicago, la siembra avanza a excelente ritmo.

Los grandes fondos de inversión ven cada vez menos probable una suba de precios de la soja y se encuentran al borde de quedar netamente vendidos por primera vez desde que explotó la pandemia

En cuanto al clima, “allí podríamos abrir una línea de duda, aunque muy lejos de asemejarse al panorama del último verano argentino”, indicó el trabajo. Específicamente, en el centro y sur de la región de las Planicies estadounidenses, la humedad disponible del suelo ha comenzado a restringirse, afectando a la soja sembrada en el suroeste del ‘Cinturón sojero’. En particular, los estados de Nebraska y Kansas muestran a la fecha condiciones peores a las registradas en el mismo período del año anterior (cuando los rindes se vieron muy afectados por el clima). Entre ambos, estos Estados representan aproximadamente el 10% del total de la producción de soja de Estados Unidos.

“Si bien en precios nada está dicho, especialmente en un mundo que ha demostrado vaivenes geopolíticos de gran impacto en los últimos años, sin fuertes argumentos alcistas la caída del precio de la soja en los mercados de referencia lucía inevitable. A nivel local, sin embargo, los incentivos para su producción, procesamiento y exportación aún pueden venir del lado de la política comercial”, concluyeron los especialistas de la BCR.

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