La actividad industrial viene en baja desde hace tiempo y según un informe elaborado por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), la situación es cada vez más crítica.
El estudio del organismo muestra una retracción interanual del 5,2% en la demanda eléctrica de las empresas industriales de todo el país durante el octavo mes del año. Por supuesto que el volumen de energía consumida puede variar ocasionalmente por esquemas de ahorro por parte de las empresas o mejoras de eficiencia en sus equipos, pero usualmente se la caída se asocia directamente al ritmo de producción.
En concreto, los datos de Cammesa indican que la tendencia negativa de la industria nacional continúa e incluso se profundiza. Según estadísticas oficiales publicadas por el Indec, la producción industrial manufacturera lleva dos meses consecutivos de retracción, con caída interanual (-2,4% en junio y -3,9% en julio) y tres meses seguidos de retroceso mensual desestacionalizado (-2% en mayo, -1,5% en julio y -1,2% en agosto).
De confirmarse una baja similar a la que expone Cammesa, agosto será la más alta del año. Con eso, además, el acumulado del año pasaría a tener valores negativos (entre enero y julio el acumulado tuvo una variación positiva de 0,5%).
Sector de contrastes
El informe de Cammesa correspondiente al mes de agosto ofrece un análisis de la evolución de la demanda del sector industrial por rama de actividad. De siete rubros analizados, cuatro cayeron y tres crecieron. Pero mientras los que registraron valores negativos cayeron mucho, los que aumentaron el consumo eléctrico lo hicieron muy poco.
Una de las actividades que demandó más energía que en agosto del año pasado fue la industria automotriz, que tuvo un leve aumento del consumo del 0,4% entre agosto de 2022 e igual mes de este año. El resultado no sorprende, teniendo en cuenta que las fábricas vienen produciendo bastante más que el año pasado. De hecho, según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), las empresas del rubro acumulan en el año un crecimiento de la producción del 19,5%.
También incrementaron su nivel de demanda la “industria química, del caucho, plástico y otros minerales no metálicos” (1,8% de aumento) y la industria de la madera y el papel (2,2%).
El resto de las ramas de actividades cayó y la mayoría de forma significativa. Sólo la industria textil tuvo una baja de la demanda de la energía eléctrica relativamente leve (-1,8%). En cambio se retrajo fuerte el consumo de energía de la industria de derivados de petróleo (-8,6%), la construcción (-14,2%) y de la producción de insumos metálicos no automotores (-11,7%).
Los siete rubros en forma conjunta registraron la mencionada baja del 5,2% en la demanda de energía en el mercado eléctrico mayorista.
Es importante aclarar que, si bien dentro de la medición de la rama industrial aparece el rubro “derivados del petróleo” (como la refinación de combustible), no está incluida la actividad concreta de extracción de minerales y extracción de petróleo. Esos rubros en particular, que Cammesa mide por separado, tuvieron crecimientos interanuales del 2,8% y 5% respectivamente en agosto, siempre en referencia a la comparación interanual.
Misma tendencia
Aún resta una semana para que termine septiembre, pero los números parciales relevados por Cammesa confirman que la caída de la demanda eléctrica de las grandes industrias continúa.
Según un informe publicado por la empresa, en los primeros 22 días del mes las grandes industrias demandaron 24 Megavatios menos que en el mismo período del año pasado, lo que dejó como resultado una nueva baja, aunque bastante más moderada (-1,5%).
De todas formas, habrá que esperar a que cierre el mes y a que se publiquen los resultados definitivos para poder confirmar la caída y para conocer con precisión cómo le fue a cada rama de actividad por separado.
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