Por la tecnología y el cambio climático, Europa atraviesa una racha de energía regalada

El veloz crecimiento de la generación solar, los deshielos y la rigidez de la producción nuclear llevaron a varios días de precios negativos, antes de comenzar el verano. El 2023 será el primer año de la historia en que la inversión global en energía solar supere a la petrolera

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Turbinas eólicas al fondo de una granja solar en Alemania, uno de los países donde a ciertas horas del día los precios mayoristas de la electricidad se volvieron negativos
Turbinas eólicas al fondo de una granja solar en Alemania, uno de los países donde a ciertas horas del día los precios mayoristas de la electricidad se volvieron negativos

Europa experimentó en los últimos días de mayo e inicios de junio una seguidilla de días de precios negativos de la energía.

Según el experto Gerard Reid, esto se debe al fuerte crecimiento de la generación de energía renovables. Países como Dinamarca, explicó, cubren de modo constante el 85% de su demanda energética con fuentes renovables y en días de mucho viento el país puede exportar hasta el 50% de su excedente mediante inteconexiones con países vecinos.

España, Francia, los Países Bajos, Alemania, Dinamarca y Suecia atraviesan una racha de producción excesiva de energía, que necesitan exportar debido a una insuficiente capacidad de almacenamiento.

Conjunción

En los países nórdicos los precios nulos o negativos se deben también a factores climáticos, como una primavera calurosa y soleada, rápidos deshielos en Noruega, Suecia y Finlandia, que lleva un importante volumen de electricidad hidroeléctrica, además de generar una gran cantidad de energía solar.

El cóctel se completa con la rigidez de la grilla de operaciones nucleares, que no pueden ajustar fácilmente su nivel de producción para compensar la sobreoferta solar, empeorando la situación. Otro factor es la menor demanda en la península escandinava, debido a la débil demanda de Suecia, la principal economía de la región, que atraviesa un período recesivo.

Fuente: Agencia Internacional de Energía
Fuente: Agencia Internacional de Energía

En ese contexto, los precios mayoristas de energía muestran una gran volatilidad, coincidieron Reid y el meteorólogo Theo Gkousarov de MetDesk, con horas en que el precio mayorista de la energía alcanza valores negativos (“te pago y te la llevás”) y sube más tarde, cuando se pone el sol. En los Países Bajos, en las horas de mayor irradiación, el precio puede ser -235 euros el megawat hora (MWh) y en Alemania, al mediodía, llegaron a -129 euros el MWh.

El cóctel se completa con la rigidez de la grilla de operaciones nucleares, que no pueden ajustar fácilmente su nivel de producción para compensar la sobreoferta solar

Reid plantea soluciones a largo plazo, como centrales de almacenamiento hidroeléctrico y mejora de las centrales existentes, aumento de la demanda flexible y ampliación de la infraestructura de red. A corto y largo plazo, sin embargo, la solución sería el almacenamiento en baterías como “componentes integrales” de la infraestructura energética”.

Gas también a la baja

Este exceso de energía hizo también que los precios del gas siguieran su tendencia a la baja y registraran también precios negativos mayoristas de hasta -400 euros el MWh, con la excepción de España y Portugal, donde la generación de energía renovable mostró una caída al tiempo que se dieron récords de generación solar en Alemania, Francia e Italia, donde llegó a aumentar un fortísimo 88% de una semana a la siguiente.

Además, para la primera semana completa de junio la consultora AleaSoft Energy Forecasting prevé que los precios seguirán descendiendo en la mayoría de los mercados eléctricos europeos, pues continuará pesando el descenso de la demanda, mientras los precios seguirían aumentando en la península ibérica debido a bajos niveles de generación eólica.

Fuente: Agencia Internacional de Energía
Fuente: Agencia Internacional de Energía

Además de a los vaivenes climáticos y de demanda, el fenómeno de precios negativos y altamente volátiles responde una tendencia de fondo: el fortísimo aumento de la inversión en energías renovables (eso no excluye, sin embargo, que en el próximo invierno europeo deba volver a utilizar energía eléctrica generada a partir de carbón).

El flamante anuario de inversión en Energías Renovables de la Agencia Internacional de Energía, publicado el 25 de mayo, precisa al respecto que 2023 será el primer año de la historia en que la inversión mundial en energía solar superará a la inversión mundial de la industria petrolera y que la inversión mundial en energías renovables en general superará a la inversión total en energía de fuentes fósiles como petróleo, gas y carbón.

Además, el informe muestra la fuerte reducción de los costos de diferentes tecnologías, por unidad de energía: desde el costo de producción de las baterías para vehículos eléctricos, de baterías estacionarias, de turbinas eólicas y de paneles solares.

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