La licitación de deuda pública describió el interés del mercado: se apuesta a bonos en pesos y a corto plazo

En medio de un escenario global más favorable, a la Argentina llegó el derrame de algunos inversores que se inclinaron por la región

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Adrián Escandar
Adrián Escandar

El mundo fue favorable a la Argentina que tuvo un alivio en los precios clave. El petróleo bajó a USD 105 (-0,80%) por barril, el gas cedió casi 4% y también cayó el dólar y la tasa de retorno de los bonos del Tesoro que bajo 0,10 puntos a 2,40%.

Este movimiento hizo que los fondos e inversores de la Argentina y el exterior no fueran seducidos por el rendimiento de los bonos norteamericanos y asumieron más riesgos. Que los conservadores hayan salido de refugios como el oro, que perdió 1,10% y cerró a USD 1.918 por onza, es una señal de que están buscando ganancias para resarcirse de los momentos en que tuvieron su dinero a recaudo sin obtener renta.

Una de las explicaciones de lo que sucedió pasa por China. La demanda del lejano oriente está en retroceso por el resurgimiento de la pandemia en la nación más poblada del planeta. Cuando China está afuera de los mercados bajan todas las materias primas porque es uno de los principales demandantes. Trigo, soja y maíz, cayeron tanto como el petróleo y el gas.

En este escenario hubo fondos que buscaron rentas cortas en bonos del exterior. La demanda de títulos de países emergentes quedó reflejada en el ETF que las representa, el EEM, que subió 1,7%. El ETF es una reproducción de índices de los distintos países y cotiza en la Bolsa de Nueva York.

La Argentina se benefició con el derrame de la llegada de inversores a la región. Hubo bonos con ley extranjera que subieron hasta 2% e hicieron que el riesgo país caiga 16 unidades (-1%) a 1.730 puntos básicos.

Las reservas mostraron en su comportamiento que el acuerdo con el FMI favorece el precio del dólar. El Banco Central vendió USD 40 millones en el mercado mayorista. Esta cifra, sumada a la fuerte caída del oro en el mundo, hizo que las reservas pierdan USD 93 millones y quedaran en USD 43.153 millones.

Si bien se aguardan los dólares del agro que tendrán un impacto inicial positivo, hay que tener en cuenta que vendrá el pago de las importaciones de gas y combustibles. La falta de gasoil es un dato que preocupa porque es el insumo fundamental en época de cosecha.

Pero el mercado sabe que tiene un tiempo de calma porque mientras haya dólares a precio oficial al alcance no habrá motivos para acudir al mercado financiero. Los pagos de capital e intereses de los bonos de las empresas y las compras al exterior, por ahora están cubiertas. Por eso la oferta de bonos GD30 que se utilizan para operar el contado con liquidación, fue abrumadora y provocó una caída de 2,30% del bono que se trasladó al precio de los dólares financieros.

El resultado fue un derrumbe de $ 4,16 del contado con liquidación a $ 193 y de $ 4,27 del MEP que cerró el a $ 192. El medio por ciento que separa a ambos precios es lo que cuesta colocar o traer dólares del exterior. Cuando el porcentaje es bajo es porque hay más ingresos que egresos de divisas.

Y esto se vio en la licitación de bonos de la secretaría de Finanzas que necesitaba renovar $ 364 mil millones en vencimientos y recaudó $ 474.507 millones, una cifra inimaginable antes del acuerdo con el Fondo. El excedente, sumado a los $ 183 mil millones de las anteriores licitaciones, le dejan un saldo al Tesoro de $ 292.507 millones para afrontar los vencimientos de abril.

El resultado muestra que el vuelo es de corto recorrido porque 70% de las ofertas fueron a los bonos indexados en detrimento de las Letras de Descuento que pagaron una tasa de hasta 49,22% anual para las que vencen el próximo setiembre.

Dentro de los títulos que ajustan por el costo de vida, los más cortos, las LECER que vencen en 2022 y 2023 captaron $ 297.606 millones que representaron 60% de la recaudación. Los Boncer que vencen en 2024 y 2026, cuando habrá nuevo Gobierno, captaron $ 18.336 millones, casi 9% de lo licitado.

La licitación definió al mercado mejor que cualquier análisis: las apuestas son en pesos y a corto plazo, con preferencia de bonos sobre las acciones. La Bolsa negoció apenas $ 849 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, bajó 1,84% con todo el panel en rojo. Pero fue tan grande la caída del dólar, que el S&P Merval medido en dólares subió 0,8%.

Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron un día mixto. Las subas destacadas fueron las de MercadoLibre (+2,6%), seguido de Globant (+2,4%) e IRSA Propiedades Comerciales (+2,1%).

Para hoy se espera que rebote la Bolsa tras dos ruedas de bajas en la semana. Pasado el furor de los bonos, tal vez los inversores retornen al mercado accionario. Por ahora, apuestan a lo seguro y más allá de alguna suba, el dólar puede esperar.

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