Una pelea poco convencional sorprendió al mundo de las artes marciales en Rumania. Dentro de la gala RXF 51, celebrada en el recinto Lux Divina de Brasov, los luchadores profesionales Andrei Nastac y Alex Greuceanu enfrentaron juntos a un grupo compuesto por diez atletas amateurs, imponiéndose de manera abrumadora en una situación calificada por testigos como una salvaje demostración de superioridad física y técnica.
La escena tuvo un desenlace atípico para los deportes de contacto, ya que solo uno de los contrincantes aficionados consiguió permanecer en la jaula hasta el final, mientras que más de la mitad del equipo rival optó por retirarse ante el desarrollo del combate.
El enfrentamiento se llevó a cabo bajo reglas de kickboxing, permitiendo que los dos luchadores de elite ejecutaran técnicas avanzadas desde los primeros minutos. La desigualdad evidente entre la experiencia de los profesionales y la condición amateur del grupo opositor se reflejó rápidamente en el desenlace. El público observó cómo la mayoría de los amateurs, superados física y técnicamente, abandonaban la jaula antes de concluir la pelea, generando múltiples reacciones en redes sociales.
Un usuario definió la escena como “lo mejor que vi en mi vida”, mientras que otros opinaron respecto a la falta de organización y la estrategia limitada de los participantes aficionados. Entre los comentarios recogidos en X (Ex Twitter) se destacaron: “Si uno solo decía ‘1,2,3 ya’ y pegaban todos a la vez, se terminaba en segundos”.

Sebastián Vieru, promotor rumano y organizador de la RXF 51, estructuró una cartelera caracterizada por duelos atípicos y explosivos, pensados para captar la atención tanto de seguidores consolidados como de un público masivo.
La empresa Real Xtreme Fighting (RXF) ya se había hecho viral meses antes por espectáculos poco convencionales. En mayo del 2024, la compañía generó revuelo al organizar una pelea de MMA entre un hombre apodado El pervertido de Targu Ocna, considerablemente más pesado que sus rivales, y dos luchadoras, Bettyshor y Roxana Tutu, en el evento RXF 46. Esa noche, la pelea se extendió cinco minutos y la organización no dudó en publicar el video íntegro.
En ese momento, el medio local Gazeta Sporturilor aseguró que las dos luchadoras cobraron cinco mil euros cada una por enfrentarse al Perversul. “De hecho, la participación fue acordada por todas las partes mediante un contrato. Fuentes del sector revelan que por los 5 minutos en el cuadrilátero con el ‘Pervertido de Targu Ocna’, ¡cada una de las dos mujeres cobró más de 5.000 euros!”, detalló en ese periódico el periodista David Marinescu.

La RXF 51 también incluyó otros combates de perfil llamativo. Ovidiu Neveu se midió con Eddy Conan bajo reglas de boxeo, aunque utilizando guantes de MMA. Originalmente Neveu iba a enfrentarse a Roky Balboa, pero el combate sufrió una modificación en el último momento. En la pelea principal, Neveu impuso su experiencia y consiguió un KO ante Conan, incrementando su récord en la promotora hasta cinco victorias.
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