El fútbol mexicano ha estado rodeado de múltiples situaciones polémicas a lo largo de su historia. A nivel de selección nacional, los escándalos han ido desde fiestas no permitidas y dopajes involuntarios por clembuterol, hasta la falsificación de documentos oficiales. Esta última, la más grave de todas con consecuencias nunca antes vistas y que le costaron a México su participación en la Copa Mundial de Italia 1990.
Cuando se menciona a la Selección Mexicana de Fútbol lo común es que su nombre se relacione con actos y logros deportivos. Hechos que deberían destacar en el palmarés de una institución con un centenar de años de trayectoria. Sin embargo, en sus distintas categorías, el equipo mexicano ha sido protagonista de episodios que han causado revuelo y vergüenza tanto a futbolistas, como a seguidores y aficionados.
Una de las controversias de más reciente incidencia y que causaron mayor indignación fue previo al Mundial de Rusia 2018 cuando los jugadores integrantes del combinado nacional realizaron una fiesta a sólo horas de emprender el viaje a tierras mundialistas. Este caso fue desestimado por los mismos directivos que acusaron de “ser un día libre” para los jugadores.
No obstante, la polémica se dio luego de que una revista de espectáculos revelara con una serie de fotografías la presencia de varias escorts en el evento, lo que causó problemas personales a más de un futbolista. Aún con ello, sin duda es la suspensión que le puso la FIFA a toda la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) en 1988, la más importante, cuando le negó participar en cualquier torneo oficial por dos años, incluyendo la máxima justa del deporte en Italia.
Los cachirules de 1988
Nunca antes México había quedado fuera de una Copa del Mundo por motivos que no fueran directamente relacionados al mérito deportivo. Previo al inicio de las eliminatorias de Concacaf rumbo a Italia 1990, eso cambió debido a que una investigación periodística descubrió que el equipo sub20 había hecho uso ilegal de cuatros jugadores, pues tenían una edad mayor a la permitida.
La Selección Mexicana de la categoría había conseguido su pase al mundial juvenil de Arabia Saudita 1989 un año antes. No obstante, lo logró con la participación de cuatro cachirules: Gerardo Jiménez, José de la Fuente, José Luis Mata y Aurelio Rivera, de quienes se supo después no tenían la edad que registraron previo al torneo clasificatorio.
Las repercusiones fueron inimaginables. Cuando la Concacaf fue notificada del acto decidió quitar el boleto al Tri del torneo juvenil. La respuesta de la FMF fue apelar la determinación ante el máximo organismo rector del deporte, FIFA. Sin embargo, en un revés para los directivos mexicanos, este no sólo respaldo a la Confederación, sino que extendió el castigo a todas las categorías de México por un lapso de dos años.
Esto representó a México quedar fuera de las eliminatorias regionales y consecuentemente, de una virtual participación en la decimocuarta Copa del Mundo. Recordado como el Cachirulazo, el escándalo evitó a toda una camada de jugadores tener la oportunidad de disputar el torneo más importante del fútbol, en donde destaca el caso de Hugo Sánchez quien en ese momento pasaba por la cumbre de su carrera.
Fiestas y escándalos sexuales
Para pesar de varios jugadores mexicanos, a lo largo de los años (recientes) han trascendido diversas fiestas en donde se han vistos implicadas sexoservidoras y acompañantes de lujo. Basta con rememorar la despedida del Tri ante la afición mexicana previo a viajar a tierras mundialistas en 2018. En junio de aquel año, el seleccionado venció a Escocia un gol por cero en juego de preparación y posterior a ello, se dio a conocer el festejo de los futbolistas que causó revuelo en la prensa nacional.
La revista TVNotas publicó una serie de fotos de la fiesta en donde se observa la llegada de varias mujeres, así como de jugadores de los que se conocían públicamente sus relaciones sentimentales. Es decir, con esposas y novias. La FMF, sin embargo, respaldó el actuar de sus elementos al justificar el evento como parte de “su día libre”. Las consecuencias, seguidas de cerca por el mismo impreso, tuvieron que ver más con problemas con las parejas.
Sólo unas semanas después, el equipo hizo su debut en la Copa del Mundo de Rusia 2018, donde la controversia quedó opacada por el histórico triunfo que se consiguieron contra la entonces campeona mundial Alemania. El torneo, no obstante, finalizó con el mismo resultado que en las últimas seis ediciones: eliminados en la fase de octavos de final.
En el verano de 2011, México de protagonizó otro escándalo aunque esta vez, no fue previo a un torneo de la jerarquía de un Mundial. Durante la concentración del equipo en Ecuador con miras en la Copa América de Argentina 2011, se reveló una fiesta que tuvo como resultado el robo de pertenencias por parte de prostitutas.
Los jugadores denunciaron el hecho haciendo inferir una falla en la seguridad del hotel. Pero tras darse a conocer las grabaciones del recinto, dieron cuenta que los mismos integrantes del conjunto fueron los responsables de dar acceso a las señaladas. Jugadores como Israel Jiménez, David Cabrera, Jorge Hernández,, Marco Fabián, Javier Cortés y Néstor Calderón fueron castigados, pero quienes peor sanción recibieron fueron Jonathan dos Santos y Néstor Vidrio pues fueron separados de inmediato.
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