Rodrigo De Paul es uno de los máximos referentes de la selección argentina que dirige Lionel Scaloni y este lunes su presencia en un restaurante de Avellaneda produjo un revolución, con cientos de jóvenes queriéndose acercarse al volante, que supo jugar en Racing. De vacaciones en el país, el café con amigos fue furor y fanáticos hicieron guardia para tomarse una foto y luego lo siguieron para poder saludarlo.
Desde la coronación en la Copa América de Brasil en 2021, el sentido de pertenencia de los más jóvenes con esta selección nacional crece de forma agigantada. Ya no es solo Lionel Messi el motor del furor popular de los hinchas, si no un grupo de jugadores que son emblemas como el propio De Paul, Leandro Paredes, Emiliano “Dibu” Martínez, Cristian “Cuti” Romero, Lautaro Martínez y el resurgimiento de otro histórico como Ángel Di María.
Los 28 años de sequía de títulos hicieron mella en las últimas generaciones, pero este proceso volvió a acercar a la gente con la Albiceleste, y que en sus últimas presentaciones en el país los estadios hayan reventado es una muestra de lo que se genera por el equipo que sueña con conseguir la tercera estrella a nivel Mundiales en la próxima cita en Qatar 2022.
De Paul llegó este lunes al país junto a Leo Messi, Di María y Gio Lo Celso y mientras los tres santafesinos emprendieron viaje hacia Rosario, Rodri, nacido en Sarandí, se quedó en sus “pagos” y como uno más se juntó con unos amigos en una sucursal de una conocida cadena de restaurantes del Gran Buenos Aires. Café mediante para ponerse al día y un agua mineral, cerca del mediodía, cuando los chicos salen del colegio, se generó la revolución.
El lugar está ubicado en pleno centro de Avellaneda y todos lo reconocieron con facilidad al volante del Atlético Madrid. Si bien el local tuvo una buena presencia, empezó a llenarse porque todos quisieron entrar a sacarse una foto con el futbolista. Hasta que llegó un momento que los responsables del comercio gastronómico decidieron cerrar sus puertas.
Mientras tanto, los privilegiados que pudieron ingresar a tiempo inmortalizaron ese momento junto al mediocampista, que le puso onda en cada foto que le pidieron los chicos que se le acercaron. Una vez que terminó el encuentro con sus amigos, De Paul salió del local y lo esperó una multitud que lo siguió hasta poder saludarlo.
Lejos de molestarse o plantear algún reparo, De Paul mostró su correspondencia con los jóvenes que lo fueron a buscar y tomó magnitud del fenómeno que hay detrás del equipo dirigido por Lionel Scaloni, que luego de su goleada por 5-0 a Estonia llegó a un invicto de 33 partidos.
El triunfo de este domingo fue el cierre ideal para una semana exitosa en la que el miércoles la Selección venció 3-0 a Italia por La Finalissima, con un global de ocho tantos a equipos europeos en cinco días. El esperado cruce con un equipo del Viejo Mundo se dio, aunque habrá que esperar que los jugadores mantengan este rendimiento en la segunda parte del año.
La selección argentina atraviesa su mejor momento en varios años y despertó el clamor popular por sus futbolistas. Quienes se destacan dentro y fuera del campo de juego, como el caso de De Paul, generan ese idilio con la gente y este lunes el volante sintió todo el calor de la gente, jugando de local.
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