A 10 años de la muerte del ex River y Racing Adrián De Vicente, la familia sigue reclamando Justicia

En 2011, el ex mediocampista transitaba con su automóvil por Rincón de Milberg cuando fue embestido por Félix José Divito, quien fue condenado en 2017 a cuatro años de prisión efectiva y diez de inhabilitación para conducir por el delito de “homicidio culposo”, pero la pena no se cumplió

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De Vicente, con la casaca de Racing, donde dejó su huella
De Vicente, con la casaca de Racing, donde dejó su huella

Eran aproximadamente las ocho de la mañana del 20 de marzo de 2011 cuando el coche de Félix José Divito circulaba a trescientos metros del cruce con la ruta 27 de la localidad de Rincón de Milberg y allí embistió al del ex jugador de River, Racing y Platense Néstor Adrían De Vicente, que venía del Camino de los Remeros, cerca del country Nordelta, y le ocasionó la muerte, muy lamentada en el mundo del fútbol argentino.

Divito, de quien la familia de De Vicente dijo que tenía “conexiones con el Poder Judicial” -es hijo de José Luis Divito, vicedecano del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional, y sobrino de Mauro Divito, camarista de la Sala VII da la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional- fue condenado en 2017 (seis años más tarde) a cuatro años de prisión efectiva y diez de inhabilitación para conducir por el delito de “homicidio culposo” pero la pena no se cumplió al no tener sentencia firme de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires.

Divito conducía un Volkswagen Fox, dominio ETP-588 por la arteria Camino de los Remeros, en sentido de la localidad de Tigre y hacia Benavídez, cuando aproximadamente a trescientos metros antes de llegar al cruce con la Ruta 27 de la localidad de Rincón de Milberg y viajando a 140 kilómetros por hora (cuando el máximo permitido es de 60), invadió el carril contrario en una zona con señalamiento vial que prohibía el paso, y embistió contra el Peugeot 206, dominio ENR-795 conducido por De Vicente, que circulaba por Camino de los Remeros en dirección a Tigre, y quien falleció de manera instantánea.

Divito se negó al examen de alcoholemia y recién se presentó a declarar diez horas después del hecho –está acusado de haber sido sacado de la escena y entregado limpio varias horas más tarde- y fue rápidamente puesto en libertad y nunca le fue quitado el registro. El 7 de junio, casi tres meses más tarde, comenzó el juicio en el que Claudia, la viuda de De Vicente, detalló que Divito –que estuvo a punto de no sentarse en el banquillo de los acusados porque la instancia del juicio “lo estresaba”, según hizo el pedido su defensa- “venía a 140 kilómetros por hora por una curva”.

Tras conocerse que el fallo no tiene aún sentencia firme, tanto Claudia, la viuda de De Vicente, como su hijo Lucas –representante de futbolistas- manifestaron que sentían “vergüenza del Poder Judicial” y que el fiscal Mariano Magaz afirmó que Divito “tiene que cumplir prisión efectiva por los agravantes que hay en el caso, como venir a contramano”, una prueba que, dijo, la familia posee gracias a una fotografía del imputado tomada “unos trescientos metros antes”. El Tribunal de Casación 6 había rechazado la denegación de la probation que había pedido el fiscal Magaz y se espera el fallo definitivo de manera inminente.

De Vicente había nacido el 6 de abril de 1964 y es recordado su paso por Platense y Racing (justo el día de su muerte, La Academia jugaba en el Cilindro ante otro ex club suyo, Estudiantes de La Plata). Era hijo de otro ex jugador de Racing, Néstor Antonio, que fue campeón en 1958 y 1961 como lateral derecho de esos equipos.

Su padre lo llevaba a ver a Racing. “Me quedó grabado un clásico de 1975. Esa tarde, el ‘Pampa’ (Alberto Mario) Jorge hizo cuatro goles, Y otro que no me podré olvidar fue la vuelta de (Norberto) Alonso, el día que Racing le ganó 3-0 a River en 1977″, contó en una entrevista. Es que el Beto era su ídolo. De Vicente es descripto por ex compañeros suyos como habilidoso y con una poderosa zurda pese a su gran estatura.

Pese a nacer y vivir en Sarandí durante su infancia, sus comienzos en el fútbol fueron en las divisiones inferiores de River. Hugo Neira (ex jugador de Quilmes, Defensa y Justicia y Atlanta, entre otros, contó que conocía a De Vicente desde sus doce años (era dos años menor), cuando jugaba en Arsenal e incluso recuerda que en una oportunidad pudo compartir equipo cuando el entrenador Arnaldo Pardini lo trajo en 1978 para jugar ante Estudiantes de La Plata en el estadio de 1 y 57 en la capital bonaerense, reemplazando a uno de sus compañeros, García, lesionado. “Se acostumbraba a jugar con el documento de otro, pequeñas trampitas de esas categorías”.

“Ese día- recuerda Neira, hasta hace meses director técnico de Deportivo Águila en El Salvador y que hoy trabaja en academias de fútbol entre este país centroamericano y los Estados Unidos- empatamos 3-3 con dos goles de Adrián y uno mío, de tiro libre. Esa fue la primera vez que compartí equipo con el zurdito, que jugaba bien. Luego, ya cuando yo jugaba en Quilmes, lo seguía a él en las divisiones inferiores de River. Después de mi partido, me quedaba a ver a la clase 1964, que tenía un mediocampo de lujo: ‘Locura’ (Mariano) Dalla Líbera, ‘Pipo’ (Néstor) Gorosito’ y ‘Tano’ (Adrián De Vicente, que luego se destacaron en el torneo ‘Proyección 86”’jugado en 1983 y que fue televisado a todo el país”.

Neira formaba parte de un grupo de amigos de Quilmes Oeste, compuesto por familiares de futbolistas o ex futbolistas. “Nuestro lugar de reunión era el club Cooperarios. Mi papá tenía un bazar, ‘Tú y yo’, que era también juguetería, librería, un poco de todo, sobre la avenida Calchaquí, que era parte de la Ruta 2 que iba a Mar del Plata. Enfrente estaba la casa de mi tío, (el ex entrenador y jugador de Racing y Quilmes, ya fallecido), José Santiago, al lado estaba el quincho del club y al lado del club, la casa de José Manuel Ramos Delgado (ex defensor de River y Santos de Brasil). Nos reuníamos con sus hijas Marisa, Ivana y Vanesa y, en las vacaciones, se sumaba Adrián, que creo que hasta llegó a conocer a Pelé cuando venía a los cumpleaños de Vanesa, que es su ahijada, aprovechando que tenía que venir a Buenos Aires por algún viaje promocional”, recordó.

La familia sigue aguardando Justicia
La familia sigue aguardando Justicia

Hugo Neira recuerda los tiempos de Cooperarios cuando jugaba al papi fútbol con De Vicente. después de horas en la piscina. “Era un tirador de caños terrible y tenía un poderoso remate de zurda, que escondía. Siempre jugábamos en contra y hacíamos apuestas por un helado o lo que sea. Con nosotros estaba un chico Alejo Capano, que ahora colabora en las inferiores de Quilmes”.

El 14 de febrero de 1981, De Vicente debutó en primera enfrentando a Nueva Chicago en la cancha de Huracán, aunque luego tuvo un poco más de continuidad en 1983 cuando un grupo de jugadores de su generación –Adrián Rodríguez, Carlos Karabín, Sandro Andreani , y Jorge Tévez, entre otros- pudieron tener una cierto rodaje de siete partidos consecutivos por una huelga de futbolistas profesionales contra la dirigencia.

Sin poder consolidarse en River, pasó a Instituto de Córdoba para la temporada 1985/86 y a Talleres en 1986/87 hasta llegar a Platense en 1987/88, donde se convirtió en ídolo al lograr la clasificación para la Liguilla Pre-Libertadores de la temporada siguiente en un minitorneo que terminó ganándole la final a Boca 2-1 en un tercer partido en cancha de Ferro, que significó la despedida de Alejandro Alfaro Moreno del equipo de Saavedra, como autor de los dos goles. Los “Calamares” eran dirigidos por un viejo conocido suyo, Ramos Delgado. Justamente un año antes de su fallecimiento, el 9 de marzo de 2010, De Vicente había sido homenajeado en la cancha de Platense en el entretiempo de un partido oficial.

Posteriormente tuvo la chance de jugar en el fútbol europeo al pasar al Grasshopper de Suiza, donde obtuvo cuatro títulos, dos copas nacionales y dos ligas nacionales, para regresar a Racing en 1993, y donde también fue muy querido por los hinchas, especialmente luego de que un gol suyo le diera la victoria ante Independiente en el Clásico de Avellaneda (1-0) del 21 de octubre de 1993, aunque también tuvo una destacada actuación ante Boca en la Bombonera cuando su equipo se impuso como visitante 6-4, con Diego Maradona enfrente, el día en que Mauricio Macri fue electo presidente por primera vez, el 3 de diciembre de 1995.

Tras su paso por Racing, vistió la camiseta de Estudiantes para retirarse en “La Academia” en 1998 con 34 años y 214 partidos, para pasar a ser representante de jugadores junto a la empresa de Jorge Cyterszpiler, especialmente dedicado al mercado alemán, y fue el padrino de Bastian, el segundo hijo de Martín Demichelis, ex jugador y actual entrenador del sub-19 del Bayern Munich.

Lucas, el hijo de Néstor De Vicente, continúa con la representación de jugadores, a la espera de que se haga justicia con el caso que terminó con la vida de su padre hace una década.