No escarmientan. Ya hubo 13 violentos con sus Fan ID bloqueados, varios deportados, pero los barras argentinos siguen haciendo de las suyas en Rusia.
Fueron, hasta ahora, la única y más importante mancha en ese aspecto que tuvo el Mundial. Y prometen no detenerse: en las últimas horas, los barras de San Lorenzo y Unión por un lado, y los de Huracán y Deportivo Español por el otro, se cruzaron amenazas para volver a enfrentarse en la previa del partido contra Nigeria, tal como lo hicieron durante diez minutos antes del partido con Croacia, pelea que terminó en las portadas de toda la prensa internacional.
Aquel día, el saldo fue de 3 heridos de la barra del Ciclón, 2 de la del Globo y 2 detenidos, uno por cada grupo. Parecía que tras esa intervención policial más lo que sucedió adentro del estadio, con la agresión entre 8 violentos a 2 croatas que terminó con 4 argentinos identificados y fuera del Mundial, intentarían pasar lo más inadvertidos posible.
Pero nada de eso sucedió: en las últimas 48 horas hubo llamados y mensajes por Whatsapp para una presunta "batalla final" en San Petersburgo, donde mañana la Selección se juega su suerte.
Los barras de San Lorenzo se filmaron con gorritos de Huracán supuestamente ganados en la pelea en Nizhni.
Sus rivales se mostraron con banderas adentro de la cancha y cosas azulgranas, como para demostrar que los triunfadores fueron ellos.
Y ahora ambos dicen ir por todo.
Para eso, la barra de San Lorenzo cuenta con el apoyo de la de Unión de Santa Fe, que también está en Rusia. La de Huracán sumó a los de Español, algunos de cuyos miembros también pertenecen a la facción La banda del Oeste, de la barra de River, la famosa Los Borrachos del Tablón.
Y entre todos montaron un clima de guerra irrespirable.
Con este panorama, los policías argentinos que están siguiendo a los barras identificaron ya a 19 de estos violentos y viajaron a San Petersburgo, donde esta mañana hubo una reunión con la seguridad local.
Así se armó un operativo de prevención que se montará a 600 metros del ingreso principal al estadio, para intentar detenerlos.
La delegación argentina pretende que se les bloqueé el Fan ID, pero eso hasta ahora no ha ocurrido. Sí los rusos están en alerta máxima porque no quieren ningún problema.
El otro tema que recorre por estas horas San Petersburgo es la reventa de entradas.
En el primer partido contra Islandia hubo 4 detenidos por esta modalidad que se hizo muy extensiva en los alrededores del Spartak Stadium y en la Plaza Roja. Y los tickets salían a casi 3 veces su valor original.
En el segundo partido, contra Croacia, a la reventa le salió mal el cálculo: muchísimos rusos habían comprado para aprovecharse de los argentinos sin ticket pero como la oferta superó la demanda, ya que todos los croatas en el estadio venían con su entrada, terminaron vendiéndose casi a valor oficial.
Pero para este crucial encuentro hay varios argentinos que ya están intentando hacer su agosto, y los tickets se valorizan por ahora entre 300 y 600 dólares per cápita, según la ubicación. De hecho hay un reconocido revendedor cercano a la barra de Vélez que se instala todo el día en la salida del centro de recolección de Fan ID para intentar captar clientes.
Y da la sensación de que los argentinos que vinieron hasta aquí están dispuestos a pagar lo que se pide para ver lo que podría el último partido de la Selección en el Mundial, o la resurrección épica que todos estamos esperando.
SEGUÍ LEYENDO: