El micro que trasladaba a Boca fue atacado con piedras cuando llegaba al estadio Malvinas Argentinas

Como ocurrió en la previa de la Superfinal trunca de la Copa Libertadores del 24 de noviembre en el Monumental, el plantel padeció un nuevo susto, esta vez, sin tener que lamentar heridos

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El momento en el que el micro dejó el hotel, a las 18.50

Otra vez, en el umbral de una final, el micro de Boca fue atacado con piedras cuando arribaba al estadio. Esta vez, sucedió en Mendoza, en las inmediaciones del estadio Malvinas Argentinas; sin embargo, en esta oportunidad, a diferencia de lo ocurrido en la previa de la Superfinal de la Copa Libertadores 2018, no hubo que lamentar heridos y el vehículo no sufrió daños materiales.

Desde la delegación de Boca indicaron que los agresores portaban indumentaria de Rosario Central. El domingo, en ocasión del encuentro entre Godoy Cruz y Boca, también en Mendoza, el micro también fue atacado a piedrazos y hubo rotura de algunos vidrios, pero ninguno de los pasajeros sufrió heridas.

"Al llegar al estadio nos tiraron piedras pero no pasó nada porque teníamos a la policia que venía en las motos y por suerte no pasó nada. Está todo bien", señaló Darío Ebertz, el chofer del micro, que había dejado el hotel a las 18.50 en un clima de total tranquilidad, rodeado de hinchas del club de la ribera que se habían acercado para brindarles su aliento a los futbolistas en la previa de la definición.

"Estuve revisando para ver si había algún vidrio roto, pero por suerte no hubo nada. No tengo palabras con lo que pasa, porque los que van en el micro son seres humanos. Venimos a jugar un partido de fútbol, no es de vida o muerte. Los argentinos estamos mal", subrayó el "Gringo", conductor del autobús, que es el mismo que sufrió la agresión en los alrededores del Monumental el 24 de noviembre de 2018.

El testimonio del chofer del micro del "Xeneize"

"Fue una sensación fea, no se la deseo a nadie. Nunca pensé que iba a vivir ese momento. No hay palabras para describirlo. Es un partido de fútbol y me pareció que íbamos a la guerra", contó entonces sobre el ataque en Núñez, en el que se desmayó al volante luego de un botellazo.

El club está trabajando en un micro con los vidrios blindados para prepararse ante situaciones como las que padeció en el umbral del encuentro ante Central, que lamentablemente se están haciendo cotidianas.

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