Lo sucedido en la fecha puede resumirse en una frase: en el arbitraje todo es previsible, no como una cuestión de fondo, sino de forma.
Penal mal sancionado para Defensa y Justicia frente a Atlético Tucumán
Vemos que el árbitro Fernando Espinoza corre proyectándose desde atrás y no tiene una apertura para poder observar. Observa una sujeción que ve sobre la espalda del jugador. Si se hubiera abierto más, hubiera visto que primero hubo un contacto del atacante y luego del defensor. Que fueron simultáneos; que no hubo identidad de falta. Pero sancionó penal. Y el partido terminó 1-1.
Penal bien observado para Banfield contra Gimnasia La Plata
Ahí vemos perfectamente que el árbitro se va abriendo y así puede observar si hay contacto físico de Facundo Oreja a Nicolás Bertolo. Existe. Muy bien Penel tomando la decisión de sancionar el tiro penal.
Gol mal anulado a Nicolás Blandi en San Lorenzo-Lanús
Fíjense la distancia a la que está el árbitro Fernando Echenique de la disputa del balón. Un jugador en el medio obstaculiza la visión y, ante un pequeño forcejeo, anula un claro gol de Nicolás Blandi. La disputa de la pelota no tuvo identidad de falta. Un error provocado por la distancia y porque el árbitro no se ubicó de forma oblicua para observar la acción.
Los errores por "falta de prevención" de Diego Abal en Estudiantes-Boca
Primera jugada: ustedes podrán observar el ramillete, un tumulto. Pablo Pérez ingresa en el conflicto, Apaolaza también. Pero si el árbitro hubiera sancionado en un principio, todo eso no hubiera ocurrido. El artero golpe de Apaolaza era para expulsión.
Segunda jugada: Paolo Goltz sale a marcar de forma temeraria y produce una falta que merece una sanción disciplinaria; que viene acompañada de otras infracciones. Estaba amonestado.
Tercera acción trascendente: ¿se pudo haber prevenido el caso Pablo Pérez? Sí, se pudo haber prevenido. Pérez siempre entra en contacto físico; es típico del jugador fuerte, aguerrido. Termina dando un empujón a un adversario. Y ya estaba amonestado. Ese jugador debió ser expulsado.
Si el equipo arbitral hubiera trabajado en las características de los jugadores en la previa, todo esto no hubiera ocurrido. Por eso la reflexión del principio: en el arbitraje todo es previsible, no como una cuestión de fondo, sino de forma.
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