
El papel de la mujer en la historia de arte, ya sea como artista, musa o modelo, y cómo se le ha “encajonado en los distintos papeles”, es el eje del libro con el que la divulgadora cultural María José Noaín Maura quiere lograr que museos y público “cambien la mirada” y reconozcan el valor de la aportación femenina a través de los siglos.
El libro Las mujeres en la historia del Arte expone cómo la mujer ha sido sujeto y objeto del arte desde la Prehistoria hasta nuestros días, y las dificultades que han superado para lograr hacerse ver, explica en una conversación la autora, hija de la artista Carmen Maura, y que organiza e imparte cursos de Arte, Historia y Arqueología a través de su web "Los viajes de Aspasia“.
“Es una reflexión no sólo de las artistas opacadas o invisibilizadas a lo largo de la historia, sino del papel de la mujer como objeto del arte, como musa, inspiración o modelo”, por eso el libro no tiene una estructura cronológica, sino que aborda temas como la dificultad de las mujeres de formarse como artistas, la capacidad de vivir de su arte, o las técnicas o temáticas consideradas propias de mujeres.

Así, el capítulo titulado “¿Musas o putas? Modelos y ‘femmes fatales’” analiza cómo la relación entre artista y modelo ha sido siempre desigual, con el pintor en una posición de poder, no sólo entre las modelos, sino incluso con mujeres artistas que trabajaban junto a ellos y que han quedado relegadas a la categoría de “novias o amantes de”.
La representación de prostitutas, utilizadas para simbolizar los males de la sociedad como un contraste con el ideal de virtud femenina, simbolizado por figuras como la Virgen María, muestra cómo, a lo largo de la historia, pero especialmente en el siglo XIX, se ha acentuado la dicotomía entre mujer virtuosa y mujer erotizada, estableciendo a la ‘femme fatale’ como arquetipo cultural perdurable, expone.

También merecen un capítulo aparte las barreras impuestas a las mujeres para acceder a la educación artística, que obligaba a recibir formación sólo en el entorno familiar y sólo de disciplinas consideradas “apropiadas” para su género, así como la imposibilidad de estudiar la anatomía y el desnudo.
Otro asunto que analiza la autora es la clara división entre los temas que se consideraban apropiados para hombres y mujeres. Las grandes obras históricas o mitológicas eran dominadas por pintores masculinos, mientras que las temáticas minoritarias, como retratos, bodegones y paisajes, eran más adecuadas para las mujeres.
El libro también centra su atención en mujeres artistas de todas las épocas que triunfaron a pesar de las dificultades.

Desde Sofonisba Anguissola (1535-1625), una de las primeras mujeres artistas de éxito y reconocida en su tiempo, a Maruja Mallo (1902-1995), símbolo de rebeldía y lucha contra el sesgo de género en el arte a principios del siglo XX.
Y descubre algunas figuras fascinantes como la de Elisabeth Louise Vigée Le Brun (1775-1842), retratista oficial de María Antonieta, reina de Francia, pintándola en más de treinta ocasiones y que, tras la detención de la familia real durante la Revolución francesa, se vio obligada a huir de Francia y buscar su sustento en diversos países europeos.
Recorrió las principales capitales europeas retratando a la nobleza hasta llegar a Rusia, donde realizó numerosos retratos de la familia de Catalina la Grande, hasta que, tras el final de las Guerras Napoleónicas y la restauración de los Borbones en Francia, regresó a París y recuperó su prestigio.

“Quería dejar claro que la escasez de mujeres artistas a lo largo de la historia no se debe a una falta de talento, sino a las muchas dificultades que el camino del reconocimiento presenta y la ocultación consciente o inconsciente de la obra de quienes lograban despuntar por el androcentrismo que afecta a todas las partes de la vida”, plantea Noaín.
Y subraya que su gran objetivo es lograr que los museos cambien su discurso y sus textos y cartelas y que “la próxima vez que vayas a un museo, a una galería de arte o incluso a una librería, cambies la mirada y reconozcas el papel, la importancia y la aportación de las mujeres a lo largo de la historia”.
Fuente: EFE
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